Nuevamente y de forma consecutiva por lo menos hace ya cuatro años, el patrimonio natural que alberga el Parque Nacional Nonguén se vio amenazado por un incendio forestal, esta vez iniciado en Chiguayante, específicamente en un predio de Forestal Arauco ubicado en el cerro Manquimavida, colindante con dicho ecosistema.
Durante la madrugada de este miércoles pudieron ser contenidas las llamas que pusieron nuevamente en peligro hectáreas de bosque nativo ubicado en el Parque Nacional Nonguén, luego de que, a eso de las 00:00 horas de la misma jornada, iniciara un foco de incendio en un predio propiedad de forestal Arauco ubicado en Chiguayante.
La información fue confirmada por el encargado de emergencias de la municipalidad de Chiguayante, Sixto Bustamante, quien comentó en TVU que el siniestro, que consumió 0,4 hectáreas, comenzó «en un predio donde se encontraban desechos forestales producto de un cortafuego que ellos (Arauco) estaban realizando en un terreno que colinda con el Parque Nacional Nonguén».
Te puede interesar| Armas forestales de destrucción masiva: incendios amenazan gravemente Biobío y el país
Sobre la situación, Tadeo Orellana, integrante de la agrupación ambientalista Mawizako de Chiguayante, relató que, «nos enteramos a horas de la madrugada de lo que estaba pasando, que empezó a las 00 horas, y terminó de extinguirse a las 3:30 de la madrugada. Ahora el incendio se encuentra controlado con algunas partes aún emanando humo; sabemos que es en el borde del parque nacional, pero aún no hemos catastrado si es que llegó al linde del mismo».
En cuanto al foco de incendio, un terreno explotado con monocultivo de pino y eucalipto, Orellana agregó que, «el predio es un sitio de Arauco, y el incendio comenzó en la zona que la Forestal Arauco taló para generar una franja de amortiguación en torno del parque, labor que está llevando a cabo un tercero que está dejando todo el rastrojo expuesto, ya que están talando y no están al mismo tiempo haciendo las curvas de nivel que están haciendo en otras partes, también podemos decir que este mismo material expuesto al aire se está secando y está generando inmensas rumas de material combustible».
Te puede interesar| Estructura uniforme de las plantaciones: el factor primordial que incide en la propagación de grandes incendios forestales
La Dirección Regional del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), canceló la Alerta Roja del incendio forestal en Chiguayante a eso de las 03:30 am y declaró extinto el siniestro durante el mediodía de este jueves, cuestión que dio paso a un Congrid (Comité Comunal de Gestión de Riesgo y Desastre) en dicha comuna, donde se especificó que, sobre los desechos forestales, «Arauco tenía planificado triturar material combustible para reducir riesgos, pero este fue incendiado por terceros».
Otro dato relevante, según el informe emanado del Congrid, es que el fuego llegó a solo 5 metros del Parque Nacional Nonguén, por lo que se pretende apostar por la plantación de especies nativas entre el predio de forestal Arauco y la reserva de biodiversidad, cuestión que no serviría de nada considerando que la temporada de incendios la tenemos a la vuelta de la esquina y las especies podrían demorar años en alcanzar un tamaño que permita contener un incendio forestal.
Debido a este motivo es que, por parte de la agrupación Mawizako de Chiguayante, enfatizaron en que, «esto que sucedió hoy es una advertencia de lo que puede ocurrir cuando empiece el verano: el material vegetal debería ser chipeado y repartido en el suelo. Esto se debió hacer hace meses, cuando comenzaron a talar, así hoy estaría húmedo y esto no hubiese ocurrido».
Como una especie de condena, cada año la comunidad del Gran Concepción y sus ecosistemas son víctimas de los incendios forestales, los que se expanden rápidamente a través de los cientos de hectáreas de monocultivos de pino y eucalipto que mantienen empresas forestales como Arauco. En el caso puntual del Parque Nacional Nonguén y desde que era un Reserva, incendios forestales han amenazado su biodiversidad y conservación, siendo uno de los más graves siniestros el de enero de 2020, que se arrasó con casi 150 hectáreas de bosque nativo.