En solo una semana, el gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz Worner, el mismo que activamente incidía en la nominación de seremis y otros cargos públicos del actual gobierno -según denuncias de los propias directivas regionales de los partidos de Apruebo Dignidad– pasó a liderar la oposición al Gobierno en la región con una serie de mensajes, amplificados por los medios de comunicación locales y secundados por la propia Armada en un gesto político durante la parada militar del 21 de mayo en Talcahuano.

Por Joaquín Pérez

Resulta paradójico que a quien se le dieran tanto poder de decisión, tanto desde el ministerio del Interior y la Subdere, pasara abiertamente a atacar los anuncios del Gobierno.

Lo primero fue su aviso de un supuesto plan paralelo al del Ejecutivo para el territorio mapuche, que es tan venta de humo como el otro, pero que sin duda marca una quitada de piso y ruido que medios como Radio Bío Bío han amplificado en extremo.

La segunda quitada de piso, fueron sus críticas a la remoción del contraalmirante Parga como jefe de Defensa de las provincias de Biobío y Arauco, en el marco de la aplicación del estado de excepción constitucional.

Dichas declaraciones fueron vertidas en una entrevista en vivo en medio del noticiero matinal de Radio Bío Bío, el que fue interrumpido para que Díaz Wörner emitiera dichas opiniones, medio escogido por el actual gobernador para posicionarse.

Y probablemente como consecuencia de este mismo acto, el día 21 de mayo, durante el desfile militar en Talcahuano, el oficial encargado de la actividad le solicitó el permiso para iniciar la parada militar a Rodrigo Díaz y no a la delegada del presidente Boric en la región, Daniela Dresdner, en un claro gesto para nada improvisado.

Lo que sucedió esta semana no debería sorprender a nadie, por el contrario, va muy en la historia política de Rodrigo Díaz. Lo extraño fue que Izkia Siches y Miguel Crispi le permitieran incidir abiertamente en las designaciones de las autoridades políticas regionales.

¿Quién es Rodrigo Díaz Wörner?

Díaz es la cara pública de los poderes fácticos en la región, los grupos de poder construidos durante la dictadura militar y los corruptos gobiernos de la post dictadura de los "30 años" como rezaba la consigna del Estallido Social de octubre del 2019.

Rodrigo Díaz Wörner es el fiel representante de su generación formada en la llamada transición a la democracia. Un mediocre alumno de la carrera de derecho de la Universidad de Concepción, uno de los varios oportunistas e inescrupulosos estudiantes que militaban en las juventudes políticas de los partidos de la Concertación a principios de los 90, que dirigieron la Federación de Estudiantes de la casa de estudios y otras federaciones estudiantiles durante aquellos años y que la llevaron a su propia muerte. Con los años la FEC tuvo que refundarse.

Desde aquellos tiempos Díaz Wörner se vinculó al sector más reaccionario de la Democracia Cristiana en la región, el que era liderado por Hosain Sabag, que entonces copaba con su gente altos cargos de poder en el país.

No terminó su carrera en la Universidad de Concepción, y luego protagonizó una controvertida titulación en el Instituto Diego Portales.

Estos jóvenes políticos surgidos en aquellos años, de mucha ambición y pocos principios, fueron copando cargos de poder en la escena política local a inicios del siglo XXI, lo que sin duda marcó la decadencia de todo aquel proceso político, lo que desencadenó la crisis institucional, social y política que hoy vivimos.

Durante las últimas décadas, Diaz Wörner fue parte de la puerta giratoria, de los cargos públicos a las gerencias de las empresas y viceversa. En su currículum hay gobernaciones, intendencia, direcciones regionales, organizaciones ligadas a Iglesia Católica como "Hogar de Cristo" y "Un Techo para Chile", gerente de Relaciones con la Comunidad y Responsabilidad Social Empresarial de la privatizada ESSBIO, empresa del agua entregada al capital extranjero por el gobierno demócrata cristiano de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, en contra de la voluntad mayoritaria de la sociedad penquista que en consulta ciudadana y por más de un 90% de los votos, rechazó tal medida.

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También aparece ocupando gerencias en empresas Methanex y Andes Iron, esta ultima ligada al proyecto Dominga que involucra al ex presidente Sebastián Piñera. Además trabajó para Buses Hualpén, cuyos dueños están ligados a EVOPOLI.

Asimismo ha sido criticado mientras se ha desempeñado a la cabeza del Gobierno Regional por sus continuos apoyos a las grandes empresas.

Además, este medio reveló como el propio GORE ha entregado millonarios recursos a empresas Esquerré mientras ha sido encabezado por Díaz, mismo grupo de empresas que prestó sus servicios en la campaña del actual gobernador.