Finalmente los rumores se hicieron realidad. La Ministra del deporte Natalia Riffo anunció en Concepción el término anticipado del contrato con COPASA, transnacional española a cargo de las obras del Estadio Ester Roa (Collao).

La población local estaba alerta frente a lo que pasara, porque era de conocimiento de muchos que el Estadio tenía evidentes signos de retraso, si es que se pretendía utilizar para la Copa América y el Mundial Sub 17. COPASA se había comprometido a avanzar un 45% en esta etapa y presentaba tan solo el 11% de los trabajos a la fecha.

Fueron 1250 millones de pesos que el IND entregó a la empresa, de los cuales fueron justificados solo 450 millones por parte de COPASA. Las actuales autoridades responsabilizan al anterior gobierno y en específico al ex Ministro Gabriel Ruiz-Tagle por haber firmado un contrato que impedía al Ministerio a presionar a la empresa por los retrasos y permitir que el contrato fuera favorable para la transnacional.

Entre las faltas que se encuentran en la obra se detectaron, además de los nulos avances, según indico a El Sur, Néstor Marín, Director Nacional del IND «se pudo apreciar falta de recurso humano, carencia de planificación e ineficacia en los recursos».

El actuar irregular de esta empresa parece llamativo en nuestro país. Lo cierto es que a nivel internacional, las empresas constructoras españolas tienen una muy mala reputación, pues la mayor parte de ellas están vinculadas, como en el caso de COPASA, al financiamiento ilegal del oficialista Partido Popular Español (derechista) a cambio de adjudicaciones de infraestructura de obras públicas. COPASA aparece mencionada en el Caso Bárcenas -ex tesorero del PP al que le fue descubierta una libreta con cuentas que dio paso a una investigación sobre una red de corrupción que ha causado conmoción en el Estado Español- y además encabeza el conglomerado que tiene hace 18 meses paralizada la construcción de la Autovía Costa Da Morte en La Coruña, pues no cuenta con financiamiento. Otro de sus paradigmáticos fracasos es el Tren de Alta velocidad a la Meca (AVE)  que lleva ya más de un año de retraso.

Es decir, la transnacional ratifica los profundos cuestionamientos a nivel internacional que se le realizan, con sus nefastas prácticas en nuestra región. Las constructoras españolas, unas de las principales responsables de las crisis financiera en el Estado Español, se pasean por las licitaciones en nuestro país y el gobierno les entrega millonarios recursos sin respaldarse ni siquiera, en un contrato que vele por los intereses de los chilenos.

El gobierno ha anunciado que se procederá a realizar una nueva licitación, dentro de un mes más. La empresa que gane la licitación deberá comenzar de cero y se estima que el proyecto costará alrededor de 22 mil millones de pesos. Eso excluyendo a los 1250 millones perdidos con COPASA.

Fuente imagen: Piñera conmemorando inicio de las obras de remodelación del Estadio Ester Roa. (Max Montecinos/IND)