Florida, una comuna ubicada al interior del valle del río Andalién, con base histórica agrícola y vitivinícola, ha sido prácticamente arrasada y severamente afectada durante las mas recientes "tormentas de fuego" de megaincendios forestales en la Región del Biobío en 2017 y 2023. Conversamos con algunas de las personas afectadas quienes apuntaron a la escasa regulación, el elevado riesgo de los monocultivos como factor determinante en la magnitud de la emergencia. "Ya nadie quiere plantar eucaliptos" nos comentan en distintos sectores.
Por: Nicolás Salazar Maleras y Alberto San Martín
Los incendios pueden tener un origen intencional o accidental. Sin embargo, en este reportaje nos enfocaremos en el factor de propagación del fuego. Nuestra hipótesis planteada es que los parches de monocultivos más extensos y uniformes son la cobertura de suelo más peligrosa que existe en la zonas propensas a incendios en Chile.
En palabras sencillas: si quieres sobrevivir a un mega incendio mantente alejado de las grandes extensiones de monocultivo de pino y eucalipto.
Esta critica situación se da en medio del Plan de Fortalecimiento Industrial del gobierno tras el cierre de Huachipato. Este plan pretende aumentar la superficie de pino y eucalipto en el Biobío, lo cual haría más compleja la situación.
Con la combinación de ambos factores (ignición provocada o accidental más una superficie extensa, uniforme y reseca) se configura la receta perfecta para un desastre de proporciones, y que en nuestra historia reciente viene ocurriendo cada verano convirtiendo la estación estival en un calvario para la población rural y periurbana en el centro sur de Chile.
Estudios científicos en Chile y varias regiones del mundo han demostrado que los monocultivos forestales de grandes extensiones y homogéneos son uno de los principales factores para la propagación de grandes incendios forestales.
El aumento acelerado del cambio climático implica que las olas de calor en la zona sean cada vez más intensas. Bastan solo unas horas de condiciones extremas durante una temporada estival para que vuelvan a desatarse megaincendios (de más de 10 mil hectáreas en distintos territorios afectados por monocultivos).
Nuestro medio de comunicación ha constatado en terreno, mediante entrevistas a la población afectada y con análisis de especialistas técnicos y científicos en el tema, que el modelo de plantaciones forestales se caracteriza por: alta masividad y densidad de árboles, estructura uniforme, especies con características afines al fuego y con alta demanda de agua y recursos, generando una combinación catastrófica. Cuando un incendio alcanza un valle completo cultivado con esta gran cantidad de biomasa uniforme, homogénea, se puede desencadenar una tormenta de fuego de manera extremadamente rápida.
En la Región del Biobío son varias las comunas que han sufrido consecuencias catastróficas con los megaincendios de los últimos años. Una de ellas es la comuna de Florida.
Un poco de historia: Reemplazo de actividad agrícola y bosque nativo
Adyacente a las cuencas de los ríos Itata y Andalién, junto con esteros como: Poñén, Colepucho, Lajuelas, Florida, Higuera y Porvenir. Su clima se clasifica como mediterráneo, con características del secano costero.
La población de la comuna es principalmente rural y concentrada en la ciudad de Florida, además de otras localidades como: Roa, Copiulemu, Trecacura, Manco y Granerillos. La ciudad con el nombre de San Antonio de Florida fue fundada en la base de una mina de oro abandonada en 1755.
La comuna de Florida durante siglos desarrolló una fuerte actividad agrícola y vitivinícola, la cual comenzó a cambiar abruptamente desde mediados del siglo XX al mismo ritmo de la Gran Aceleración del Antropoceno.
Distintos personeros ligados a la industria forestal aluden al argumento de que el modelo forestal en Chile se implantó sobre terrenos erosionados, como una suerte de ayuda para estos.
Sin embargo, análisis de imágenes satelitales muestran todo lo contrario. Especialmente en la Cordillera de la Costa entre el Maule y la Araucanía; y particularmente en la Provincia de Arauco.
Un estudio de 2024 que analizó los cambios de uso de suelo entre 1975 y 2018 en la zona centro-sur de Chile halló que "las plantaciones forestales se expandieron significativamente, desde un 18% por década en el norte de Chile central hasta un 246% en las regiones del Maule y Biobío." El estudio señala a reglón seguido que "Esto fue acompañado por una reducción de entre un 12.7 a 27.% cada 10 años en el bosque nativo".
La investigación recopiló los resultados de estudios previos de cambio de uso de suelo en en Chile central y sur, mediante imágenes satelitales de diferentes periodos. Un estudio de 2012 realizado por Nahuelhual y colaboradores habría abordado los cambios en la cobertura vegetal en la Cordillera de la Costa del Maule y Biobío, los resultados arrojaron que "Las plantaciones de árboles cubrían 5.5% del área en 1975, y esta se incrementó a 42.4% en 2007".
Además la investigación reveló que "el 41.5% de las nuevas plantaciones entre 1975 y 1990, y el 22.8% entre 1990 y 2007 fueron establecidas talando bosques nativos secundarios, indicando que la expansión de las plantaciones en Chile ha contribuido directamente a la deforestación y al declinamiento de la biodiversidad."
Al respecto conversamos con el investigador Bastian Gygli, biólogo de profesión y especialista en fotografía silvestre, quien nos comenta que "En la tala rasa se vuelve a cortar todos los árboles al mismo tiempo. Eso tiene un impacto gigante sobre el suelo y queda expuesto. Y después con la lluvia se lava, se pierde suelo. Eso se demora mucho en formarse de forma natural"
Bastián quien también es vecino del puente 7 explica como ocurre la fragmentación de los ecosistemas al ser plantados estos grandes parches de monocultivo "No cumplen los roles ecológicos que pueden cumplir otras formaciones vegetales nativas. Y originales, como bosques nativos. Y además están sometidas las plantaciones forestales a un cambio drástico y abrupto. Que impide que animales se asienten ahí de forma más permanente. Porque cada 15 años se van a talar completamente, van a estar expuestos"
El especialista en fotografía silvestre y biodiversidad amenazada recalca que "los animales se ven bajo mucha presión de tener que ir buscando refugios todo el tiempo. Escapando de uno con tanto estado de estrés y no de estabilidad. Porque es algo que es demasiado drástico", señaló.
Florida: un paisaje dominado por monocultivos forestales
El avance del cambio climático afecta a la comuna de Florida con más de la mitad de su superficie con una de las peores coberturas de suelo en cuanto a la resequedad de los suelos, una cantidad descomunal de combustible y un paisaje extremadamente uniforme.
En la región del Biobío existen 2.399.067,7 ha de las cuales 875.178,4 ha corresponden a plantación, dando un porcentaje de 36,4% superficie de especies exóticas en la región. La región cuenta con 597.572 hectáreas de bosque nativo, que representan 24,9% de la superficie del Biobío.
Según datos de CONAF (https://sit.conaf.cl/). La comuna de Florida tiene 60.630 hectáreas totales de las cuales 35.552,4 hectáreas corresponden a plantaciones de monocultivo, lo que significa un 58,6% superficie de monocultivos.
La comuna cuenta con 2838 hectáreas de bosque nativo, que representa únicamente el 4,6% de la superficie total de la comuna como se puede ver en el siguiente gráfico.
Gráfico 1: Coberturas de uso de suelo en la comuna de Florida, elaboración propia
En contraparte según datos de ODEPA, existen solo 86794 hectáreas plantadas agrícolas para el año 2020 en el Biobío. Esto constituye solo el 3,6% de la superficie plantada. Podemos concluir que en Biobío hay 10 veces más monocultivo que superficie agrícola.
Un mapa de la página de Forestal Arauco muestra los predios que tiene la empresa en la comuna.
Imagen: Predios de Forestal Arauco en la comuna de Florida.
Analizando las tormentas de fuego de 2017 y 2023
Conversamos con el destacado investigador de la Universidad de Concepción Jorge Félez Bernal, quien nos explica que "Es interesante ver que en las tormentas de fuego de 2017, casi 600.000 hectáreas, el número de eventos fue muy bajo» haciendo alusión a que la propagación fue el factor primordial, particularmente en el megaevento de «Las Máquinas» en la Región del Maule.
Le consultamos al especialista por la diferencia entre los megaincendios y los gigaincendios "Megaincendios son eventos que queman más de 10.000 hectáreas. Y gigaincendios, más de 100.000. En estas dos tormentas de fuego, hemos tenido 6 megaincendios y un gigaincendio cada una de ellas"
Con respecto a la catástrofe de 2023 en el Biobío, el investigador Jorge Félez nos señala que "El incendio de Santa Ana de 2023 se desplazó 80 kilómetros en 2 días. En el caso de las tormentas de fuego de 2023, 68% de todo lo que se quemó fue de la superficie asociada a los planes de manejo".
El factor propagación del fuego en las catástrofes
Respecto al inicio del fuego, en prácticamente la mayoría de los casos se debe al factor humano. Puede ser por chispas de faenas, quemas descontroladas, basura (colillas de cigarrillo, botellas, basura) y en menor medida, aunque siempre presente como posibilidad, la de acción humana deliberada. Labor de las policías y del Ministerio Público es dilucidar estas causas y encontrar a los responsables de estos devastadores crímenes ambientales y sociales.
Algunos ejemplos de casos donde se establecieron responsabilidades judiciales son: Caso Línea de Transmisión en incendio Nilahue-Barahona en 2017, brigadistas de Forestal Arauco en Parque Nacional 7 Tazas en 2020, incendio de Arauco de 2023 provocado por chispas de galletera, incendio forestal de Santa Ana (Nacimiento-Santa Juana-Coronel) presuntamente por falla en la línea eléctrica de la empresa Coelcha. Entre otros ejemplos.
En la región de Valparaíso este verano el incendio más mortífero de la historia de Chile reciente conmocionó al país y más aún, cuando se reveló que los presuntos culpables eran los propios bomberos y brigadistas quienes durante la fuerte ola de calor encendieron decenas de focos, aparentemente con una motivación económica.
La cuestión de la ignición del fuego ha sido aprovechada por sectores políticos de derecha y ultraderecha para criminalizar aún más a la resistencia del pueblo mapuche y a los movimientos sociales que protestan por sus legítimos derechos. Sin embargo hasta ahora hay escasa o nula evidencia que relacione que la mayoría de estas tragedias con una intencionalidad, salvo por excepciones. Además, en la clase política y en los medios de comunicación hegemónicos se pone poco o nulo énfasis al rol de las plantaciones forestales en la propagación de los incendios.
El impacto en la apicultura
Previamente conversamos con una serie de apicultores y apicultoras de la comuna de Florida y de la Provincia de Concepción, quienes fueron afectados directamente por el megaincendio de 2017 y otros siniestros posteriores.
Roberto Maas, apicultor de la comuna de Florida ha sido afectado directamente por los siniestros que le han hecho perder toda su producción. «Los incendios en el fondo en esa zona han sido así frecuentes, cada 10 años van apareciendo un incendio que va a borrar todas las flores, o sea, afecta directamente al apicultor e indirectamente también porque matan la flora nativa y la flora nativa se demora mucho en crecer, entonces a los apicultores les es difícil volver a empezar otra vez y crecer, quedan, digamos, a un cierto nivel que le da la flora nomás que existe.»
Por su parte, don José Ortega apicultor afectado quien perdió su hogar en los incendios en Florida «Hubo el incendio, quedé con una familia y de ahí empecé a desarrollar, como he aprendido algo hice alguna recolección, hice núcleos para poder desarrollarme un poco más y de ahí logré tener cuatro familias, como te decía, las tenía en mi casa y la mayor afectación que tiene uno cuando yo quedé sin nada allá en el campo me las tuve que llevar a la casa y ahí las dificultades" explica.
El apicultor Horacio López nos comenta que "Las empresas forestales, a diferencia de lo que ellos dicen, no cuidan a los otros, nada. Les importa un pepino el asunto. Les importaba, no sé ahora, pero era un problema bastante serio ese. Llegan a un sitio y aplican químicos y no importa que a los lados vayan abejas, entonces el de al lado sufre porque mueren las abejas a causa del efecto químico. Y nadie responde eso bien"
Mientras que el apicultor Francisco Rivas del sector Periquillo en la comuna de Hualqui, fue de los primeros en ir a ayudar a bomberos y carabineros a hacer cortafuegos para evitar el avance del incendio de Omer Huet en febrero de 2023. Finalmente el incendio alcanzó su predio y aunque pudo salvar su casa, resultó herido y muchas de sus abejas murieron de hambre tras la devastación dejada por las llamas. "El monocultivo de las plantaciones forestales para nosotros ha sido muy dañino, muy invasivo, muy dañino, porque, vuelvo, de la miel que sacan las abejas de los nativos, es una miel muy rica, el aroma, el sabor, y la gente le encanta esa miel, yo he sacado aquí miel de nativo, pongámosle, y la pelotean esa miel, porque el sabor y el aroma, dicen don francisco, se nota, tiro la miel, dicen, del bosque nativo."
En la vecina comuna de Santa Juana la apicultora Mónica Bravo, nos comenta que «Los incendios en Santa Juana han sido feroces, personalmente yo perdí todo, perdí prácticamente la mayoría de mis abejas, de mis colmenas, cazas de todo, animales quemados, entonces todo eso conlleva al monocultivo que está tan cerca de nuestro poblado, muy cerca de nuestro poblado que debería existir unas leyes más rígidas que obliguen a los forestales a alejarse más de donde esté habitado, las casas, los campos, no se dan cuenta del daño inmenso y gigante que nos provocaron en general a todas las personas, perdimos familias completas, vecinos que conocíamos desde años murieron quemados, entonces es terrible lo que está pasando, y esto yo creo sinceramente que es todo a través del monocultivo que está demasiado cerca, no hay un control digamos, muy así, pero es exhaustivo para poder controlar las plantaciones en este caso de los monocultivos
Los pequeños propietarios y su nueva visión ante los monocultivos "Nos sentimos estafados"
En distintas zonas de la comuna de Florida se repite una idea entre los pequeños propietarios sobre la desazón de haber plantado monocultivos para obtener recursos económicos pero finalmente haber cosechado únicamente megaincendios y un altísimo riesgo para la vida y la propiedad.
Actualmente se deben esperar entre 12 a 15 años para cosechar, tras una plantación de pinos y eucaliptos. Sin embargo, debido a la expansión de los incendios, es muy probable que la superficie plantada viva algún incendio en ese periodo de tiempo. Esta realidad está provocando que muchos pequeños y medianos propietarios no quieran plantar monocultivo, porque es demasiada arriesgada la inversión y el daño que pueden provocar en sus predios.
Por lo mismo, urge replantearse en una diversificación de las unidades productivas tanto a escala familiar campesina como pequeños o medianos propietarios. La profundización del cambio climático, la escasez hídrica progresiva hace imperativo plantearse una adaptación que evalúe cuáles son las mejores y las peores coberturas se suelo que queremos tener en nuestro paisaje. La regeneración del bosque nativo, y el potenciamiento de la agricultura para la soberanía alimentaria son metas imprescindibles para un futuro próximo.