Reportan daño a cultivos y proyectan despidos en exportadoras de fruta tras granizada en la zona central

[resumen.cl] A principios de esta semana, una intensa granizada cayó sobre parte de la zona central de Chile, afectando a ciertos cultivos de exportaciones de frutas entre O’Higgins y la Araucanía. Según señalaron los propios empresarios y agricultores del rubro, las pérdidas de su producción esperada serían considerables. Por su parte, el ministro de Agricultura rápidamente salió a anunciar que el sector de empleos en las faenas de cosechas sería el que se vería inicialmente afectado.

En la tarde de este lunes, intensas precipitaciones en forma de granizos sobre la región de O’higgins y del Maule, donde los granizos afectaron los cultivos frutales de cerezas, manzanas, peras, duraznos, ciruelos, arándanos y otros, principalmente destinados al mercado de exportación. Según señaló TVMaule tanto pequeños como medianos productores y los empresarios de frutas y hortalizas de la provincia de Linares se vieron afectados. Mientras tanto, dirigentes de los agricultores y empresarios aseguraron que presentan perdidas totales y realizaron un inmediato llamado para buscar una extensión de créditos para sus mercados extranjeros.

Según habían indicado a Cooperativa algunos agricultores del sector exportador, la baja en la producción podría oscilar entre el 60% y un 10%. Según señaló a Emol Ronald Brown, presidente de la asociación de exportadores de fruta de Chile (Asoex)  los propios equipos técnicos de las empresas exportadoras ya estarían evaluando más detalladamente consecuencias de las precipitaciones en su producción en la zona.

 

Foto: Ministerio de Agricultura

 

Asimismo, el comité de cerezas de Asoex señaló que retrasará su pronóstico acerca del impacto del evento climático, hasta la próxima semana. Inicialmente estimó una disminución de un 5% en exportaciones de esta fruta. Con respecto a la uva de mesa, señalaron que el impacto esta muy focalizado dentro de la región de O’Higgins. Otros impactos en los cultivos también estarían focalizados en zonas donde se concentran estos cultivos en las provincias de Linares

Se corta el hilo por lo mas delgado: Ministro de Agricultura ya anunció próximos cierres de empleos

Inicialmente, durante la mañana del martes el Ministro de Agricultura Antonio Walker señaló a Emol que  que «Los huertos, al ser granizados, van a tener que dejar su producción para el mercado interno y no van a poder exportar» Además, agregó que «aquí estamos viendo que vamos a perder puestos de trabajo, va a haber un efecto en el empleo y también en las cosechas».

Más tarde el ministro señaló a ADN Radio que «estamos hablando de pérdidas por 100 millones de dólares solo en cerezas y arándanos», aunque comentó que «en el mercado interno no hay ninguna posibilidad que suba el precio porque es la fruta que se deja de exportar».

El sector de cosecha y envasado de la fruta ha presentado históricamente una alta precariedad laboral, bajos salarios en general, alta variación de los sueldos por zonas y por temporadas, alta inestabilidad laboral, extensas jornadas laborales, contratos por faena, escasa sindicalización, vulneración de derechos, exposición a químicos tóxicos y potencialmente peligrosos para la salud, entre otras.

 

La fragilidad de la agroindustria de la fruta ante los próximos escenarios climáticos

Una situación similar se vivió el año pasado, según consignó Diario El Centro. Y asimismo en temporadas anteriores, las lluvias fuera de temporada y eventos de precipitaciones sólidas como el granizo, han develado la fragilidad de la agroindustria de exportación ante probables escenarios climáticos futuros para las próximas décadas.

Cabe recordar para América del Sur, existe un consenso general en torno a que los principales cambios que se proyectan para para las próximas décadas son: un incremento en las precipitaciones de verano sobre la zona subtropical suroriental del continente; una reducción de las precipitaciones de invierno sobre la mayor parte del continente; y una reducción de las precipitaciones en todas las estaciones a lo largo de la sección sur de la Cordillera de los Andes, es decir, la zona centro-sur de Chile. Esta zona precisamente podría sufrir un progresivo mayor estrés por déficit hídrico, como la ocurrencia de eventos de precipitación intensa.

 

Monocultivos agrícolas en la provincia de Linares

 

Con respecto a la adaptación de la agricultura y la agroindustria, varios sectores coinciden en que los pequeños y medianos agricultores son quienes se verán principalmente afectados, en cambio la agroindustria tiene mayores probabilidades de mantener su producción y sus mercados por una eventual mayor inversión en infraestructura y logística. Como la agroindustria y la academia científica saben que para las próximas décadas, la zona centro sur de Chile se proyecta como más calurosa, menos lluviosa, menor disponibilidad de agua y mayores eventos de precipitación intensa o tormentas, buscan aplicar experimentales medidas de mitigación ante los daños que puedan generarse por la acción del clima.

Desde hace casi una década, investigadores en la región de O’Higgins buscan desarrollar cultivos junto a programas de mejoramiento genético de porta injertos para adaptarlos al cambio climático. Mientras tanto, otros investigadores buscan desarrollar mallas selectivas a la luz con filamentos de polietileno de alta densidad

Aunque empresarios también busquen rechazar los mayores costos en infraestructura, parecieran no tener alternativa ya que requieren estas medidas para poder mantener ciertas condiciones y calidad de la fruta que les piden para su comercialización en el mercado exterior. Sin embargo, estas medidas para proteger cultivos también pueden y deben ser implementadas en un contexto de cambio climático, con apoyo a pequeños agricultores y cultivadores que también se vean afectados. Especialmente a aquellos que mantengan una producción más limpia de agroquímicos y busquen satisfacer necesidades de la población local, apuntando hacia una soberanía alimentaria.

Hasta ahora, con el mercado exportador como única alternativa impuesta, tanto empresarios como agricultores ven como una desgracia para sus utilidades que la fruta se quede en el mercado interno, o que se haga jugo. Los trabajadores y trabajadoras de la temporada de cosecha, cuyas condiciones han sido históricamente precarias, nuevamente son los primeros desplazados en la prioridad empresarial. Sin embargo una eventual mantención de la estabilidad de ciertos cultivos frutales y los ecosistemas que los sustentan también podría ser fundamental para mantener no solo una posible soberanía sino que la más básica seguridad alimentaria para la población.

 

Fotografía principal: cooperativa.cl

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