[resumen.cl] La Corte Suprema confirmó el fallo de la Corte Marcial de la Armada, que el 25 de agosto de 2015 condenó a cinco miembros de la Armada a penas de 3 años y un día de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada, por su responsabilidad en el delito de violencia innecesaria con resultado de muerte contra David Riquelme, poblador de la comuna de Hualpén asesinado durante el toque de queda tras el terremoto y posterior tsunami del 27 de Febrero del 2010 y las lesiones provocadas a su amigo Iván Rojas Araneda.

Mientras el Gran Concepción se encontraba bajo estado de excepción y toque de queda, luego del cataclismo del 27 de febrero de 2010, muchas personas sufrieron vejámenes de parte de los efectivos de las Fuerzas Armadas que patrullaban las ciudades, sin embargo, el abuso llegó al extremo con el crimen de David Riquelme.

David estaba junto a su amigo Iván Rojas cerca de la medianoche del 10 de marzo, fueron a comprar cigarros a una casa cercana y en el trayecto fueron interceptados por infantes de marina, quienes los tiraron al suelo y de inmediato los comenzaron a golpear, lo cual fue testificado por una vecina y su hijo que viven frente a ese lugar.

Después de esta golpiza, los subieron a un vehículo y los llevaron al cuartel de la PDI de Talcahuano, mientras los siguieron golpeando en el trayecto. No los dejaron aquí, pues el recinto estaba saturado de gente y resolvieron llevarlos a una playa, posiblemente Lenga. En este lugar, maniatados de pies y manos, continuaron sufriendo agresiones. En tal momento, David manifestó que la golpiza ya era excesiva, según recuerda su amigo Iván. Posteriormente los regresaron a la población, tirándolos en una cancha de fútbol.

Iván vio que David se desplomó y cuando hizo el ademán de volverse a ayudarlo los marinos le espetaron que si no seguía caminando lo balearían, afirma el abogado de la familia de Riquelme. Luego de eso, los uniformados abandonaron el lugar e Iván emprendió el camino hacia su casa a buscar auxilio. El dolor que sentía era de tal intensidad, que el trayecto de dos cuadras, lo hizo en dos horas, y cuando regresó al lugar acompañado de otras personas, David ya había muerto.

El crimen se intentó justificar por parte de los marinos, señalando que los detenidos no contaban con sus identificaciones y que fueron atrapados intentando saltar una pandereta lo que fue desmentido por los hechos verificados en la investigación.

La defensa de estos últimos recurrió a la Suprema con recursos de casación en la forma y en el fondo presentados en contra de la sentencia dictada por Corte Marcial de la Armada, los que fueron desestimados por el máximo tribunal que decidió mantener el criterio del tribunal material.

Los acusados no pisarán la cárcel pese al criminal episodio, digno de las peores épocas de la dictadura.

Los «condenados» son Jorge Luis Elgorriaga Lavin, Cristián Ladislao Martínez Flores, José Ramón Caamaño Sepúlveda, Omer Antonio Valdebenito Navarrete y Esteban Muñoz González.

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