El Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) anunció, durante la semana pasada, la formación de una coalición naval internacional en el mar Rojo para "proteger la libre navegación" en esta importante vía marítima internacional, en medio de los crecientes ataques con misiles y drones de Yemen contra buques con destino a Israel.
Por Joaquín Pérez
Yemen aseguró reiteradas veces que garantiza la seguridad de la navegación en el mar Rojo para todas las embarcaciones del mundo, excepto aquellas con destino a puertos israelíes, mientras este Estado mantenga la brutal masacre de la población palestina en Gaza.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció durante su visita a Israel que Estados Unidos y países aliados como: Países Bajos, Reino Unido, Australia, Seychelles, Baréin, Canadá, Francia, Italia, Noruega y España, conformarían una coalición internacional en el mar Rojo, a la que se unirían más naciones, en la que ellos denominaron operación ‘Guardian de la Prosperidad’.
Te puede interesar: Genocidio en Gaza, los rebeldes Hutíes de Yemen y la inflación mundial
Hoy, cuatro de las naciones más importantes nombradas por el vocero del pentágono: España, Italia, Francia y Australia; informaron que no serán parte de esta operación, a solo días de ser anunciada, lo que muestra el debilitamiento de la hegemonía norteamericana a nivel mundial, la que se profundiza cada día, tanto con la derrota militar de Rusia sobre la OTAN en la guerra de Ucrania, como con el alto costo político y moral que está pagando el imperialismo norteamericano por su apoyo a genocidio en Gaza, reprobado por todos los organismos internacionales, organizaciones de DDHH y los pueblos del mundo, incluido los de gobiernos que apoyan a Israel como Estados Unidos y Reino Unido.
Francia puntualizó que apoyaba los esfuerzos para garantizar la libertad de navegación en el mar Rojo, sin embargo, sus barcos permanecerían bajo mando francés. La Defensa italiana también precisó que enviaría la fragata Virginio Fasan al mar Rojo para proteger sus intereses nacionales, y explicó que esto era parte de sus operaciones existentes y no parte de la coalición naval liderada por Estados Unidos en la zona. Mientras España y Australia simplemente se restaron de la operación.