[resumen.cl] En la sesión de la Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional se presentaron los conflictos que comunidades de la provincia del Biobío se encuentran enfrentando día a día. Entre estas, la oposición al proyecto hidroeléctrico de Central Rucalhue profundizó en las implicancias que arrastraría este proyecto y el rol que ha tenido la organización social.
A mediados de semana la Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional realizó una sesión y cabildo abierto en Santa Bárbara, provincia del Biobío, escuchando la exposición de diversas organizaciones sociales para contribuir al proceso constituyente.
En este contexto, Gustavo Ramos, integrante del Movimiento contra la Central Hidroeléctrica Rucalhue expuso sobre las problemáticas medioambientales que existen en Santa Bárbara, Quilaco y Alto Biobío , situando la presentación en puntos tales como el rol de las forestales en el territorio, las centrales hidroeléctricas -tres de las cuales ya han intervenido el río Biobío-, la exigencia de descentralización y el rol del aprovechamiento de aguas blindada por la Constitución heredada de la dictadura.
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En el lugar, Ramos dio cuenta de las diversas acciones que han levantado desde las comunidades para la visibilización y lograr el freno del avance de proyectos que arrastran un importante conflicto socioambiental, enfatizando en las implicancias que arrastraría la instalación de la que sería la cuarta hidroeléctrica en el río Biobío.
Revisa la intervención completa a continuación:
La polémica Central Rucalhue
Una amenaza latente es la que existe en Rucalhue, territorio ubicado entre las comunas de Santa Bárbara y Quilaco, ante las intenciones de una empresa china de instalar un nuevo proyecto hidroeléctrico que vendría a alterar el ya sobreintervenido Río Biobío. La comunidad local se opone a la empresa por los impactos socioambientales negativos a los ecosistemas y la población.
El proyecto de Central Rucalhue, que cuenta con su RCA aprobada desde 2016, pretende «una central hidroeléctrica de pasada con embalse, sin capacidad de regulación 'donde el caudal entrante es igual al saliente de la central'», siendo liderada por la empresa China International Water and Electric Corporation, filial del gigante China Three Gorges Corporation, misma empresa que construyó la hidroeléctrica más grande del mundo.
En este sentido, «considera la materialización de una presa aguas abajo de la confluencia de los ríos Biobío y Quilme, generándose un embalse que tendrá 6,5 km aproximados de extensión por el río Biobío y 1,2 km por el río Quilme y su superficie total será de 139 hectáreas que incluyen 72 hectáreas de los cauces actuales de ambos ríos».
Asimismo, sumado a las consecuencias ecosistémicas del proyecto, la población ha apuntado a diversas irregularidades de la iniciativa china en el territorio en términos de participación vinculante de las y los habitantes.
Actualmente, el proyecto no cuenta con la documentación necesaria para realizar obras en áreas específicas y en consecuencia para la intervención del Río Biobío, por lo que cualquier trabajo que se genere en estos lugares estaría en una fase de incumplimiento con la normativa legal.
El proyecto genera el rechazo de buena parte de la comunidad por sus impactos sociales y ambientales. Desde febrero hasta julio estuvo instalado un campamento de manifestantes para impedir se iniciaran las obras, el que fue desalojado por Carabineros ante la solicitud de la transnacional china, la misma que ingresó una querella criminal contra jóvenes movilizados. Además, diversas manifestaciones se han producido en Santa Bárbara, Quilaco y Concepción en defensa del río Biobío.