[resumen.cl] Una masiva adhesión tuvo este martes el paro nacional convocado por una convergencia de organizaciones sindicales. En el país, casi la totalidad de quienes laboran en sector público paralizaron sus funciones y muchos gremios de diversos rubros, tales como del transporte carga y pasajeros, portuario, de la minería, del petróleo, la industria metalmecánica y de ASMAR que también se plegaron al cese de labores.

A la ciudad de Concepción arribaron columnas extensas y compactas de numerosos trabajadores y trabajadoras, además de estudiantes, que marcharon desde diversas comunas de la provincia, reuniéndose en la intersección de avenidas Paicaví con Los Carrera para luego inundar el centro penquista como una inmensa marea humana.

Los lienzos y carteles que abundaban en las columnas hacían referencia a demandas de los sectores movilizados, además de denunciar la sistemática violación a los Derechos Humanos y exigir la conformación de una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Constitución Política según el mandato de la comunidad organizada. Esta exigencia, mayoritaria e inequívoca, Sebastían Piñera la ha ignorado y, en cambio, ha anunciado la aplicación de la Ley de Seguridad Interior contra quienes realicen acciones de protesta en el grado de autoría o incitación, abriendo un nuevo flanco de arbitrariedad y abuso contra la población. Junto a ello, también anunció el reintegro de policías en retiro. En síntesis, un manojo de medidas destinadas, como las anteriores, a reforzar la criminalización y justificar la violación de derechos contra el pueblo movilizado, además de garantizar la incolumidad de la legalidad que ampara los abusos imperantes desde hace décadas.

Barricadas en Plaza Acevedo a las 07:00 horas.

Marcha desde Talcahuano

Al menos dos bombas lacrimógenas son disparadas directamente a los cuerpos de manifestantes.