Mi nombre es Carolina Jara Montecinos. Soy titulada de Pedagogía en Español de la Universidad de Concepción. Recuerdo haber presenciado y estado en cientos de marchas y protestas, en las cuáles teníamos  que correr y ser parte de ellas porque era imposible estando dentro del campus no ser partícipe de las luchas sociales y conocer y fundirse con esta joven rebeldía. Todos tenemos distintas formas de luchar y de demostrar nuestra rabia contra este sistema.

Hoy 11 de septiembre pienso en mi primo, que fue detenido en su casa, junto a otros 12 menores de edad y jóvenes, el lunes 7 de septiembre recién pasado, por supuestos desórdenes cometidos dentro de la UdeC en febrero y marzo de este año 2020.

Mi primo es un preso político; la querella en contra de estos menores y jóvenes está concertada por la Universidad de Concepción y la Intendencia, en conjunto. Dos gigantes contra 12 jóvenes, algunos de 15 y 16 años inclusive.

¿Que pensará el rector de la Universidad Carlos Saavedra de esta situación? ¿Tendrá algo que decir, o simplemente sigue las órdenes, para poder seguir con sus alianzas políticas hechas con el cuestionado gobierno actual, a costa de que jóvenes vayan a la cárcel?

No voy a permitir discursos moralistas de que estos jóvenes son delincuentes y tienen que pagar, por qué sabemos muy bien quienes van a las cárceles, sabemos muy bien que hay delincuentes sentados en sus tronos dirigiendo leyes que criminalizan el legítimo derecho a la protesta.

¿Quien no ha despertado un día queriendo que se acabe todo este sistema de inequidades, dónde algunos comen caviar en sus oficinas mientras otros almuerzan una taza de té en el más miserable abandono por parte del Estado?

Tengo una pena inmensa. Mi alma Mater, mi querida Universidad encarcelando a menores y jóvenes, que parece que por no ser estudiantes de la Universidad no importa que su futuro se vea truncado, siendo encarcelados sin ninguna consideración. ¿Ese es el «desarrollo libre del espíritu» de una entidad dedicada a la formación de jóvenes?, ¿apagar las «antorchas que encienden las almas»?

El gobierno con la complicidad de la Universidad de Concepción encarcela a jóvenes luchadores sociales y los criminaliza por luchar.

Que confianza y orgullo genera cantar este hermoso himno cuando eres estudiante, que decepción darse cuenta que no era más que un buen texto.

"Por el desarrollo libre del espíritu
universitarios arriba, arriba, de pie
la idea es antorcha que enciende las almas
y es flecha que toca los astros, la fe.
Siempre en las alturas puesto el pensamiento
y arca de heroísmo hecho el corazón.
¡cantemos!, ¡cantemos!
y llenen la boca del viento
las líricas voces de nuestra canción.
Por el desarrollo libre del espíritu
universitarios arriba, arriba, de pie".

Himno de la Universidad de Concepción, 1938

Foto de referencia. Extraída de https://wallhere.com/pt/wallpaper/979817