Los países y gobiernos que tradicionalmente carecen de una política exterior propia y han hecho seguidismo de la política exterior norteamericana, son brutalmente desnudados y humillados por Trump, tanto en América Latina, luego del inicio de negociaciones con Nicolás Maduro, como ahora en Europa, luego del inicio de conversaciones entre Trump con Putin para poner fin a la guerra de Ucrania.
Por Joaquín Pérez
Los gobiernos europeos se enteraron ayer por la prensa de los telefonazos entre Trump y Putin para iniciar conversaciones que pongan fin a la guerra de Ucrania, hasta hace solo unos meses la anterior administración norteamericana impulsaba a los estados europeos a un régimen de guerra contra Rusia, que implicara un cada vez mayor involucramiento en el conflicto armado. Los gobernantes europeos daban muestras de obediencia total, tomando medidas y declaraciones anti rusas. Hablar de negociaciones con el "dictador" Putin era en la práctica una traición a esa Ucrania que combatiría hasta el último hombre.
Hoy, tras la llamada de Trump a Putín, todos sacan declaraciones de apoyo a abrir negociaciones que terminen con el conflicto, incluido el propio líder Ucraniano, quien ha dicho sí jefe, ante la llamada de Trump.
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Es muy triste que los términos para la paz sean prácticamente los mismos de los acuerdos alcanzados en las negociaciones en Turquía, a los que los ucranianos fueron obligados a renunciar por parte de la OTAN. Años después firmarán lo mismo o algo peor para ellos, pero con el agregado de tener un país destruido con millares de muertos y mutilados.
Europa por su parte, involucrada en esta guerra por Estados Unidos, pagó altísimos costos, los atentados a los gaseoductos y el bloque económico a Rusia, significó el derrumbe de la economía europea, que vio elevar sustantivamente los costos de la energía y con ello, la pérdida de competitividad de toda su industria, además del tema social de recibir millones de refugiados ucranianos.
Hoy, Trump les hará pagar los costos de la reconstrucción de ucrania y probablemente otros costos más que deriven de este acuerdo.
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Lo de Europa es una humillación y vergüenza histórica para sus gobiernos y su política internacional, han sido ninguneados por Trump, en esta administración los Estados Unidos trata a sus "países amigos" o vasallos o siervos, los golpea y los humilla, sin tener ningún empacho ni culpa.
Pero esto no ha sido así solo en Europa, también en Latinoamérica. Es cuestión de mirar a Milei, que baja los aranceles a las importaciones, mientras Trump les sube los aranceles a las importaciones de acero y aluminio argentino en un 25%.
Milei incautó un avión venezolano siguiendo las políticas de bloqueo norteamericanas y hoy, Trump reabre el cielo de los Estados Unidos a la línea aérea estatal de Venezuela, para los viajes de retorno al país de los emigrados, en lo que Maduro a definido como la "Misión vuelta a la Patria".
Hay que reconocer que no solo Milei hace el ridículo en el plano diplomático. Nuestro país también ha escalado la confrontación con el gobierno de Venezuela, incluso después de que Trump iniciara el diálogo con Maduro.
Los que han aceptado ser peones de Estados Unidos en el tablero geopolítico internacional, no pueden esperar más que nuevas humillaciones y más vergüenzas de parte de esta nueva administración de la Casa Blanca.