El Colegio Biobío depende del Servicio Local de Educación Andalién Sur (SLEP), la misma institución administradora de otros establecimientos y que han sido escenario de protestas contra las falencias que perjudican a quienes estudian y laboran ahí. En este caso, el inestable suministro de energía eléctrica, la ausencia de un sistema de calefacción adecuado y la constante suspensión de clases, tienen nuevamente a sus apoderadas/os buscando corregir estas condiciones.
Aniceto Hevia
En mayo de este año, apoderadas realizaron una manifestación visibilizando problemas similares a los de ahora, también denunciaron la inexistencia de un cierre perimetral del colegio, así como de sistemas de protección que impidieran el robo de insumos dispuestos para las y los estudiantes. Acusan que los resultados de las conversaciones han sido insuficientes en diversos aspectos, pues muchos de los problemas persisten, y lo que representa ahora mayor urgencia son las reiteradas suspensiones de clases que perturban los procesos de aprendizaje, además de la organización de las familias de estudiantes, muchas monoparentales a cargo de jefas de hogar.
El Colegio Biobío tiene una matricula de 257 estudiantes, muchos de ellos integran la comunidad sorda, teniendo ahí clases en lengua de señas. El 11 y el 25 de abril se realizó media jornada escolar sin servicio de alimentación, por robo de alimentos. El 9 de mayo también se realizó media jornada sin servicio de alimentación, por problemas con cañerías de agua en cocina y robo de implementos del establecimiento, y desde el 9 al 12 de agosto se han suspendido las clases y el servicio de alimentación por un brote de COVID-19, sin que el SLEP haya contratado personal de reemplazo para cubrir a docentes con licencia médica.
«La paralización de las clases ha sido un conflicto que he tenido que resolver a diario, ya que cada notificación de las circulares ha sido en horarios que no me han permitido buscar alternativas. Ha sido una semana donde me he visto obligada a mezclar mis funciones laborales con lo doméstico y educativo, sin ningún acompañamiento desde el colegio sobre actividades para mi hija, y donde el permiso de mi empleador me permite llevarla al trabajo. Me parece insólito que el Colegio no dé opciones a las familias afectadas por esta situación, ya que se paró el servicio de alimentación, pero además no hay "plan b" para el desarrollo de clases, ya sea en formato híbrido u otro. Como madre soltera es una situación difícil de llevar, la cual se ha repetido durante el año, ya que toda responsabilidad recae sobre mí y como mujer no tengo otro apoyo, solo recibo excusas y respuestas vacías entre la mala comunicación del SLEP Andalién Sur con el colegio», afirma una apoderada a Resumen.
«Esto es algo que se ha reiterado lamentablemente en el colegio. Y la responsabilidad principal la atribuyo al SLEP Andalién Sur como sostenedor, que ha autorizado una nueva suspensión. Una vez más somos mujeres, niñas, niños y adolescentes quienes deben asumir los costos de la deficiente gestión pública en educación en el BioBío. Ni siquiera se piensa en quiénes sostienen las labores de cuidado cuando se suspenden clases ni el riesgo social que implica cerrar los colegios», agrega otra apoderada.
Así como el Colegio Biobío, establecimientos como Colegio Brasil, Liceo Enrique Molina, Liceo de Niñas, Escuela Básica Fundo Chanco, en Concepción, y Liceo Luís de Álava, en Florida, administrados por el SLEP Andalién Sur, han sido escenario de protestas por múltiples falencias de las cuales adolecen de manera cróinica, sin que el comienzo de esta administración el 1 de enero de 2020 haya significado la resolución del problema, al contrario estos se han agudizado.
Paralelamente, la presidenta del Colegio de Profesoras y Profesores del Territorial Andalién Sur, Evelyn Contreras, señaló a través del portal de la entidad que «hemos visto el abandono de la Educación Pública y de nuestros establecimientos educacionales desde que se implementó el Servicio Local Andalién Sur y también la poca gestión en cuanto a recursos que se necesitan para la mantención de los establecimientos. Teníamos la esperanza que bajo esta nueva administración los problemas que se arrastran desde la gestión municipal iban a ser resueltos, pero hemos visto que ha empeorado: hoy hacemos clases con goteras en las salas, en los comedores, lo que implica un total abandono de la Educación Pública y no su fortalecimiento como era el objetivo principal».
En este contexto, la divulgación de los ingresos de su Director Ejecutivo, el ingeniero forestal Gonzalo Araneda, con $6.844.502 pesos, y del Subdirector de Gestión de Personas, Hugo Baeza, sociólogo que gana $6.205.609 pesos, ha profundizado la indignación entre quienes ven como la negligencia de estas autoridades no tiene ninguna repercusión en la conservación de sus cargos y privilegios.
Réplica
Tras la publicación de este escrito, RESUMEN recibió una réplica de parte de la dirección del establecimiento, la cual reproducimos íntegramente a continuación:
Director de Medio Digital RESUMEN:
Junto con saludar, escribo para denunciar una noticia publicada hoy 13 de agosto en su medio, donde se asevera sin fuente legítima que «En Colegio Bio Bio denuncian reiteradas suspensiones de clases por falencias ya crónicas y negativa a contratar docentes reemplazantes». Ante este titular, clarificamos lo siguiente:
1.- Menciona que el colegio debió suspender clases por no contar reemplazos ante casos COVID. Esta situación es totalmente falsa, ya que el Servicio Local respondió a todos los reemplazos solicitados, incluso contando con reemplazos para el reemplazo de algún funcionario con licencia médica.
2.- La razón de suspensión fue socializada en consejo escolar (instancia con la representación de: padres y apoderados, Asistentes de la Educación, Docentes, Estudiantes, Sostenedor y Dirección) realizada el martes 09 de agosto, donde se indica que es una medida de prevención para evitar mayores contagios, los que a esa fecha afectaba a 10 funcionarios estando otros 4 en espera de resultados de PCR (incluidos los reemplazos). Ante esta realidad, nuestro sostenedor apoyó la iniciativa de suspensión como una medida preventiva pensando en el bienestar de la comunidad educativa en general.
3.- Respecto a la alimentación de aquellos días, este servicio no fue solicitado por los apoderados, al igual como ocurrió en las vacaciones de invierno (adelantadas por instrucción Ministerial).
4.- En cuanto a los arreglos pendientes por el Servicio Local Andalien Sur, estos han sido respondidos contando actualmente con un suministro de energía eléctrico reparado (en el mes junio), con panderetas nuevas en el patio de estudiantes y pre-escolar (lo que se concreta antes del inicio de de vacaciones de invierno), las rejas de protección citadas también fueron instaladas (en el mismo mes de junio) y en cuanto a los climatizadores de las salas, su reparación fue licitada con una empresa experta en la materia, que acudirá al colegio la próxima semana (comprendiendo los plazos en que dichos procesos funcionan). Cabe indicar que no todos los climatizadores instalados en el establecimiento no funcionan, y en las salas donde estos presentan fallas, fueron reemplazados por calefactores eléctricos, cumpliendo así con la temperatura exigida por normativa al momento de realizar las clases y atender a los niños y niñas.
5. En cuanto a las suspensiones de clases, estas fueron informadas debidamente al Ministerio de Educación existiendo un calendario de recuperación específico para ellas, por lo que se ha resguardado el trabajo pedagógico de los estudiantes..
Cabe señalar además, que las suspensiones de clase son medidas que obedecen a situaciones no planificadas, y es por ello que el Colegio actúa en comunicación directa con los representantes de cada estamento de la Comunidad educativa para socializar los eventos que nos aquejan, siendo en este caso, brote de COVID que se presentó entre los funcionarios. En respuesta, se organizaron además jornadas de sanitización, además de un operativo de testeo para los funcionarios.
Ante todo lo mencionado, quisiera señalar que el reportaje que patrocina su medio falta a la verdad, no cuenta con personas responsables que se hagan cargo de sus dichos, no refleja un trabajo de investigación consultando y citando las fuentes para corroborar lo mencionado y sorprendiendo a todos los que tiene algún cargo o vocería validada por la comunidad en el establecimiento (Centro de padres, Centro de Estudiantes, Representante de Docentes y Asistentes de la Educación, y Dirección) . Por lo anterior, solicito a usted bajar en lo inmediato dicho artículo y/o publicar una disculpa pública ante lo irresponsable y ajeno a la verdad informado en el artículo.
Sin otro particular, reciba saludos cordilaes
Eugenia Leonor Riveros Ávalos
Directora Colegio Biobío