Dictan condena contra seis ex agentes DINA por secuestro calificado de mujer enlace del MIR en 1974

La ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de San Miguel Marianela Cifuentes Alarcón condenó, a seis agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), por su responsabilidad en el delito consumado de secuestro calificado de la tecnóloga médica Cecilia Orieta Jarpa Zúñiga perpetrado en Santiago a partir de octubre de 1974.

Por: Darío Nuñez

En el fallo (causa rol 3-2020), la ministra en visita condenó, en calidad de autores de los delitos a los ex jerarcas DINA y ex oficiales de Ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo, Francisco Maximiliano Ferrer Lima, Miguel Krassnoff Martchenko, Fernando Eduardo Lauriani Maturana, al ex oficial de Carabineros Gerardo Ernesto Godoy García y a la ex agente Rosa Humilde Ramos Hernández, a la pena de 6 años de presidio efectivo, más las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras duren las condenas. Otros agentes implicados en estos hechos, fallecieron o fueron declarados dementes en el curso del proceso.

En la etapa de investigación de la causa y en la sentencia, la ministra Cifuentes Alarcón logró recopilar antecedentes suficientes para dar por establecido que el día 2 de octubre de 1974, en horas de la mañana, en el interior del Hospital Sótero del Río de la comuna de Puente Alto, la tecnóloga médica y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Cecilia Orieta Jarpa Zúñiga, fue detenida por cuatro agentes DINA, entre ellos, Rosa Humilde Ramos Hernández.

En esa época, la DINA era encabezada por el entonces coronel de Ejército Juan Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda y contaba con una Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM), bajo el mando del teniente coronel de Ejército César Manríquez Bravo, quien cumplió dicha función hasta el 2 de diciembre de 1974, fecha en que asumió ese cargo el teniente coronel de Ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo.

De la BIM dependían las brigadas operativas, entre ellas, la Brigada Caupolicán y los centros de detención clandestinos, entre ellos, el cuartel "Ollagüe", ubicado en calle José Domingo Cañas N° 1.367 de la comuna de 'uñoa y el centro clandestino "Cuatro Álamos", situado al interior del campo de prisioneros "Tres Álamos", en la comuna de San Miguel.

A su vez, la Brigada Caupolicán estaba a cargo del entonces mayor de Ejército Marcelo Luis Manuel Moren Brito y contaba con varias agrupaciones operativas, entre ellas, 'Halcón', bajo el mando del capitán de Ejército Miguel Krassnoff Martchenko y 'Águila', a cargo del teniente de Carabineros Ricardo Víctor Lawrence Mires, cuya principal función, en ese tiempo, era la desarticulación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y la captura de su Secretario General, Miguel Enríquez Espinosa, por lo que se produjeron múltiples detenciones de militantes del MIR con el fin de obtener información acerca de su paradero.

En ese contexto, tras ser detenida en el Hospital Sótero del Río la militante mirista Cecilia Jarpa Zúñiga, quien operaba en clandestinidad como enlace de Miguel Enríquez, fue trasladada hasta el centro de detención clandestino de la DINA de calle José Domingo Cañas. En ese recinto, fue sometida a intensos interrogatorios y torturas por parte de los agentes Marcelo Moren Brito, Francisco Ferrer Lima, Miguel Krassnoff Martchenko, Fernando Lauriani Maturana, Gerardo Godoy García, Osvaldo Enrique Romo Mena y Basclay Humberto Zapata Reyes.

Los tratos crueles y degradantes, tales como, desnudamiento, aplicación de electricidad y golpes en distintas partes del cuerpo y amenazas de ser sometida a vejámenes sexuales, se intensificaron con el fin de obtener información acerca de sus actividades políticas y en particular del paradero del líder del MIR Miguel Enríquez, así como de otros militantes.

El día 4 de octubre de 1974, la detenida Cecilia Jarpa conduce a los agentes a un punto de encuentro que tendría con el buscado dirigente mirista en Avenida Grecia, en las proximidades de la piscina Mund. En pos de su captura, la DINA monta un operativo para cubrir el sector del eventual encuentro. En los hechos, la mujer prisionera se las ingenia para advertir a Miguel Enríquez que estaba detenida y del peligro que se cernía, lo que posibilita que -al menos ese día- el líder mirista lograra eludir su asesinato.

Tras el frustrado operativo, la detenida Cecilia Jarpa fue brutalmente golpeada por Marcelo Moren Brito y Miguel Krassnoff Martchenko, que no podían aceptar que la mujer les hubiera engañado y que el dirigente revolucionario se les haya escapado.

Por otras circunstancias propias del terror de la época, al día siguiente, 5 de octubre de 1974, el dirigente mirista fue localizado en la casa que habitaba en la comuna de San Miguel y resultó muerto durante el ataque que la DINA realizó sobre el inmueble.

Semanas después, a fines de octubre, Cecilia Jarpa fue trasladada al campo de prisioneros 'Cuatro Álamos', a cargo del oficial de Gendarmería Orlando José Manzo Durán. En este sitio estuvo secuestrada hasta diciembre del mismo año; en esa fecha fue sacada al 'Tres Álamos', lugar en que se le mantuvo encerrada hasta abril de 1975.

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