[resumen.cl] La Base Naval, la isla Quiriquina y la Base El Morro fueron solo algunos de los lugares facilitados y condicionados por la Armada de Chile como centros de detención y tortura durante la dictadura cívico-militar en Talcahuano. Hoy, en el Día de las Glorias Navales, recordamos parte de su historial en la violación de Derechos Humanos.
El 21 de mayo ha sido el día impuesto como aquel referido a las Glorias Navales, sustentado en una de los combates sostenidos en la llamada Guerra del Pacífico en 1879 lo cual, al igual que otras fechas como el Día del Carabinero, obvia los crímenes que agentes del Estado han realizado contra los pueblos.
En este contexto, un ejercicio de memoria nos lleva a la historia reciente de Chile y rol de la Armada como cómplice de la dictadura cívico-militar a diversas escalas, lo cual ha sido sistematizado en diversos trabajos. Uno de estos el realizado por Thiana Arias Alocilla donde se caracteriza la represión política en la comuna de Talcahuano durante los primeros tres años de dictadura.
De esta forma, espacios como Base Naval de Talcahuano, Fuerte Borgoño, Base "El Morro", Isla Quiriquina y el Fuerte Rondizzoni fueron lugares en donde la detención y tortura se materializaron bajo el régimen instalado a sangre y fuego.
Y es que se sostuvo, inicialmente, la línea a nivel general de la provincia de Concepción, donde el territorio «estuvo a cargo de personal de la Armada y el Ejército, mientras que Carabineros quedó a cargo del orden público en aquellas localidades más alejadas, específicamente zonas rurales», indica una artículo de Danny Monsálvez.
Así, bajo la administración de la Armada se sostuvo la elaboración de centros de detención y tortura reconocidos posteriormente por las mismas personas que fueron trasladadas a los lugares, siendo un sitio estratégico la Base Naval, espacio que en su interior contaba con instalaciones donde el gimnasio, el cuartel Rodríguez y el Fuerte Borgoño -como ejemplos- se habilitaron para la violencia estatal.
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Objetivo similar tuvo la isla Quiriquina, territorio ubicado en la Bahía de Concepción ubicada a cerca de 8 km de la comuna chorera, en la cual la Escuela de Grumetes fue un espacio donde existió, señala la investigación de Arias Alocilla, «uno de los campos de concentración más importantes del sur de Chile con más de 800 detenidos».
La arquitectura de la violencia estatal conllevó, a la vez, la reformulación de usos de las inmediaciones. Tal fue el caso del Fuerte Rondizzoni, instalación aledaña a la Escuela de Grumetes.
Por otra parte, la Base El Morro, ubicada en un cerro contiguo al conocido estadio homónimo, fue uno de los lugares utilizados para la reclusión y tortura de las y los presos políticos, recibiendo el carácter de centro clandestino de represión y siendo uno de los lugares menos conocidos de forma pública.
Es este último lugar que ha sido visibilizado por organizaciones de exprisioneras y prisioneros políticos, quienes han levantado una lucha constante que contempló, en 2017, que el sitio fuera declarado Monumento Histórico y Sitio de Memoria.
En el conmemorado Día de las Glorias Navales, se torna esencial hacer ejercicios de memoria que hagan énfasis en el historial -cruzado por la impunidad- de las Fuerzas Armadas y de Orden que ejercieron violencia contra el pueblo.