Por Eduardo Godoy / resumen.cl

Hoy miércoles 12 de octubre, alumnas y alumnos del Centro de Estudiantes del Colegio República de Brasil, de la ciudad de Concepción, motivados por el Movimiento Alto al SIMCE y con la representatividad estudiantil mediante los concejos de delegados de curso, realizaron una manifestación a las afueras de su colegio en respuesta al intento por parte de la Dirección del Establecimiento de obligarlos a rendir el SIMCE.

Según consignan los estudiantes, la acción se da debido a la ofensiva realizada por directivos de la institución, quienes el día martes 11 de octubre hicieron el envío de un documento a los apoderados y apoderadas, en el cual estipulan que el SIMCE es obligatorio. Cabe recordar, que la ley estipula que son los establecimientos los obligados a rendir la prueba, no así los estudiantes.

Al momento de la llegada de la prensa al lugar, inspectores del establecimiento se encargaron que ningún alumno saliera del Colegio, dejando solo a los dirigentes estudiantiles frente a los comunicadores sociales.

Según consignan los manifestantes, en pasadas conversaciones entre representantes del CEE del colegio con sus directivos, estos últimos aclararon que la institución no preparaba a los y las estudiantes para dar la prueba. Sin embargo, a su vez, compañeros de sexto básico hacen saber que aproximadamente, desde el mes de septiembre se están llevando a cabo ensayos de SIMCE, los cuales han tenido variadas modificaciones, como por ejemplo, portadas despojadas, títulos borrados, pero con el sello de la Agencia de Calidad de la Educación del Gobierno.

Además, alumnos y alumnas del Colegio señalan que habrían sido amenazados por directivos y profesores con la cancelación de matrícula, suspensión de clases y respectivas evaluaciones de la prueba, prácticas que agobian y violentan a los y las estudiantes del Colegio República de Brasil.

Dentro de las razones para oponerse a la realización del SIMCE, el Movimiento Alto al SIMCE indica que no hay ninguna evidencia de que la prueba mejore la educación y además, hay evidencia de que daña la educación reduciendo el currículum y generando agobio en profesores y estudiantes. Mediante esta prueba se contribuye a la segregación socioeconómica de los establecimientos, potenciando el denominado «apartheid» educativo del sistema educacional chileno.