La jornada de hoy finalizó -luego de dos días- el paro portuario en diversos terminales portuarios del país, involucrando a cerca de 6.500 trabajadores. En la movilización apuntaron a compromisos de campaña realizados por el actual mandatario en cuanto pensiones por trabajo de alto riesgo, en relación a las precarias jubilaciones que entregan las AFP.

Por Alejandro Baeza

La Unión Portuaria del Centro (UPC) y el Frente de Trabajadores Portuarios Centro (FTPC) realizaron a partir del pasado miércoles y durante dos turnos una movilización nacional trabajadores en los puertos adheridos a estas organizaciones, tal como había sido anunciado el pasado viernes. La causa de la movilización sería la demora resolutiva de las mesas de trabajo con autoridades vinculantes en cuanto a acuerdos en materia de pensiones por trabajo de alto riesgo, en un contexto de precarización por las paupérrimas jubilaciones que da el fallido sistema de AFP que es rechazado por toda la población.

Esta movilización -que caracterizan como de «advertencia»- se realizó en todos los puertos del país donde tienen presencia, incluidos los del extremo sur.

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"Hacemos un llamado al Presidente Gabriel Boric Font y al Subsecretario del Trabajo y Previsión Social, Giorgio Boccardo Bosoni, que es de vital importancia cumplir con los acuerdos alcanzados en la mesa de trabajo, en virtud de introducir las mejoras en condiciones acordadas en la mesa por los dirigentes portuarios, para avanzar en un nuevo acuerdo", había señalado en un comunicado la FTPC.

En conversación con RESUMEN, Gabriel Rebolledo, vocero de la comunal Talcahuano-San Vicente, señaló «Fue por los dos días de advertencia, este viernes se retoman faenas al primer turno». Además, agregó que pese a lo importante de la movilización, no ha habido ninguna comunicación con el Ejecutivo: «El Gobierno todavía no ha llamado y esperamos que lo haga en los próximos días tal como lo mencionó la ministra Jara por los medios de comunicación».

A través de un comunicado publicado este jueves 27 tras finalizar el paro, la Unión Portuaria Talcahuano-San Vicente señaló que «Los trabajadores portuarios llevamos hace 4 gobiernos (2 de Sebastián Piñera, 1 de Michel Bachelet y el actual de Gabriel Boric) solicitando un Sistema Previsional acorde a la realidad de quienes laboran en faenas especiales, de alto peligro y deterioro físico, que obliga a retirarse anticipadamente de su vida laboral para evitar perjuicios mayores».

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Su propuesta es que las pensiones equivalgan al menos un 75% de sus últimos sueldos, lo que equivale al promedio de la tasa de reemplazo de los sistemas de pensiones de la OCDE, «más un porcentaje extra debido a que, a diferencia de casi todos los países desarrollados de dicha organización internacional, Chile no es un Estado social de derecho provocando que aquí la salud oportuna y de calidad para personas mayores, y con dolencias permanentes producto de sus labores previas, sea de acceso muy caro» precisan.

En un comunicado publicado el pasado 21, la Unión ya había advertido que «Fue el propio presidente quien personalmente sostenida hace unos meses, se comprometió a generar mesas de trabajo y puntos de acuerdo con la organización lo que hasta la fecha no se ha llevado a efecto, lo que manifiesta la lejanía de este gobierno con los trabajadores y con las problemáticas del sector, es por ello que ante el incumplimiento de lo prometido y la desconexión con esta organización los trabajadores adscritos de la Unión Portuaria, no descartan reivindicar sus demandas mediante las herramientas con las que cuenta la clase obrera para llevar adelante sus luchas».

Así, el sector enfrentó su primera movilización en lo que va del año en uno de los sectores de la clase trabajadora más organizada de este momento. Si bien la demanda de jubilaciones por trabajo de alto riesgo atañe específicamente a su rubro y sus labores, se enmarca dentro la crisis terminal que vive el sistema de AFP, diseñado para quitarle dinero a los trabajadores e inyectarlo en el sistema financiero de manera obligatoria, pero no para dar pensiones, como lo demuestran los miserables números que entrega, por lo que su fin es una de sus principales demandas de todas y todos los trabajadores de Chile.