[resumen.cl] Lejos de impulsar políticas estructurales para enfrentar la crisis sanitaria y el establecimiento de cuarentenas, el gobierno volvió a extender las insuficientes políticas de bonificación según requisitos y del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), omitiendo a toda luz el debate respecto a una Renta Básica Universal.
La misma jornada en que el Ministerio de Salud decretó cuarentenas para diversas comunas del país, como también la cancelación de los permisos temporales por este fin de semana (sábado 27 y domingo 28), el presidente en funciones, Sebastián Piñera, realizó una cadena nacional para dar a conocer lo que se planteó como la «ampliación de la Red de Protección Social», lo cual extiende las insuficientes políticas que ha adoptado durante la crisis sanitaria.
Concretamente, Piñera planteó cinco pilares a abordar durante los próximos meses: «Mayor Protección del Ingreso de las Familias; Fortalecimiento del Apoyo a la Clase Media; Mayor Protección del Empleo; Fortalecimiento del Apoyo a las Pymes y; Mejoramiento del Plan de Salud».
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En este contexto, anunció la extensión del Ingreso Familiar de Emergencia hasta junio de 2021 para aquellas «familias que califiquen y vivan en comunas que hayan estado en cuarentena por 14 días o más», contemplando $100.000 mensuales por integrante del grupo familiar, mientras que para los territorios donde se haya estado un día o más en cuarentena el IFE alcanzará $60 mil.
Asimismo, la entrega de Bono Covid y del Bono Clase Media forman parte de la respuesta que ha dado el gobierno de turno.
Sin embargo, aún no se contempla una política estructural que permita afrontar medidas de confinamiento como las cuarentenas. Por el contrario, pese a que se ha reiterado constantemente la importancia de establecer una Renta Básica Universal y suficiente para el pueblo que permita abordarla dignamente, se ha persistido por parte de la clase política institucional en la lógica de la bonificación -por requisito- y el bajísimo monto del IFE.
En este sentido, cobra aún más relevancia el que una Renta Básica Universal, vale decir para todo el mundo, sin postular, y suficiente, tenga un monto no inferior a $450 mil pesos, la cifra que el mismo Estado de Chile define como la línea de la pobreza (para una familia de cuatro personas), como también avanzar en la discusión respecto al impuesto a las grandes fortunas, debate que se ha aplazado consecutivamente.
Fotografía principal: Prensa Presidencia