En una medida sin precedentes, el gobierno de Nueva Zelanda implementó una nueva política que prohíbe la entrada de soldados israelíes que hayan estado involucrados en las recientes operaciones militares en la Franja de Gaza. Desde que se intensificaron los ataques israelíes contra el pueblo palestino, la autoridad de Inmigración de Nueva Zelanda comenzó a exigir a los solicitantes de visa israelíes que proporcionen detalles sobre su servicio militar, incluidas las fechas, ubicaciones y unidades en las que sirvieron.

Las alarmas fueron encendidas justamente por personal militar sionista y medios de comunicación israelíes, que, en las últimas semanas, advirtieron de la prohibición de ingreso al país oceánico para sus militares. Desde el inicio de la avanzada sionista sobre territorio palestino, Nueva Zelanda determinó limitar el ingreso de quienes hayan estado o estén en actividad desde que se recrudeció el genocidio palestino, desde octubre de 2023 hasta la fecha, y que ha cobrado la vida de más de 40 mil civiles.

Los militares israelíes que deseen ingresar a Nueva Zelanda, deben completar un cuestionario detallado que indaga sobre su rango, funciones, número de identificación militar, así como si han estado involucrados en crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o abusos a los Derechos Humanos. La negativa de algunos israelíes a proporcionar esta información ha llevado a la denegación de sus visas, según informaron medios de la entidad ocupante. 

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Activistas propalestinos han aprovechado esta medida para lanzar la campaña «Línea Directa sobre Genocidio», con el objetivo de identificar a los soldados israelíes que se encuentran de descanso en Nueva Zelanda y presionar para que sus visas sean canceladas. La Red de Solidaridad con Palestina de Aotearoa, al sur de Nueva Zelanda instó a los ciudadanos neozelandeses a colaborar para localizar a dichos militares y asegurarse de que sea cuestionada su visa y permanencia en el país.

Además, la Fundación Hind Rajab, una organización de Derechos Humanos, presentó múltiples denuncias contra soldados israelíes en diversos países, como Argentina, Brasil y Tailandia, acusándolos de crímenes de guerra cometidos en Gaza. La postura de Nueva Zelanda se enmarca en un contexto internacional de creciente presión sobre Israel por las graves violaciones a los derechos humanos perpetradas en Gaza, las más aberrantes del último medio siglo.

Desde octubre de 2023, la arremetida sionista sobre territorio palestino, específicamente en Gaza, ha dejado más de 40 mil personas asesinadas, de cifra, más de 15 mil son niños y niñas.