Hasta este viernes, al menos 23 migrantes murieron tras el intento masivo de más de 2.000 africanos por cruzar las rejas de la frontera de Melilla, cifra dada a conocer por las autoridades marroquíes de la zona: «Se han registrado cinco muertos más entre los asaltantes de la valla fronteriza de Melilla», informaron fuentes al diario marroquí ‘Nadorcity’. Sumados a los 18 muertos ya informados el día anterior, el número de víctimas fatales se eleva a 23 personas.

Por Adrián Ríos Pincheira 

Del lado español de la frontera, la ciudad de Melilla, esta embestida ha dejado al menos 49 agentes de la Guardia Civil heridos levemente, así como 57 migrantes, de ellos tres han sido internados en el Hospital Comarcal de Melilla. De la misma forma, los disturbios causaron que cuatro vehículos policiales hayan sido dañado.

Por otra parte, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) de Nador, a través de la red social Twitter asegura que el número de muertos asciende a 27. «Un balance catastrófico que demuestra que las políticas migratorias son letales. AMDH Nador exige la apertura de una investigación para determinar responsabilidades», manifestó la organización.

Los hechos se precipitaron luego de que un grupo de aproximadamente 500 migrantes de países subsaharianos lograron acceder a Melilla rompiendo los accesos al puesto de control fronterizo del denominado Barrio Chino, así como saltando por los tejados del sector para entrar a la ciudad española.

Se trata de la primera entrada masiva desde la normalización de las relaciones entre España y Marruecos, producida este abril tras el cambio de posición del gobierno de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental, coincidiendo con la cumbre de la OTAN en Madrid, este 29 y 30 de junio.

Lamentablemente, y como ocurre en muchos lugares del mundo, las crisis migratorias son utilizadas por los distintos regímenes políticos para presionar a sus contendores, incluso provocando tragedias como la conocida en Melilla.

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Fotografía principal: El País