Israel y Hezbolá se vieron obligados a pactar un alto al fuego en el enfrentamiento que sostienen en el Líbano. La entidad sionista, obligada por la derrota que las fuerzas de Hezbolá le propinaron en la lucha cuerpo a cuerpo en el sur libanés, que ante los cobardes bombardeos indiscriminados sobre población civil por parte del Ejército israelí en Beirut y otras importantes ciudades, teme arriesgar su legitimidad social y capital político que excede a la población de origen chií del Líbano.
Por Joaquín Pérez
A las 03:00 am de este miércoles entró en vigor la tregua de 60 días entre Israel y la guerrilla de Hezbolá, intermediada entre otros por los primeros mandatarios de Estados Unidos y Francia. En los últimos dos meses al menos 3.700 libaneses han sido asesinados y otros 15 mil resultaron heridos productos de los ataques israelíes, efectuados principalmente contra civiles.
Para Hezbolá no debió ser fácil, las acciones emprendidas por la organización política de los musulmanes chiíes del Líbano se debieron básicamente a la urgente y solidaria respuesta de auxilio a la población palestina de Gaza masacrada por Israel.
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Hezbolá abrió un frente de combate en la frontera norte de Israel, precisamente para obligar al Estado sionista a dividir su Ejército y evitar que este se concentrara en Gaza, donde comete un brutal genocidio condenado por la Corte Penal Internacional.
Israel pensó que tras el descabezamiento de Hezbolá, luego del asesinato de sus líderes y la operación de los explosivos en bíper y woky tokys, que afectó a parte importante de la militancia de la organización chií, su nuevo intento de invasión al Líbano prosperaría, sin embargo, la guerrilla libanesa no solo logró detener a las fuerzas terrestres del Ejército israelí, propinándole significativas bajas, sino que además, mantuvo un bombardeo sobre las principales ciudades del norte de Israel e incluso sobre la capital Tel Avid.
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El primer ministro israelí, con orden de arresto internacional como criminal de lesa humanidad, Benjamin Netanyahu, presentó su renuncia momentánea a la invasión terrestre de Líbano como una forma de focalizar los ataques en Gaza y de mantener la presión sobre Irán, dándose el gusto de Bombardear barrios de Beirut cuando ya la noticia de que el alto al fuego se había alcanzado, circulaba por los principales medios internacionales.
Israel se retirará del sur del Líbano y cesan todos los ataques desde el Líbano contra Israel por parte de Hezbolá o cualquier otra organización.
El Ejército libanés toma control de su frontera sur, mientras que Estados Unidos dirigirá las negociaciones indirectas entre Israel y el Líbano para lograr una delimitación internacionalmente reconocida de la frontera terrestre entre ambos países.
El Gobierno del territorio de Gaza, encabezado por Hamás, reconoció el derecho del Líbano y Hezbolá de llegar a un acuerdo "que proteja al pueblo del Líbano y esperamos que este acuerdo allane el camino para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra de genocidio contra nuestro pueblo en Gaza".