Desalcoholización del vino, la mercadotecnia que tiene en jaque a la pequeña vitivinicultura

Las solicitudes de información que viñateras y vitivinicultoras redactan a diversas instituciones respecto al uso de recursos públicos y al cumplimiento de normativas en torno a la producción vínica del país parecen ser vívidos documentos históricos del futuro, leerlas induce a imaginar cómo se desenvuelve un jaque mate a la pequeña vitivinicultura en aras de las grandes viñas, que no han entregado siquiera un peón y avanzan en un tablero que parece diseñado a merced de sus controladores.

Aniceto Hevia

Quienes redactan estas misivas renuncian a recibir «la notificación mediante carta certificada», prefiriendo el correo electrónico, y declaran integrar un colectivo con «menos productores, menos hectáreas, más viejos y más pobres», al tiempo que denuncian diversos incumplimientos a la Ley Nº 18.455, que fija normas sobre la producción, elaboración y comercialización de alcoholes etílicos, bebidas alcohólicas y vinagres.

Nuvia Ortiz San Martin, presidenta de la Asociación Gremial de Pequeños Viñateros del Itata por Precios Justos, es una de las redactoras de estas comunicaciones. El pasado 11 de febrero, antes de solicitar algunos datos y, sobre todo, compromisos a la municipalidad de San Nicolás describió el escenario en que se encontraban:

«Estamos ad portas de una nueva cosecha y todavía sin poder recuperarnos de la catastrófica vendimia del 2024 donde Concha y Toro pagó $100 por kilo de uva cepa francesa fina como Cabernet Sauvignon, ni 1/3 de los costos de producción que sobrepasan ya los $320 por kilo en régimen para una productividad promedio de 12 mil kilos por hectárea, e igual o peor suerte tuvieron los vinos granel a productor para los que vinificamos, que se pagaban previa vendimia 2024 hasta $160 el litro, que era mejor haber vendido en uva, ya que para producir un litro de vino se necesita en promedio 1,5 kilos de uva más costos de vinificar que están $100-$120 por litro a gran escala (maquila)».

Seguidamente, afirma: «Al mismo tiempo que Concha y Toro, la principal compradora de uva y exportadora de vinos de Chile aumentaba sus utilidades en 304%, y justificaba los precios predatorios con crisis mundial y sobre stock mientras inundaba mercado con "vino falso" o productos de 8-9 grados que son más agua con saborizante que vino, pero se venden como vino al margen de la Ley de Alcoholes N° 18455 que exige como mínimo 11, 5 grados de alcohol real, lo que representa competencia desleal para miles de viñateros honestos que nos esforzamos en producir uva y vino genuino y cumplir con la ley. Es más, el Ministerio de Agricultura [y el] SAG con la ayuda de enólogos/asesores inventaron el "PIPE'O FALSO" de 7-8 grados, aberración legal, técnica, cultural para jugar al empate con los "vinos falsos" de la gran industria y usarlo como excusa para bajar por ley el grado a los vinos, cuestión que sería la ruina definitiva».

Finalmente, la representante solicita «apoyo urgente para [que] al menos se cumplan las leyes sectoriales…», además de «hacer llegar el procedimiento o instructivo para solicitar buses del Municipio para viajar a Santiago con viñateros y la disponibilidad de ustedes para acompañarnos». El alcalde, si bien no se refirió a la posibilidad de disponer buses para que puedan concurrir a Santiago a conversar con autoridades y legisladoras/es, respondió, entre otras cosas, que «se va a redactar un oficio y lo encomendará a la encargada de desarrollo y fomento productivo… Este oficio firmado por él [alcalde Alcalde Víctor Toro] será enviado a los parlamentarios informando que el gremio estuvo en el concejo municipal en la fecha antes indicada y que ellos tomen la causa, que es su tarea».

Movimientos en el tablero

1.- El pasado 14 de mayo entró en vigor la modificación al decreto N° 464 que establece la zonificación vitícola en Chile y fija las normas para su utilización, agregándose la «Región Vitícola Austral: Comprende desde la provincia de Cautín, de la Región Administrativa de La Araucanía, hasta donde las condiciones edafoclimáticas permitan el desarrollo de la vid y que corresponde para estos efectos las siguientes subregiones: Valle del Cautín, Valle de Osorno y Chiloé». Y, junto con ello, se incorporó la denominada «Área Rapa Nui – Isla de Pascua, cuyo límite corresponde a la totalidad del territorio insular de la comuna del mismo nombre».

2.- Tal como lo señaló la viticultora Nuvia Ortiz San Martin, en agosto de 2023 se publicó la resolución exenta 4.077 a través de cual el Pipeño fue incorporado al Registro de Bebidas Alcohólicas del Servicio Agrícola y Ganadero, describiéndolo como «la bebida alcohólica elaborada a partir de la fermentación alcohólica parcial del mosto de uvas frescas, elaborado mediante prácticas enológicas autorizadas y producido con uvas de variedades viníferas, con una graduación alcohólica total de al menos 11,5° GL y un contenido de acidez volátil inferior a 1,5 g/L expresado en ácido acético, el cual debe ser producido y envasado por personas naturales o jurídicas pertenecientes al segmento de la Agricultura Familiar Campesina o Cooperativas integradas por éstas, de las comunas vitícolas de las regiones del Maule, 'uble y Biobío y que se comercializa en unidades de consumo». Es decir, esta bebida puede tener menos de 11,5 grados alcohólicos y su elaboración, así como envasado debe estar a cargo por quienes acrediten estar dentro del segmento mencionado.

3.- Por otra parte, continúa la elaboración de productos presentados con conceptos como «selección dulce», «cóctel de vino» o «dulce», generalmente comercializados como vino cuando en realidad no lo son. Tienen una graduación alcohólica menor que el vino, adicionando agua al mosto, y un dulzor alcanzado a través de otros aditivos. En este sentido, hace un año, la Coalición Nacional de Viñateros, observaba que los productos:

-Exportación Selecto, selección Dulce, de Viña Concha y Toro, tenía 8° GL ( concentración de alcohol). Ingredientes: Vino de uva, Agua, Azúcar líquida, Esencia de fresas, Sorbato de potasio, Dióxido de azufre, Sulfitos

-Gran 120, Selección Dulce, de Viña Santa Rita, tenía 9° GL. Ingredientes: Vino cabernet sauvignon, Agua, Azúcar granulada, Saborizante frutos rojos natural, ácido tartárico, ácido cítrico, Sorbato de potasio, Sulfitos.

-Gato Selección Dulce, de la Viña San Pedro, tenía 9°.GL. Ingredientes: Vino, Azúcar, Agua, Sorbato de potasio, Anhídrido sulfuroso, Esencia de frutilla natural, Esencia de maqui natural, Sulfitos.

Un caso paradigmático de ello es el de Casillero del Diablo Belight, producido por Concha y Toro, sobre el cual el 11 de marzo de 2024, el Ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, informaba lo siguiente:

Sin embargo, hasta ahora no sólo sigue comercializándose en supermercados, sino que su fabricante lo presenta como vino.

4.- Mucho antes, el 24 de diciembre de 2019 se publicó en el Diario Oficial una modificación al Decreto 78, que regula la elaboración de bebidas alcohólicas, autorizando la incorporación de agua en la vinificación con el argumento de «facilitar la fermentación de mostos con contenidos de sólidos solubles superiores a 23,5° Brix». El edicto, suscrito por Sebastián Piñera y Antonio Walker, como Ministro de Agricultura, además incorporó modificaciones al volumen de agua en vino justificándolas con diversos procedimientos.

Jugada y jaque

Estos cuatro movimientos aparentemente inconexos, parecen integrar una jugada destinada a incrementar la capitalización del gran empresariado vínico, prescindiendo de una creciente proporción de materia prima para la elaboración de sus productos. Veamos.

El aumento permitido de la proporción de agua al vino está en directa relación con la posibilidad de bajar los grados alcohólicos que puede tener, así como con la compra de uva a pequeños productores sin la premura de su deshidratación, permitiendo adquirir bayas más concentradas y livianas, pues con el agua se pueden disminuir los grados alcohólicos propios de la uva de cosecha tardía con alto contenido de azúcar.

Ya en 2018, Harry Jürgensen Rundshagen, diputado inicialmente miembro de Renovación Nacional y ahora vinculado al Partido Republicano y el exdiputado UDI, Ramón Barros Montero, redactaron una moción destinada a bajar la graduación alcohólica exigida para el vino, hasta ahora de 11,5 grados, a 8,5 grados. Si bien este cambio no ha tenido lugar, las grandes viñas operan como si fuera así, pues crean productos que acaban comercializándose como vino sin serlo, articulando uno de los puntales del reciente incremento de sus ganancias.

En este sentido también se puede entender la creación de la Región Vitícola Austral y el Área Rapa Nui – Isla de Pascua, como espacios que vienen a diversificar las Denominaciones de Origen chilenas. Es muy probable que los mostos ahí elaborados no alcancen los 11,5° mínimos para ser considerado vino, por las condiciones climáticas propias de tales lugares, no obstante esto parece irrelevante, pues las posibilidades de comercialización de lo que se pueda fabricar estarán mediadas por un ejercicio de mercadotecnia, al amparo de eventuales incumplimientos legales, la desregulación propia del neoliberalismo y la ausencia de protección a un sector del campesinado que brega por existir.

Balances

En abril fueron publicadas en el sitio de la Comisión para el Mercado Financiero Chile (CMF) las memorias anuales de las tres grandes viñas del país: Santa Rita, San Pedro Tarapacá y Concha y Toro, en orden creciente. Todas las cifras extraídas de las memorias están en millones de pesos.

«Así, al 31 de diciembre del mismo año [2024], el resultado de Viña Santa Rita y filiales registró una utilidad de $3.029 millones, representando un aumento del 60% en comparación con los $1.890 millones obtenidos durante el 2023». De este modo la gerencia de esta firma sintetiza el exponencial aumento de ganancias durante el pasado año, lo cual le permitió aumentar también el total de sus activos de $342.312 millones de 2023 a los $344.704 millones de 2024.

Por su parte, la gerencia de San Pedro Tarapacá informó a sus accionistas que «la utilidad del ejercicio alcanzó los MM $19.201, un 35% sobre el año anterior». Esta ingente ganancia le permitió pasar de un total de $433.166, en activos, de 2023 a $459.435 en 2024.

La gerencia de Concha y Toro detalló que «en 2024 mejoramos en ventas, márgenes y utilidad, destacando en la industria vitivinícola y de alcohol en general [...] pasamos de 7,8% en margen operacional anual a 12,5%. Así, la utilidad final subió 79,5% hasta $77.420 millones». Esto le permitió abultar sus activos totales, superando los $1.636.537 de 2023 hasta los $1.718.769 de 2024.

Los resultados de los ejercicios comerciales de estas firmas constituyen una nueva evidencia de la asimetría imperante en el rubro vitivinícola nacional y de la necesidad de implementar decisiones que aseguren la sustentabilidad de la actividad de miles de productores nacionales de uva y vino.

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