Ante la inminente derrota militar de la OTAN frente a Rusia en la guerra de Ucrania, el pasado 20 de noviembre Estados Unidos y Reino Unido autorizaron la utilización de cohetes de largo alcance ATACMS y Storm Shadow contra territorio ruso. La respuesta rusa ha sido la mayor sorpresa militar en décadas, un arma cinética que deja atrás la era nuclear.
Por Joaquín Pérez
En la madrugada del 21 de noviembre, el cielo se abrió en la ciudad ucraniana de Dniéper, imágenes de video en redes sociales mostraron un ataque nunca visto, como si fueran rayos descendiendo desde el espacio. Precisamente, esa es la manera que caen las ojivas de un misil balístico pero esta vez solo la energía del impacto bastó para generar gran destrucción.
Media hora antes del ataque Rusia, anunciaba a Estados Unidos el lanzamiento de un misil de alcance medio no nuclear. Lo que se pudo presenciar, dejó perplejo a todo el mundo, un nuevo tipo de arma único en el mundo, un sistema de misiles capaz de alcanzar la velocidad de Mach 10 (180 kilómetros por minuto), de gran precisión, imposible de ser interceptado. Según informó el propio Kremlin, en el impacto producto de la energía cinética, se alcanzaría los 4.000º Celsius, en el epicentro de la explosión convirtiendo todo en polvo. (la temperatura de la superficie del Sol es de 5.500-6.000 ºC)
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Horas más tarde Rusia anunció el nombre de su nueva arma: el sistema Oreshnik que incluye capacidad de lanzamiento de misiles móviles terrestres y un misil balístico de alcance intermedio y con capacidad hipersónica que puede alcanzar la impresionante velocidad de Mach 10 mediante un motor cohete de combustible sólido. Un sistema basado en tierra a diferencia del también misil hipersónico Kinzhal que es desplegado desde cazabombarderos pesados.
El alcance de Oreshnik se estima entre 3000 y 5000 kilómetros por lo que esta clasificado en el tipo de misiles de alcance medio, desarrollados después de abandonar el tratado con EE.UU. El misil balístico posee capacidad de reentrada múltiple, es decir capacidad de desplegar varias municiones que caen desde el espacio a altísima velocidad, prácticamente imposibles de interceptar, como la mayoría de los misiles balísticos intercontinentales o de medio alcance.
Debido a la altísima velocidad de impacto del Oreshnik, no se requiere detonar una carga para destuir el objetivo con precisión. Sin embargo igualmente puede cargarse con una ojiva nuclear. Su impacto cinético, de ser utilizado en forma masiva, podría generar la misma o mayor destrucción que un arma nuclear táctica, pero aparentemente sin radiación.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que sólo un círculo ultra restringido sabía de este nuevo proyecto, el propio Putin desconocía el proyecto hasta solo días antes de ser empleado.
Rusia es el único país en el mundo que ha mostrado en el campo de batalla la utilización de misiles de velocidad que alcancen velocidades hipersónicas y las mantengan como velocidad de crucero, tales como: Kalibr, Sarmat, Khinzal, Zircon o Avangard. Otros países como China e Irán han anunciado también poseer tecnología para que sus misiles alcancen velocidades hipersónicas, pero ello no ha sido demostrado en terreno, Estados Unidos y las potencias occidentales por su parte carecerían aún de esta tecnología.
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La utilización de Oréshnik por parte de Rusia, cambiaría completamente el equilibrio de fuerzas en el plano militar en el mundo, según fuentes rusas también podría ser usado a escala intercontinental y en cuestión de minutos, sin ser detectado ni detenido, podría impactar en cualquier objetivo militar de cualquier país occidental, incluidos búnkers profundos de resguardo para la guerra nuclear.
Hoy Rusia cuenta con un arma capaz de alcanzar en minutos a cualquier portaaviones de las naciones de la OTAN. Podría atacar a todas las bases militares imperiales de Estados Unidos extendidas por el mundo (más de 800), o llegar hasta los búnkeres subterráneos más protegido. Podría destruir plataformas de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales, antes de que sean disparados. Por no mencionar el cuartel general de la OTAN en Bruselas, o la base Aegis Ashore en Redzikowo (Polonia), el centro de fuerzas conjuntas de la OTAN en los Países Bajos, el mando sur de la OTAN en Nápoles, todos en cuestión de minutos, con un misil como Oreshnik incluso sin ojiva nuclear podría ser capaz de reducirlos a polvo en un instante, después de volar durante unos minutos a más de Mach 10.
Los cálculos ya están hechos. Oreshnik puede alcanzar Berlín en 11 minutos y Londres en 19 minutos. Oreshnik puede alcanzar la base aérea estadounidense de Qatar en 13 minutos; lanzado desde la península de Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso, puede llegar a la base militar de Guam en medio del Pacifico en apenas 22 minutos; y lanzado desde Chukotka, puede alcanzar los silos reforzados para los misiles intercontinentales de Estados Unidos en Montana en 23 minutos.
Este jueves 28 de noviembre Putin anunció al mundo que la producción en serie del nuevo misil Oreshnik ha comenzado.