Con una millonaria inversión y un historial de conflictividad a cuestas, la empresa Aclara ingresó su Estudio de Impacto Ambiental con el que busca extraer 1.700 toneladas anuales de concentrado de tierras raras en Penco. Mientras, organizaciones refuerzan el hecho de que, además de profundos cuestionamientos levantados durante los últimos meses, la decisión de la comunidad que votó en una consulta ciudadana en febrero de 2022 fue un «No a la minera».
Por J. Arroyo Olea
La tarde del último día hábil de abril, la empresa Aclara ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental su estudio con el cual busca que se apruebe la explotación de tierras raras en los cerros de la comuna de Penco.
Luego de más de un año que se retirara el último Estudio de Impacto Ambiental, la empresa presentó su proyecto con una inversión de US$130 millones, más del triple que la vez anterior.
Anteriormente, Aclara informó que el proyecto lo ingresaría el segundo trimestre de 2023, lo cual se da en un contexto de permanencia de críticas contra la iniciativa minera, la cual tuvo su última cercanía general con la población en un proceso de casas abiertas duramente cuestionadas por la comunidad.
En tres de cuatro de estas actividades se registraron manifestaciones en contra del proyecto minero, de las cuales una se realizó al interior de la Universidad San Sebastián en Concepción, y se permitió el ingreso solo a personas vinculadas a la institución educativa.
En concreto, el proyecto tiene por objetivo «la construcción y operación de una faena minera y una planta de procesamiento con una capacidad para procesar hasta 320 ton/hora de mineral y producir del orden de 1.700 toneladas anuales de concentrado de Tierras Raras». En este sentido, con una vida útil de 17 años, la empresa pretende generar seis zonas de extracción de tierras raras y dos de disposición. Al cierre de esta nota, el expediente disponible en el sitio web del SEA indicaba que el proyecto se encuentra «En Admisión».
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El proyecto minero ya cuenta con un historial de conflictividad de larga data. Durante las últimas semanas, las críticas se han concentrado no solo en la presencia de financiamiento proveniente de paraísos fiscales, sino que también en el hecho de que se clavaron especies nativas que son monumentos naturales en peligro de extinción. Esto último, sin siquiera el conocimiento de la Corporación Nacional Forestal.
De parte de las organizaciones sociales ya se encuentran revisando el estudio ingresado por la empresa y apuntando al fortalecimiento de estrategias que vayan en defensa de la comuna.
Ejemplo de aquello ha sido la campaña Parque para Penco, la cual busca transformar el sector de El Tranque (Fundo Coihueco) en un parque comunal, debido a la importancia natural y para la vida de la población pencona como también intercomunal.