Israel atacó en dos ocasiones torres de vigilancia de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas en Líbano, hiriendo a cuatro "cascos azules", nombre con que son conocidos los soldados de los diversos países que desarrollan funciones en estas misiones internacionales. Esto constituye otra grave violación al derecho internacional y un nuevo crimen de guerra cometido por el Estado sionista.
Por Joaquín Pérez
Este jueves, soldados israelíes que forman parte de las fuerzas que invaden el sur del Líbano, dispararon contra una torre de vigilancia de la FINUL, la misión de la ONU en Líbano, en la ciudad costera de Naqura, hiriendo a dos cascos azules de nacionalidad indonesia. Hoy, la escena se ha vuelto a repetir, con un tanque Merkava israelí que disparó contra una torre de vigilancia de la ONU, hiriendo a otros dos cascos azules de Sri Lanka.
La FINUL es una fuerza de la ONU compuesta por más de 10.000 soldados comandados por el general del Ejército español Aroldo Lázaro. Las tropas están compuestas por soldados de diferentes estados: siendo Indonesia e Italia los que aportan más afectivos, con 1.200 cada país. Por otra parte, Malasia aporta con 800 soldados, mientras que España y Francia lo hacen con 600 cada uno, más otros 300 irlandeses.
Te puede interesar | El Líbano, ¿Un nuevo Gaza? Ataques israelíes dejan más de 560 muertos durante bombardeos contra la población civil
El despliegue de la FINUL comenzó en 1978 por mandato de una resolución del Consejo de Seguridad y su misión es "mantener la paz" en la frontera entre Israel y Líbano. La última actualización de su mandato se produjo en agosto pasado.
Israel, al iniciar un nuevo intento de invasión del Líbano, comunicó a la ONU que retirase a sus cascos azules del sur del país árabe. Se trataba de una orden de evacuación similar a las que emitió en Gaza o en Líbano antes de atacar a la población civil.
El jefe de operaciones de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, exigió a Israel que respete el estatus de la FINUL y cese inmediato de sus ataques, en una alocución ante el Consejo de Seguridad efectuada ayer. Sin embargo, este viernes, Israel hizo caso omiso a la advertencia del Consejo de Seguridad de la ONU y volvió a atacar a la FINUL.
Los ataques del Ejército israelí a personal o instalaciones de la Naciones Unidas no es nuevo, ya bombardearon a personal e instalaciones para refugiados de la ONU durante el genocidio de Gaza que el Estado sionista perpetra hace ya más de un año.
Te puede interesar | Israel amenaza con invasión terrestre al Líbano mientras recrudece ataques en Gaza y Cisjordania
La UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, ha estado recurrentemente en el punto de mira de Israel, sus instalaciones y su personal ha sufrido constantes bombardeos, con un alto saldo de muertes, tanto de población refugiada como personal de la propia ONU en Gaza.
En esta misma línea, Israel confiscó el terreno en el que se encuentra la sede de la UNRWA en Jerusalén, un territorio que ocupa ilegalmente, lo que supone una nueva violación de las resoluciones de la ONU. La cuestión de los refugiados es un elemento central en el conflicto provocado por la colonización sionista de Palestina.
Agravando la acción, el Estado de Israel, anunció que, en los terrenos confiscados a la UNRWA en Jerusalén, se construirán 1.440 viviendas para colonos extremistas judíos, en una nueva violación de las resoluciones de la ONU.
Ayer jueves se registró un masivo bombardeo en el centro de Beirut que dejó 22 muertes y más de un centenar de heridos/as graves. Esto siguiendo la misma tónica de las semanas previas, con devastadores ataques con bombas antibunker de alto tonelaje GBU-31, lanzadas por cazabombarderos furtivos de quinta generación F-35 Lightning II y por cazabombarderos F-15I, la versión israelí del F15E Strike Eagle, ambos de fabricación estadounidense.
Estas bombas han sido lanzadas en el mismísimo centro de la capital Beirut, así como en el barrio de Dahiya en el suburbio sur, todas zonas densamente pobladas dejando hasta ahora un saldo de 2.083 muertes principalmente civiles, según una contabilización de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con el pretexto de atacar a los militantes de Hezbolá, Israel ejecuta sanguinarios bombardeos directamente en zonas civiles, tanto en el sureño valle de la Bekaa como en las grandes ciudades como Beirut y Tripoli. Precisamente, en un mensaje dirigido al pueblo libanés, este miércoles el genocida primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu amenazó directamente con «convertir Líbano en Gaza».
Foto principal: Ali Hashisho / Xinhua News