[resumen.cl] La movilización contó con la amplia presencia de habitantes de la región del Biobío en defensa del río que pretende ser nuevamente intervenido con una central hidroeléctrica en Rucalhue a través de una filial del gigante hidroeléctrico China Three Gorges Corporation. Mientras, la conflictividad se mantiene latente en el territorio.
Desde la mañana de este sábado una gran cantidad de personas se convocó en la entrada de la comuna de Santa Bárbara ante el llamado de organizaciones socioambientales de la provincia del Biobío que se encuentran luchando contra la instalación del proyecto de central hidroeléctrica Rucalhue.
La manifestación se enmarca en las expresiones de resistencia a la intervención del río Biobío, el cual cuenta con previa presencia de icónicas centrales hidroeléctricas como Ralco, Pangue y Angostura, todas estas con una profunda carga de conflictividad social.
Ante esto «Biobío Libre» fue la consigna que acompañó a las comunidades durante toda la movilización, la cual contempló su paso por el conocido puente hacia la comuna de Quilaco.
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La movilización se da tras el avance de las decisiones amedrentadoras contra los grupos en defensa del río Biobío, las cuales han sido lideradas por una empresa filial del gigante eléctrico China Three Gorges Corporation, propietaria de la hidroeléctrica más grande del mundo.
De esta forma, la masiva marcha en la provincia del Biobío viene a reafirmar el compromiso con la defensa irrestricta de los ecosistemas ante el avance de proyectos que no cuentan con el respaldo de las y los habitantes de los territorios, sumado a diversas irregularidades y amedrentamientos que ya han sido denunciados por la población.
Asimismo, la movilización contó con un gesto de apoyo político desde la región Metropolitana, donde un grupo de personas se manifestó en las cercanías de la Plaza de la Dignidad en defensa de Rucalhue.
En la movilización también se hicieron presentes distintas organizaciones para acompañar la visibilización de conflictos en la provincia del Biobío. Tal es el caso de vecinas y vecinos que se encuentran con conflictos ante el avance de gran cantidad de proyectos de parques eólicos donde se ha cuestionado el supuesto proceso de transición energética bajo el cual las empresas justificarían su presencia, enfatizando en las irregularidades que estas presentan, los efectos por su cercanía a las viviendas y la finalidad última de la producción energética.
El gigante chino en el Biobío: La criticada Central Rucalhue
Una amenaza latente es la que existe en Rucalhue, territorio ubicado entre las comunas de Santa Bárbara y Quilaco, ante las intenciones de una empresa china de instalar un nuevo proyecto hidroeléctrico que vendría a alterar el ya intervenido río Biobío. La comunidad local se opone a la empresa por los impactos socioambientales negativos a los ecosistemas y la población.
La conflictividad en el territorio ha sido sostenida luego que en la empresa China International Water and Electric Corporation, la cual es filial de la gigante China Three Gorges Corporation, ingresara una querella contra jóvenes que se han levantado en defensa del territorio, considerando entre estas acciones la instalación de un campamento en el lugar donde la empresa pretende instalar la hidroeléctrica, el cual fue desalojado a fines de julio tras cinco meses de ocupación.
La querella en cuestión, donde la representación de la empresa judicialmente la tomó el abogado Eduardo Gaspar Soto Delgado, mientras que el representante legal de la empresa es Cai Yunpeng, forma parte de la lógica de criminalización sostenida durante la post-dictadura chilena en los procesos de resistencia en la provincia del Biobío, como lo fue el caso de los conflictos a partir de las centrales Ralco, Pangue y Angostura.
El proyecto de Central Rucalhue, que cuenta con su RCA aprobada desde 2016, pretende «una central hidroeléctrica de pasada con embalse, sin capacidad de regulación "donde el caudal entrante es igual al saliente de la central"».
En este sentido, «considera la materialización de una presa aguas abajo de la confluencia de los ríos Biobío y Quilme, generándose un embalse que tendrá 6,5 km aproximados de extensión por el río Biobío y 1,2 km por el río Quilme y su superficie total será de 139 hectáreas que incluyen 72 hectáreas de los cauces actuales de ambos ríos».
De igual forma, contempla «un área de protección del embalse, correspondiente a 28,5 hectáreas adicionales distribuidas en ambas riberas, sumado al embalse esto significan 167,5 hectáreas totales de las cuales un 42% son parte del actual cauce».
Avaluado en US$240 millones, el proyecto pretende generar una «potencia total instalada es de 90 MW y una generación media anual estimada de 465 GWh», siendo ampliamente cuestionado por las comunidades, quienes han acusado anteriormente al diputado y excandidato (autoproclamado) presidencial Pablo Vidal como quien generó lobby con la empresa para su eventual materialización.
Asimismo, sumado a las consecuencias ecosistémicas del proyecto, la población ha apuntado a diversas irregularidades de la iniciativa china en el territorio en términos de participación vinculante de las y los habitantes.