[resumen.cl] Tras un año de Genocidio en Gaza, el número de palestinos asesinados supera los 42.000 y 97 mil heridos graves. Se estima que un 70% de las víctimas son mujeres y niños. El 7 de octubre de 2023 los atentados de Hamas proporcionaron una excusa perfecta para que el régimen de Tel Aviv destruyera e invadiera toda la Franja de Gaza.

Un año después el Estado de Israel continúa bombardeando la Franja al mismo tiempo presiona con más represión, encarcelamientos, asesinatos selectivos y demoliciones de casas en la Cisjordania ocupada por su ejército. En tanto, en la frontera norte con el Líbano ha enviado tropas de invasión y atacado con cientos de toneladas de bombas el centro de la capital Beirut, el histórico Valle de la Bekaa, todo el sur del país y pasos fronterizos hacia Siria con el evidente objetivo de hostigar a las miles de personas que huyen del terror sionista hacia ese vecino país.

Son 12 meses de genocidio o limpieza étnica en vivo y en directo, pudiendo ser observada de manera impotente por toda la humanidad a través de internet. Este lunes 7 de octubre se cumple un año desde la sanguinaria represalia israelí contra toda la población palestina en la Franja de Gaza tras los atentados de Hamas que atravesaron la fortificada frontera y atacaron una base militar, comunidades agrícolas (kibutz) y un festival de música electrónica.

En los ataques que inicialmente fueron enfocados contra fuerzas militares de ocupación en las tierras palestinas usurpadas (300 militares muertos), también se registró la mayor cantidad de víctimas civiles israelíes en cualquier atentado previo, con muchas denuncias de ejecuciones arbitrarias y violaciones (800 víctimas fatales). Además 251 civiles israelíes y de una decena de países, incluyendo no solamente colonos sino también trabajadores agrícolas migrantes, fueron secuestrados y llevados al interior de la Franja como garantía para evitar una masacre como represalia, cuestión que le vino como anillo al dedo al gobierno de Netanyahu quienes comenzaron con la masacre en Gaza casi de inmediato.

Cabe recordar que existen testimonios recogidos por el diario israelí Haaretz, crítico al gobierno de Tel Aviv cada vez más extremista, que helicópteros artillados Apache habrían despedazado a una cantidad indeterminada de civiles israelíes que escapaban a pie y en vehículos del lugar del atentado de Hamas, presuntamente por no poder diferenciarlos de los militantes y aplicando el desalmado criterio de evitar una infiltración mayor al territorio ocupado por Israel, la denominada «Directiva Hannibal»

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Durante los siguientes días comenzó un ataque incesante con cazabombarderos, misiles y piezas de artillería de la armada y el ejército contra la población ya hacinada, con carencias alimentarias y sanitarias graves que por muchos años había sufrido un asfixiante bloqueo por parte de Israel que controla todos los accesos a la Franja incluyendo el paso con Egipto.

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A finales de octubre y tras recurrentes cortes de internet finalmente las tropas israelíes comenzaron el ingreso a la Franja, barriéndola de norte a sur, con una altísima tasa de asesinatos diarios mediante bombardeos indiscriminados y disparos por parte de las tropas de invasión que se desplazaban destruyendo barrio por barrio dejando únicamente escombros.

Desde el principio quedó claro que los atentados de Hamas y los rehenes eran un pretexto para el genocidio palestino o la limpieza étnica para hacerse con el control de Gaza. Ese primer mes registró casi 8 mil muertos y 20 mil personas heridas principalmente civiles, mujeres y niños, luego las cifras comenzaron a elevarse dramáticamente en las siguientes semanas donde las fuerzas sionistas cometieron prácticamente todos los tipos de crímenes de guerra contra civiles con un promedio de 130 personas asesinadas diariamente, informó la oficina local de Naciones Unidas, que también ha sido atacada y sus funcionarios asesinados, misma situación que han sufrido equipos de prensa, con colegas salvajemente asesinados en ataques indiscriminados.

A julio de 2024 al menos 18 periodistas habían sido asesinados o heridos gravemente aún portando distintivos de prensa, asesinados por drones.

En estos 12 meses hemos sido testigos de innumerables crímenes de guerra, muchas veces rayando en lo absurdamente sádico, siempre con el común denominador de la justificación de los ataques contra civiles mediante la instaurada narrativa israelí que se presenta como víctima y permea el discurso hegemónico de la OTAN, siendo replicada por los medios masivos en occidente.

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Los ataques contra la empobrecida, hacinada, hambrienta y sedienta población palestina se realizan con costosos equipos militares de alta tecnología, otorgando enormes réditos a las industrias armamentistas de EE.UU., Reino Unido, Alemania y Francia entre otras potencias. Recién esta semana Macron anunció el fin del envío de armas para el genocidio en Gaza y Netanyahu calificó sus declaraciones como «una desgracia».

El mundo ha sido testigo de como las autodenominadas Fuerzas de Defensa de Israel parecieran jugar con las cientos de miles de familias palestinas desplazadas, primero amenazándolas para obligarlas a dejar sus hogares, luego designándoles eufemísticamente como «zonas seguras» las mismas zonas que posteriormente bombardean masacrando civiles, mujeres y niños/as sin contemplación. Lo hacen sabiendo que los grandes medios repetirán sus propios partes militares donde con un lenguaje suave minimizan el daño y aseguran atacar solamente a militantes e infraestructura de la resistencia, que la mayoría de los casos no resulta ser como tal.

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Son pan de cada día los ataques con drones, cazabombarderos con bombas guiadas y también con las denominadas «bombas tontas» sin importar donde caigan. Miles de familias palestinas han sido pulverizadas junto con sus hogares por disparos a mansalva desde las posiciones de artillería y tanques sionistas, apoyados por su Armada emplazada disparando frente a las costas gazatíes.

Se utilizan normalmente armas prohibidas internacionalmente, como las bombas incendiarias de fósforo blanco que causan gravísimas quemaduras en sus víctimas.

Cabe destacar que solo en los primeros 100 días de este genocidio se desató un poder de fuego equivalente a varias bombas atómicas como la de Hiroshima sobre la empobrecida y aterrorizada población palestina.

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Hoy tras un año de limpieza étnica el conteo de muertes palestinas según cifras oficiales alcanza las 41.870 muertes, y la tendencia se mantiene ya que la mayor parte de estas víctimas fatales han resultado ser mujeres y niños.

Por otra parte, personas adultas mayores representan el 4% de las victimas del genocidio, a este 1 de septiembre 2.122 personas adultas mayores hombres y mujeres adultas mayores han sido asesinadas.

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Mientras tanto, más de 97.166 personas han resultado gravemente heridas. Cabe recordar también que miles de víctimas permanecen desaparecidas, algunas probablemente bajo los escombros de los bombardeos o en las carreteras entre los distintos poblados de la Franja. Todo en medio de una gran dificultad o la imposibilidad de que equipos de rescate se movilicen debido a los constantes ataques israelíes.

No cesan los bombardeos en Gaza y el Líbano.

Al menos 26 palestinos fueron asesinados este sábado en un ataque aéreo contra una escuela y una mezquita en el sector Deir el-Balah al centro de la Franja de Gaza.

Nuevos ataques contra el campo de refugiados de Jabalia se registraron este domingo.

Este domingo la Media Luna Roja suspendió operaciones debido a los ataques en la zona norte de la Franja de Gaza

También este domingo se han registrado fuertes ataques aéreos en el suburbio sur de Beirut. El pasado viernes aviones israelíes atacaron Trípoli, la segunda ciudad más grande del Líbano. Las muertes desde el inicio de la reciente agresión israelí contra el Líbano alcanzan las 2.023 personas, incluyendo 127 niños y 261 mujeres. Mientras que la cifra de personas heridas llega a 9.526

Imagen principal: Extraída de Agencia Palestina WAFA