Por Jorge Cortés Vásquez* y Teresa Jotar Aliaga**
En Chile existen diferentes modalidades y niveles educativos que son avalados y subvencionados por el Estado según la información presente en el Ministerio de Educación (MINEDUC). El sistema educativo que usted conoce que abarca la educación parvularia, básica y media, constituye la educación regular en todos sus niveles, la que denominaremos, para estos efectos, Modalidad Tradicional. También según las necesidades educativas, la población en el país puede acceder a otras modalidades que difieren tanto en el formato, metodologías y filosofías educativas en el cual se basan para transmitir la enseñanza y evaluar los aprendizajes.
Encontramos entonces además de la ya mencionada, la educación hospitalaria, la educación domiciliaria, la educación rural, intercultural bilingüe, flexible (Modalidad semipresencial que culmina con la promoción de los estudiantes por medio de pruebas obligatorias), online y a distancia, la educación especial o diferencial (Centrada en estudiantes con necesidades educativas especiales), la artística, la técnico profesional y la Educación de Personas jóvenes y adultas (EPJA).
Entonces para que un establecimiento pueda brindar una educación inclusiva, equitativa y de calidad sujeto a una de estas modalidades, partimos de que los centros educativos que no son particulares se financian por medio de la subvención, que según el Portal de Atención Ciudadana del Ministerio de Educación del Gobierno de Chile, se define como "la entrega de recursos de origen fiscal, vía transferencia, que propenderá a crear, mantener y ampliar establecimientos educacionales cuya estructura, personal docente, recursos materiales, medios de enseñanza y demás elementos propios de aquélla, proporcione un ambiente propicio para el aprendizaje educativo y cultural de los y las estudiantes de nuestro país". Esto último a su vez tiene coherencia y está muy relacionado a los compromisos internacionales que tiene el país con el Objetivo 4 de desarrollo sostenible de la agenda 2030 de la UNESCO, que indica "Educación de Calidad" en donde se garantiza y vuelvo a repetir una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo oportunidades de aprendizaje permanente para todos y todas.
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Ahora, si tomamos en cuenta algunos de los conceptos centrales presentes en esta comunicación. El Sistema de Aseguramiento de la Calidad (SAC) indica dentro de sus planes que, para que un sistema educativo logre cumplir con este propósito se debe sustentar bajo el principio de la "Libertad", favoreciendo la pluralidad para poder elegir según la preferencia de cada uno, materializandose esto a través de los proyectos educativos de cada establecimiento, que dan oportunidad a las personas y familias de elegir la institución educativa que más se ajuste a sus necesidades. La "Calidad", que permite el desarrollo oportuno, significativo, actualizado y pertinente de competencias en las personas como resultado del proceso educativo fomentando los proyectos de vida de acuerdo a los propósitos de cada uno de nuestros y nuestras estudiantes. Finalmente tenemos la "Equidad", que permite crear las condiciones para que todos los estudiantes de las distintas modalidades y niveles, independiente de su origen y sus condiciones de vida, desarrollen todas las capacidades necesarias para llevar una vida plena y digna, de acuerdo a sus capacidades individuales. Esto se logra con la eliminación de las barreras que impiden a los individuos elegir, estableciendo de esta manera una sociedad de oportunidades y de no discriminación.
Pero esta equidad transformadora necesita recursos que garanticen el funcionamiento y la sostenibilidad de los sistemas educativos. Aquí es donde surgen los problemas, especialmente en la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, que incluye los Centros de Educación Integral de Adultos (CEIA), las Terceras Jornadas y, en términos de planes y programas, también la Educación en Contextos de Encierro (para personas privadas de libertad).
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El MINEDUC, a través de la Unidad de Subvención Educacional (USE), define el monto de subvención por estudiante, reajustado anualmente en diciembre o cuando lo establece el sector público. Cada nivel y modalidad educativa tiene un valor específico por alumno, que varía dependiendo de si el establecimiento cuenta con Jornada Escolar Completa (JEC) o media jornada. Según datos del portal Comunidad Escolar del Ministerio de Educación para el año 2025, los valores reajustados son los siguientes:
Esta variación en los montos se observa en todos los niveles: básica, media y en la modalidad técnico-profesional dentro de la EPJA. Estos datos evidencian la necesidad de ajustar los recursos de forma más equitativa para garantizar una educación de calidad para todos. Que si bien, la diferencia no parece mucha en el caso de establecimiento tradicional y EPJA SIN JEC, al contemplar la cantidad de matrículas comienzan la desigualdad, a esto se suma que para la educación de jóvenes y adultos no hay otra forma de financiamiento además de los recursos que llegan del Sistema de Alerta y Acompañamiento Temprana (SAAT), que tampoco es mucho y generalmente llega tarde a las instituciones educativas. Tampoco es posible que un establecimiento EPJA pueda incorporarse a la jornada escolar completa, puesto que el mismo sistema y foco de esta modalidad lo limita. Así que si piensan que se podría obtener mayor subvención con Jornada Escolar Completa, por secretaría estos establecimientos están fuera. Otro aspecto a considerar es nuestro Sistema de subvención mercantilista que se ajusta a las necesidades de la modalidad tradicional, pero deja en desventaja a otras modalidades como la EPJA.
La Subvención Base según el MINEDUC depende de una fórmula que considera la: Asistencia Media Promedio * Factor USE * Valor USE. En la que el Factor USE está estipulado según su administración (Municipales, Particulares subvencionados o administración delegada) por el DL N° 3166 y depende también si presenta jornada escolar completa. Bueno el Valor USE anteriormente mencionado y el punto de inflexión que ha estado sujeto a discusión constante por las comunidades educativas EPJA en la última década que es la asistencia promedio. ¿No cree usted? que es inaudito que en un sistema educativo en donde hay una gran diversidad de estudiantes de distintos contextos socioeconómicos, culturales, de edad, sexogenérica, con necesidades educativas y emocionales se les exija asistir al establecimiento de manera regular. Claramente nada va a reemplazar el apoyo constante de los docentes en el aula y que ellos estén inmersos en un contexto educativo.
Esto es beneficioso para todos y es el ideal para todo centro educativo. Pero, en educación de jóvenes y adultos hay altas tasas de intermitencia en la asistencia de los estudiantes. ¡Ojo! Esto no indica que hayan desertado del sistema. Sólo son dinámicas que presentan grupos de estudiantes en esta modalidad educativa que por distintos motivos tales como trabajo, cuidado de hijos o familiares, arresto domiciliario, problemas psicológicos, descompensaciones de salud, falta de apoyo familiar, entre otros, no logran tener una trayectoria continua.
Lo cierto es, que nunca se le niega la educación a las personas y cada CEIA y establecimiento con tercera jornada sujeto a EPJA tiene un abanico de estrategias que han ido puliendo durante años para mantener a los estudiantes en el sistema escolar. Se han desarrollado estrategias y experiencias únicas que se comunican e intercambian en redes pedagógicas a lo largo y ancho de todo Chile. Teniendo de esta manera, un modelo educativo que se puede encontrar en cualquier establecimiento de jóvenes y adultos en el país, que se impone como un sello y filosofía resumida en un "Esto es educación de calidad". Lamentablemente no se considera a un estudiante presente si este no es atendido por el sistema educativo de manera presencial, aunque sí es atendido de manera online, telefónica, o se va a sus casas a atender sus necesidades educativas. "sea, para el estado el estudiante debe estar en el aula para que sea considerado sujeto de pago, pese a la gran variedad de estrategias que se usan para mantenerlos escolarizados y pese a que muchos se ponen al día y son nivelados cuando logran volver a los establecimientos. Si el estudiante no está en aula ¡No hay plata!, así como dijeron por ahí y repetiré la ironía ya escrita en un texto anterior "Las clases que no se hacen, no se pagan", sin importar que estas acciones propias de la vocación docente se hagan en otro momento, incluso fuera del horario laboral.
La educación de jóvenes y adultos para muchos constituye una segunda oportunidad, un refugio para reparar el alma y muchos que han egresado de estos establecimientos logran incorporarse y ser un aporte a la sociedad. Pero con las subvenciones y por la forma en cómo se manejan los recursos tal como se discute en los Congresos nacionales e internacionales de educación de Jóvenes y Adultos año tras año, da la sensación de que para el Gobierno de Chile hay 2 tipos de estudiante. Estudiante de primera categoría que están en la modalidad tradicional, teniendo mayor apoyo del Estado y los estudiantes de segunda categoría que son los rezagados del sistema, los que a nadie les importa.
Sin embargo son acogidos y atendidos con las mejores condiciones, intenciones y ánimos pese a la escasez de recursos que tienen los establecimientos EPJA. ¡Usted cree! que para el adulto responsable o apoderado de ese estudiante que está matriculado en un CEIA, es justo que su pupilo sea visto por el estado más no así por la sociedad como una persona de segunda categoría. Porque la realidad que vivimos día a día es esa, es la sensación que tenemos todos los que trabajamos en esta modalidad.
En el marco de intercambio de experiencias y en la búsqueda de alianzas con diversas instituciones para potenciar la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA), en distintas reuniones con los docentes y equipos directivos de distintos establecimientos se ha recopilado los siguientes puntos de Inequidad en el sistema educativo:
¿Sabía usted que?
i) La modalidad EPJA tiene la subvención más baja del sistema educativo chileno.
ii) Los establecimientos EPJA, no cuentan con la Subvención Escolar Preferencial (SEP). Están fuera de esta Ley, a pesar de tener una gran cantidad de estudiantes con necesidades educativas, socioeconómicas y socioculturales.
iii) Los establecimientos EPJA todos los años deben desarrollar su Plan de Mejoramiento Educativo (PME) y no reciben recursos por esto.
iv) No se reciben más recursos para atender a los estudiantes recluidos, pese a todos los requerimientos que se necesitan para atenderlos.
v) Por la cantidad de estudiantes y las diversas necesidades educativas emocionales y de aprendizaje, se requiere mayor apoyo en aula con docentes especializados. Se requiere mayor cantidad de profesores de Integración en aula.
vi) Los recursos y alimentación provenientes de JUNAEB no llegan a todos los establecimientos EPJA (JUNAEB impone muchos requisitos inclusive para entregar colaciones frías).
vii) Hay una mala gestión e implementación de la encuesta JUNAEB. Este aspecto es fundamental para poder tener un Índice de Vulnerabilidad Escolar (IVE) en EPJA. Llevamos 2 años solicitando a los estudiantes responder una encuesta muy tediosa, de muchas preguntas y cuya plataforma constantemente se cae. (Claramente no es aplicable a la población que atendemos). Como se podría escribir, vivimos con el romanticismo y esperanza de contar con un IVE y con esto ver la posibilidad de poder contar con una subvención especial preferencial (SEP), para nuestros estudiantes que son de alta vulnerabilidad social.
viii) Hay falta de implementación de oficios para enseñanza media en EPJA. Hasta el momento solo se permite en básica. Aunque existe hoy una posibilidad por el cambio de las Bases Curriculares que están en proceso de implementación, pero aun aquello no se concreta.
ix) Hay demora en la llegada de recursos en el caso de los oficios y limitaciones en el uso de estos recursos. (No se pueden usar los recursos de los oficios para la compra de equipos y materiales inventariables).
x) No hay adaptación de instrumentos usados en la evaluación docente para los profesores en contexto EPJA. Las pruebas son muy específicas y con un claro contexto en la enseñanza tradicional enfocado a un docente con experiencia en cuartos medios específicos. (Contiene preguntas que claramente no aplica en la modalidad EPJA).
xi) Una de las estrategias que se usan para promover la asistencia son las becas de locomoción. Estos recursos vienen directamente de los sostenedores.
xii) A pesar de tener un gran porcentaje de alumnos prioritarios, los establecimientos EPJA no pueden acceder a los recursos asociados.
xiii) El sistema de subvención es muy rígido para la realidad de los establecimientos EPJA, donde se tiene un porcentaje de estudiantes intermitentes que son atendidos a través de diversas estrategias de retención. Pero, por el hecho de no estar en aula, se consideran como ausentes.
xiv) Hay un retraso todos los años en la entrega a los estudiantes de la tarjeta TNE. Siendo estudiantes que necesitan esta ayuda para poder mantenerse escolarizados.
xv) Hay limitaciones para que los establecimientos EPJA puedan postular al Sistema de Acompañamiento y Alerta Temprana (SAAT). (En este punto los mayores perjudicados son los establecimientos con tercera jornada).
xvi) Hay problemas de implementación y gestión del Programa de tutorías en la EPJA.
xvii) Hay limitaciones para acceder a la Asignación de Desempeño Colectivo (ADECO) en EPJA. (Se exige un mínimo de estudiantes matriculados que se aleja muchas veces a la realidad de los establecimientos EPJA donde por infraestructura suele ser más baja).
xviii) Hay falta de recursos para la compra de utensilios básicos de aseo (como papel higiénico).
xix) Las dependencias de los establecimientos EPJA municipales son designados por el SLEP o por el municipio y estos no se encuentran en las mejores condiciones para atender a los estudiantes jóvenes y adultos.
xx) Los docentes que llegan a los establecimientos EPJA municipales son designados por el SLEP o municipio. Muchas veces estos docentes carecen de las competencias necesarias y voluntad para adaptarse al contexto EPJA. Lo que llamamos "Cultura EPJA"
Ahora, pese a todo, los que nos incorporamos y plasmamos de la Cultura EPJA, tenemos muy claro que la desigualdad no viene de las comunidades educativas, sino, que viene enmascarado de cuello y corbata usando el concepto de "Equidad e inclusión como escudo", profesando como un fanatico religioso, pero que en la práctica adolecen de acciones significativas que lograrían cambiarlo todo. Que es esta EPJA segregada del sistema educativo chileno. Revisemos lo significativo de esta modalidad en la siguiente reflexión.
Los que trabajamos en la EPJA (Educación de Personas Jóvenes y Adultas) nos encontramos frecuentemente con la misma pregunta: ¿Qué es la EPJA? Algunos la identifican como CEIA, otros como "educación de adultos" o incluso como los famosos "2×1". Sin embargo, el desconocimiento sobre esta modalidad educativa, sus objetivos, el perfil de los estudiantes y el desarrollo que ocurre al interior de estos establecimientos es evidente.
La EPJA es una modalidad del Ministerio de Educación destinada a jóvenes y adultos que han quedado rezagados en sus estudios. Pueden ser personas que fueron expulsadas de sus colegios, que abandonaron su educación por motivos de fuerza mayor o simplemente no encajaron en el sistema tradicional. Esta modalidad acoge a estudiantes desde los 14 hasta los 80 años o más, dependiendo del deseo de aprender. La EPJA atiende a: Jóvenes que no pueden o no quieren estudiar en un sistema tradicional debido a problemas de conducta, situaciones judiciales o desinterés. Estos estudiantes, muchas veces rotulados como "difíciles", encuentran en la EPJA una oportunidad diferente. Adultos jóvenes que desean completar su educación básica o media, motivados por metas personales como obtener una licencia de conducir o mejorar sus oportunidades laborales. Migrantes, quienes, a pesar de ser profesionales en sus países de origen, enfrentan dificultades para validar sus estudios en Chile y ven en la EPJA una alternativa viable. Personas adultas mayores, que al principio dudan del sentido de estudiar a su edad, pero terminan descubriendo un espacio de crecimiento personal y autovaloración. Personas con necesidades educativas diferentes: que llegan con retos adicionales, demostrando que, más allá de cualquier diagnóstico, son capaces de responder a los requerimientos académicos con la misma dedicación y compromiso que sus compañeros, superando obstáculos y mostrando su verdadero potencial.
Trabajar en la EPJA significa ayudar a cada estudiante a identificar su propósito de vida, una pregunta que en muchos casos nunca se habían planteado. A partir de nuestra experiencia, estos propósitos suelen clasificarse en tres grandes grupos: Continuar estudios superiores, Mejorar condiciones laborales, o de Autovaloración personal. Detrás de cada estudiante hay historias de sacrificio y superación: recorridos largos y agotadores, caminando kilómetros para tomar el bus que los traerá a su establecimiento educacional, jornadas de trabajo extenuantes, madres sin apoyo parental todos con barreras emocionales, sociales, económicas, cognitivas que vencen día a día para lograr sus sueños. La EPJA les ofrece una segunda oportunidad, no solo académica, sino también de transformación personal.
La EPJA cuenta con muchas historias de vida, Jóvenes considerados "difíciles" que llegan con actitudes desafiantes, pero tras un par de meses, su comportamiento cambia, a través del trabajo en habilidades blandas y sociales, integrándose al aula y convirtiéndose en un aporte valioso para su grupo cursos y para ellos mismos. Mujeres mayores, quienes a pesar de las críticas de su entorno, egresan de la EPJA con fuerza y autovaloración, demostrando que nunca es tarde para aprender lo más importante, aprender a ser personas que se autovaloran y demuestran a su entorno que sí son capaces.
También se matriculan familias completas, padres, madres e hijos que deciden estudiar juntos, superando desafíos y fortaleciendo los lazos familiares. Madres jóvenes y solteras, quienes deben compaginar la crianza de sus hijos con las exigencias escolares, enfrentando con valentía cada obstáculo, llegando algunas incluso con sus hijos en brazos, y formando parte del aula. Estudiantes con necesidades educativas especiales, quienes superan barreras académicas quienes más allá de un diagnóstico demuestran que el esfuerzo no tiene límites. Personas mayores de 50 años, que deciden desafiar sus propios prejuicios y retomar sus estudios, algunos incluso continuando en centros de formación técnica superior. Y también no menos importantes Estudiantes de tercera edad, quienes se matriculan con entusiasmo y descubren en la EPJA un espacio de acogida, aprendizaje y revaloración de sus vidas.
En la EPJA no sólo se enseñan contenidos académicos transformados en aprendizajes curriculares, sino que también se impulsa el desarrollo personal en lo social y emocional. Los estudiantes liberan cadenas como el miedo al fracaso, las creencias limitantes y los entornos tóxicos que los frenaban, para poder terminar sus estudios.
Sin embargo, todos estos estudiantes son acompañados por docentes y asistentes de la educación con un perfil especial, aprendiendo que cada esfuerzo vale la pena y que es posible transformar su realidad. La EPJA se basa en principios de justicia social y equidad, garantizando igualdad de oportunidades a todos los estudiantes, independientemente de sus circunstancias. En un ambiente de respeto a la diversidad, en donde cada persona recibe la atención que necesita para desarrollar su máximo potencial. La EPJA es mucho más que "educación de jóvenes y adultos": es una educación transformadora que impacta vidas y abre puertas que parecían cerradas. Sin embargo, su labor y su alcance aún son desconocidos para la mayoría de los chilenos. Es hora de visibilizar el esfuerzo, la dedicación y las historias inspiradoras que surgen en nuestras aulas.
La EPJA es prueba viva de que nunca es tarde para aprender, crecer y luchar por los sueños. Porque en la EPJA, cada estudiante encuentra no sólo educación, sino que también una nueva oportunidad de vida transformado en un proyecto vida a partir de sus propósitos.
Ahora el abandono y deserción escolar son uno de los grandes problemas sociales a nivel mundial en donde la Unesco para el 2024 reportó 251 millones de niños y jóvenes que siguen sin escolarizar, lo que para latinoamérica y el caribe en el 2021 involucró a 114 millones de personas según la Unicef. En nuestro país el Centro de Estudios del Mineduc (CEM) indicó que entre el 2023 y 2024 47.509 estudiantes se desvincularon de su enseñanza escolar, lo que para el gobierno significó una disminución de la deserción de 1,66% a 1,57%. Sin embargo, esta información resulta algo engañoso en lo global si los cotejamos con los datos exhibidos por la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen 2022), en donde queda en evidencia que más de 4,5 millones de personas mayores de 15 años no han completado su escolaridad básica o media y no se encuentran estudiando (Similar a lo comunicado en el X Congreso Nacional e Internacional EPJA llevado a cabo en octubre del año pasado en Chillán, con alrededor de 4,6 millones de personas).
Entonces ¿cómo es posible? que tengamos establecimientos EPJA que se han estado cerrando. Lo que tenemos muy claro es que no es una situación o problema en la calidad de la educación, sino que el mismo sistema va generando las condiciones para que estas instituciones educativas no cumplan con la cuota necesaria de asistencia para que llegue subvención que les permita seguir a flote. Tan solo el año 2024 se cerraron o dejaron de proporcionar educación a jóvenes y adultos alrededor de 4 establecimientos EPJA en la provincia de Concepción entre municipales y particulares subvencionados. Porque la inflación llegó a un punto en que ya no era solventable tener un CEIA o Tercera jornada funcionando con la subvención que estaba llegando.
Todo esto provoca que se rompan con los principios antes mencionados, por lo que es un hecho que hoy nuestro sistema educativo en su conjunto es menos inclusivo, menos equitativo y de menor calidad al no contar con los derechos fundamentales de acceso a las oportunidades y libertad de elección que debiera tener todo estudiante sin excepción. Esto tomando en cuenta que la EPJA tiene una matrícula según la Casen del 2022 a nivel nacional de 160 mil estudiantes, teniendo una cobertura potencial solamente del 3,6% de la población no escolarizada, por lo que la lógica en personas coherentes diría que faltan establecimientos que atiendan a los jóvenes y adultos.
Entonces volviendo al tema central ¿Cree usted que es justo que un estudiante en Chile valga menos para el Estado por elegir una modalidad educativa que se ajusta mejor a sus necesidades? La experiencia nos está demostrando que los estudiantes eligen matricularse en la EPJA pese a poder matricularse en la modalidad tradicional. Esto es porque quizás en la EPJA encuentran la educación y el trato que merecen, una verdadera educación.
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*Profesor de ciencias naturales y Unidad Técnica Pedagógica, Diplomado en Unidad Técnica Pedagógica. Coordinador de Redes Pedagógicas.
** Directora y profesora especialista en EPJA. Magíster en Educación. Magíster en Gestión y Administración Educacional. Magíster en Educación Universitaria. Diplomado en Neuroeducación. Diplomado en Formación de Directores.
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Fuentes
Comunidad Escolar, Sostenedores y Directivos, Pago de Subvenciones
Comunidad Escolar. (n.d.). Comunidad escolar: Sostenedores y directivos, pago de subvenciones. Ministerio de Educación de Chile. Recuperado de https://www.comunidadescolar.cl/
Chile Agenda 2030, Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 4),
Chile Agenda 2030. (n.d.). Objetivos de Desarrollo Sostenible: ODS 4 Educación de calidad. Recuperado de https://www.chileagenda2030.gob.cl/PARTICIPA/sobre-agenda/ods-4/2
Desvinculación escolar 2023-2024. Centro de Estudios Mineduc (CEM). (n.d.). Reporte nacional de asistencia de octubre de los años 2018, 2023 y 2024. Recuperado de https://centroestudios.mineduc.cl/
Portal de Atención Ciudadana del Ministerio de Educación,
Ministerio de Educación de Chile. (n.d.). Definición y monto de la subvención escolar. Portal de Atención Ciudadana. Recuperado de https://www.ayudamineduc.cl/ficha/definicion-y-monto-de-la-subvencion-4
UNESCO. (n. d.). 251 millones de niños y jóvenes siguen sin escolarizar pese a décadas de progreso: Informe de la UNESCO. UNESCO. Recuperado de https://www.unesco.org/es/articles/251-millones-de-ninos-y-jovenes-siguen-sin-escolarizar-pese-decadas-de-progreso-informe-de-la-unesco
UNICEF. (n.d.). Las escuelas de América Latina y el Caribe tienen 114 millones de estudiantes ausentes, según las últimas estimaciones de UNICEF. UNICEF América Latina y el Caribe. Recuperado de https://www.unicef.org/lac/comunicados-prensa/las-escuelas-de-america-latina-y-el-caribe-tienen-114-millones-de-estudiantes-ausentes#:~:text=Contenido%20multimedia%20AQU%C3%8D.,las%20%C3%BAltimas%20estimaciones%20de%20UNICEF