Nueve días han transcurrido del asesinato del estudiante David Toro Córdova, acribillado por un carabinero con una subametralladora UZI, en medio de un control policial en San Antonio. Desde su familia exigen justicia, acusando total desproporcionalidad en el procedimiento efectuado contra tres jóvenes desarmados y sin antecedentes. Confirmaron a RESUMEN que se querellarán por el homicidio del joven de 19 años, mientras que desde Fiscalía informaron que el funcionario policial se encuentra en calidad de imputado. Cabe señalar que, tras la aprobación de la Ley Gatillo Fácil, el uniformado podría alegar legítima defensa privilegiada, por lo que se exculparía de los cargos.

Por Juan Contreras Jara

El asesinato del joven de 19 años de edad ocurrió el pasado 8 de abril en Llolleo Alto, en San Antonio, sector desde donde testigos y familiares han indicado total ensañamiento en el actuar policial, que terminó con un fallecido y dos personas brutalmente golpeadas por personal de Carabineros. El hecho ocurrió dos días antes de que el presidente Gabriel Boric promulgara la controversial Ley Gatillo Fácil (Ley Naín-Retamal), criticada, entre otros, porque podría permitirle al uniformado acreditar legítima defensa privilegiada y, por ende, exculparse del hecho.

Álvaro Toro Alegría, padre del joven David Toro Córdova, hizo hincapié a RESUMEN en que, "a mi hijo le dispararon con el auto ya detenido y de frente. Hay testigos que dicen que se puso sobre el capot apuntándole y le disparó. Cuando lo sacaron del auto lo tiraron al piso y le pisaron la cara". Desde la familia del estudiante se han contactado con una serie de testigos, que según indican, serían parte de la querella que preparan contra el funcionario de Carabineros.

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"Ellos no tenían armas, no son delincuentes, Carabineros tendría que haberlo bajado del vehículo y haberlo arrestado o cursarle un parte por no tener licencia, ¿pero usar un arma contra jóvenes sin armas? No me cabe en la cabeza como mataron a uno y golpearon a dos», expresa Toro.

Un control policial que terminó con carabineros disparando una UZI y las versiones que se contraponen

Desde la familia del joven asesinado apuntaron al general Yáñez y a los grandes medios de comunicación por haber justificado el homicidio, apoyándose en la versión policial de un supuesto intento de atropello, sin que hubiese hasta el momento una investigación que lo acreditara. «Se habló de antisociales, de delincuentes. Nosotros no somos una familia de delincuentes ni una familia de traficantes, somos una familia humilde que viene de abajo que trata de dar una buena crianza», señaló el padre del joven abatido. 

Debido al revuelo mediático que causaron las tres últimas bajas de Carabineros, la versión policial que planteaba un supuesto intento de atropello en el caso de David Toro fue ampliamente reproducida por los medios hegemónicos, pese a la falta de antecedentes y las discordancias con las versiones de testigos y de los propios acompañantes del auto, enfatizan desde su familia.

«No se imagina la gente todas las barbaridades que hablaron. Nos trataron de delincuentes, de banda criminal. Es de otro mundo, tenemos un vacío interno en la casa, porque sabemos que no va a llegar», relata Álvaro Toro.

Además relata que, tras comprar en un negocio, fueron dos las patrullas que se acercaron a su hijo luego de que éste echara a andar. Fue en ese momento que, «el carro policial golpeó el auto de David, el copiloto abrió la puerta al bajar y se golpeó la pierna, porque nunca hubo un policía arrollado, mi hijo nunca se dio a la fuga y si se hubiera dado a la fuga, le habrían disparado por detrás. Estaba el vehículo ya detenido y el policía le disparó de frente. El parabrisas, al lado del chofer está dañado con la ráfaga de tiros de frente». 

Fotografía sacada por testigos que muestras la posición de los disparos. Imagen enviada a Resumen por la familia de David Toro

Con respecto a la aplicación de la defensa privilegiada, figura de la que podría valerse el funcionario policial, actualmente imputado, para exculparse de los hechos, deben cumplirse razonamientos que den cuenta del riesgo de muerte de los uniformados, pero esto aún no es corroborado. Es decir, cabe la posibilidad de que no logren acreditar la brutalidad del procedimiento. Lo anterior, luego de que la propia ministra del Interior, Carolina Tohá, expresara que debe esclarecerse aún «qué objetivo tuvo el disparo».

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Frente a esta situación, el padre del joven acribillado hizo hincapié en que, «si mi hijo hubiera atropellado al funcionario, le hubiera quebrado algo, habría lesiones graves, pero son solo contusiones. Se ha visto al general Yáñez ir a visitarlo al hospital y no está conectado a un respirador automático o algo por el estilo. Al supuesto atropellado lo llevaron en un carro policial, sin siquiera prestarle primeros auxilios, pero se supone que estaba grave y a mi hijo me lo rematan con una UZI».

Los dardos contra Carabineros y la querella que se avecina 

Tras lo sucedido, hace ya casi 10 días, la familia de David Toro asegura que no cesarán en la búsqueda de responsabilidades al interior de la institución policial, acotando que, «la acusación va en contra de Carabineros y sus altos mandos, a quien resulte responsable, que haya dado la orden de que dispararan contra las personas que fueran a fiscalizar. Tanto el que disparó como quien autorizó utilizar armamento UZI, tiene que hacerse responsable de los hechos». 

Álvaro Toro Alegría adelantó que este lunes se reunirán con representantes del INDH en la región de Valparaíso, organismo con el que preparan acciones legales en contra del funcionario policial.

Con respecto a la puesta en marcha de la Ley Gatill Fácil, promulgada dos días después del asesinato de David Toro, desde su familia comentan que «la ley aun no se legalizaba y ya andaban en la calle con una UZI. No vamos a comparar a asesinos que andan en un vehículo asaltando con tres jóvenes, golpeados, y mi hijo asesinado».

La familia Toro Córdova es enfática al exigir «justicia hasta el final, que paguen los que tengan que pagar y que revisen la ley nuevamente, que ven un tipo de castigo correspondiente al acto y al momento de los hechos. En ningún momento, estos tres chicos, recién mayores de edad, amenazaron a Carabineros, en ningún momento, por eso le pido al Gobierno, a que se pongan las pilas y actúen de acuerdo a lo que hay en la escena. Delincuentes que andan haciendo portonazos, ellos andan con armas, no tres cabros que andan con un pito en los bolsillos».