[resumen.cl] Durante la tarde de ayer miércoles (09-03-16) en la ciudad de Linares, manifestantes realizaron una marcha en rechazo a la construcción de las centrales de pasada Centinela y El Castillo en la precordillera del río Achibueno. Además, marcharon con el objetivo de que la presidenta Michelle Bachelet cumpla la promesa realizada durante su campaña, de no permitir que la empresa Electroaustral intervenga esta zona prioritaria para la conservación de la biodiversidad.

Desde las 19:00 hrs. cerca de mil personas marcharon alegremente por el centro de la ciudad, por la calles Independencia y Maipú, finalizando su recorrido en la plaza de armas, donde además se realizaron presentaciones musicales y se recolectaron firmas para entregarlas a la presidenta Michelle Bachelet.

En 2013, Bachelet prometió en Linares que no se construirían las centrales en serie Centinela y El Castillo de la empresa Electroaustral. En mayo de 2015 el gobierno declaró la cuenca del río Achibueno como Santuario de la Naturaleza, sin embargo esta medida no lo protege de intervenciones mediante centrales hidroeléctricas. Hasta ahora, los proyectos continúan aprobados en el Servicio de Evaluación Ambiental, en un proceso donde se han denunciado una serie de irregularidades y desinformación para la población, principalmente en aspectos técnicos del proyecto, tales como dimensiones y forma de operación, además de los impactos ambientales de esta intervención en el ecosistema asociado al río Achibueno. Por otra parte, la línea de transmisión necesaria para el transporte de energía de las centrales, tambien se encuentra aprobada.

El titular de la empresa Electroaustral, el empresario Isidoro Quiroga, quien posee derechos de agua que le han dado millones de dólares en utilidades, también posee plantaciones de kiwi, inversiones mineras, salmoneras, y en el sector energético posee inversiones en Electroaustral en el río Achibueno, y en Pilmaiquén.

Mientras tanto, decenas de centrales hidroeléctricas de pasada buscan instalarse en ríos de la Cordillera de los Andes en la zona centro-sur de Chile. Estos proyectos suelen promocionarse como inofensivos para el ambiente, al compararse con la producción energética tradicional en base a combustibles fósiles o centrales hidroeléctricas con grandes embalses. Sin embargo, las centrales de pasada también generan impactos ambientales en la dinámica del río, en el hábitat de peces e invertebrados, en el paisaje y los bosques nativos, además de intervenir los espacios de las comunidades humanas que habitan los territorios permanentemente o de forma temporal. El incremento de la producción energética a costa de la modificación de ríos cordilleranos es una necesidad creciente para el Estado y el empresariado, que requieren el constante aumento de la producción minera, forestal, agroindustrial, servicios asociados al extractivismo y al comercio de estas materias primas en el mercado capitalista global.

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