La escuadra alemana se impuso por 7 goles a 1 al dueño de casa, en una de las goleadas que se transformará en histórica para el Scratch, tras el duelo de semifinales del Mundial de Brasil. Todo ello en medio de un fervor social contra la realización del mundial por los excesivos gastos sociales en el espectáculo de la transnacional del Fútbol: la FIFA. Los desmanes tras el partido han provocado que 19 buses hayan sido quemados y haya alrededor de 30 detenidos.

No es sorpresa para nadie que la escuadra brasileña no daba el ancho al compararla con otras selecciones, pero lo que hizo Alemania merece un amplio reconocimiento. Con un juego colectivo aplastante y certero, definió el partido en 10 minutos sin renunciar al estilo que propugnó durante todo el encuentro y que hizo temblar al excelente guardametas del Scratch Julio César, quien señaló que hubiese preferido perder por 1-0 con un error de él -recordando su error contra holanda en Sudáfrica-, antes que el 7-1 propinado por los germanos.

Los goles de los alemanes fueron convertidos por Thomas Müller, Miroslav Klose, 2 de Tony Kroos, uno de Samy Khedira y dos de André Schürrle, a los 69 y 79. El último un verdadero golazo. El descuento de los brasileños fue por parte de Oscar a los 90 minutos.

La victoria alemana desnudó a Brasil que actuó sin su principal figura -y al parecer única- Neymar por una lesión tras un brutal rodillazo de un jugador colombiano, en cuartos de final. La forma en que jugaron los alemanes los eleva a la categoría de favoritos para ganar la final del Mundial de Brasil 2014. La victoria alemana trae buenos sabores a los chilenos que ven en la derrota brasileña una suerte de revancha. Y por supuesto se agrega la crítica a Scolari -el entrenador que hizo público su reconocimiento a Pinochet y la justificación de las violaciones de DDHH en nuestro país- quien será recordado por haber perdido con una de las cifras más abultadas del Scratch y de local.

Imagen: @TuttinMarquez