[resumen.cl] Una cantidad indeterminada de especies nativas fueron afectadas por la faenas de extracción de áridos en el sector Agua del Obispo, cerca de los talleres ferroviarios Omer Huet en Hualqui. Tanto imágenes aéreas como satelitales revelan la magnitud de la destrucción de quilantales, árboles y arbustos nativos. Sumado a esto, desde el municipio informaron que la empresa no cuenta con autorización municipal, lo que implica que las faenas estarían trabajando ilegalmente.
La revisión de imágenes satelitales muestra que la faena en el sector es reciente y dataría de la segunda mitad de 2020 o enero de 2021. Esto debido a que en junio de 2020 no se observan intervenciones, pero en septiembre de 2020 ya se observa un ensanchamiento del camino. Y en febrero de 2021 quedó de manifiesto la enorme intervención en la ladera del cerro.
Imágenes satelitales anteriores a 2005 dan cuenta de que la zona fue afectada por un gran incendio forestal. Por lo tanto, se trata de un ecosistema en recuperación tras este evento de perturbación severa y por lo tanto, conservación debería ser prioritaria.
Pese a que desde la dirección de Obras de la Municipalidad de Hualqui comentaron que después de haberse apersonado en el lugar, realizarían denuncias formales a instituciones como la Superintendencia de Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental, la Dirección General de Aguas y la CONAF, al cierre de esta nota estas denuncias aún no se habrían concretado.
RESUMEN tomó contacto con el área de comunicaciones de la CONAF, desde donde explicaron que no existe ningún oficio municipal relativo a la cantera de áridos «El municipio nos derivó un ordinario (no un oficio) para tomar conocimiento de un decreto de paralización inmediata de extracción de áridos a la empresa que lo estaba haciendo. Posteriormente, nos coordinamos con el municipio para ir en conjunto al lugar denunciado y realizar una fiscalización.»
Aunque desde CONAF no comprometieron plazos, si indicaron que el informe debería estar dentro de unos días.
Cabe recordar que la semana pasada, fueron imágenes aéreas difundidas por RESUMEN las que revelaron la magnitud de la destrucción en la ladera frente al cerro La Cuesta.
Posteriormente, fotografías desde terreno dieron cuenta de las especies nativas afectadas y de la intervención en el curso de agua.
Se trata de los particulares Horacio Pablo Ormazábal Quijada y Francisco Javier Castillo Olave que «se encuentran realizando labores de extracción de áridos de pozo lastrero, sin contar con permiso municipal y sin haber obtenido patente municipal por el ejercicio de la actividad», consignó un decreto municipal del pasado 23 de julio.
El documento agrega que «el Sr. Ormazabal Quijada, y el Sr. Castillo Olave no han demostrado contar con los permisos, no contando la Municipalidad de Hualqui con antecedentes que permitan demostrar lo contrario».
Pese a que el decreto otorgó un plazo de 48 horas a partir del pasado viernes 23 de julio para retirar la maquinaria del lugar, nuestro medio constató que las faenas continuaron durante la semana siguiente. La retroexcavadora fue sorprendida in fraganti el pasado lunes 26 y nuevamente el miércoles 28 de julio.
Desde la cantera, Francisco Castillo, dueño de la faena, aseguró que «acá no hay nada de flora nativa, si bien es cierto que en otros sectores del fundo hay algunos coligüitos, pero es por otro lado, no donde se interviene. Segundo, el plan regulador metropolitano en esta zona no tiene ningún área de protección, nada, esta es una zona urbana».
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Castillo agregó que «paralicé las faenas este lunes, para conversar con el alcalde y ponernos al tanto de todo lo que falta con los papeles y el pronunciamiento de instituciones más arriba».
El empresario apuntó a los funcionarios del Departamento de Medio Ambiente del municipio de Hualqui por una presunta demora en la aprobación municipal, argumentando que su empresa estaría haciendo los trámites pertinentes desde julio de 2020.
Lo grave es que pese a la demora en la entrega de la autorización, Castillo de igual forma intervino el cerro, según sus palabras «desde febrero de este año», es decir, no esperó la resolución municipal para iniciar la faena.
El mismo empresario indicó que tendría a la espera una nueva faena de áridos, asegurando que «paralelamente solicité los permisos, de los que tengo todos los pronunciamientos, para extraer arena de un banco en Periquillo, yo tengo toda la documentación aprobada, solo me falta entregarla a la municipalidad para obtener patente, que yo no quiero sacar por todo el revuelo que hay».
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Consultado por la continuidad de la faena en Omer Huet, fue enfático al responder que «esto va a seguir trabajando, les gusto o no les guste». Con respecto a algún plan de mitigación por el daño a vegetación nativa, Castillo no reconoció haber generado daño ambiental pese al evidente corte del cerro y desmonte de vegetación junto al estero. «¿Mitigación de qué? Éste es un proyecto y va a seguir adelante. Todo proyecto tiene su plan de cierre y abandono, en ese momento se hará la mitigación que corresponda. Si cuando hablas de mitigación te refieres a reposición de árboles, no, porque acá no hay nada de flora nativa, no hay nada».
No solamente grandes quilantales fueron arrasados sino también fue destruida una cantidad indeterminada de árboles nativos y arbustos. Y además, una gran cantidad de restos vegetales que se acumularon sobre el pequeño estero que pasa por el valle.
Junto al estero se observó gran cantidad de la planta comestible nalca o pangue total o parcialmente secas, lo que podría ser indicador de la afectación al curso de agua en la cuenca Agua del Obispo.