[resumen.cl] Durante las últimas semanas se han registrado floraciones algales nocivas (FAN) en el mar austral de Chile. Estos eventos están relacionados al cambio climático y al riesgo que presentan los centros de cultivos industriales que arrojan grandes cantidades de nutrientes al ecosistema, las que pueden potenciar los afloramientos de microalgas. Las consecuencias de estas mortalidades masivas, tanto en los salmones en cautiverio como en especies silvestres en el ecosistema, no han sido evaluadas aún.
Según indicó Sernapesca este lunes, 15 centros de cultivo fueron afectados, la mortalidad alcanzaría unas 5.595 toneladas y la cantidad de peces trasladados hacia otros centros de cultivo alcanzaría las 7,1 millones de peces.
Tres centros de cultivo en el fiordo Comau en la provincia de Palena: Leptepu, Porcelana y Loncochalgua fueron afectados con mortalidades masivas de peces durante la semana pasada.
Un buzo que trabajó evaluando la zona afectada comentó a RESUMEN que «la industria no tiene como sacar la mortalidad, su logística quedó corta como siempre y hay muy poca fiscalización. Ya están tan desbordados y el desgaste es tanto que ya no hay cupo en los wellboats, la cagá que va a quedar es grotesca», advirtió.
Desconocidos impactos en la biodiversidad del fiordo Comau tras mortalidades masivas
La bióloga marina Vreni Häussermann explicó a La Tercera la alta biodiversidad de organismos del fondo marino en el fiordo Comau. Destacó que los corales de agua fría en la zona son objetivo de interés científico internacional, los cuales forman estructuras que sirven de habitat para otras especies, y por lo tanto, al morir la reducción de la biodiversidad podría ser drástica.
Además, estos arrecifes de agua fría presentarían una muy lenta recuperación tras este tipo de eventos. La investigadora apuntó a un estudio que determinó un aumento de la productividad primaria entre 1990 y 2010, el cual estaría relacionado a la cantidad de nutrientes que entraron al ecosistema.
En este contexto, indicó que "Hasta ahora solo había floraciones regulares de algas, se ponía verde el agua y después de una semana desaparecía todo. Lo que pasó ahora es que hace dos años se descubrió esta célula de algas tóxicas en el lugar. El hecho de que estuviera presente significaba que algo podía pasar, y ahora pasó".
Cambio climático y aumento de la producción salmonera: un riesgoso cóctel para Floraciones Algales Nocivas
El cambio climático incide en la distribución y aumenta la frecuencia de eventos de floraciones de microalgas en el océano debido a los nuevos regímenes de temperaturas y precipitaciones que se están configurando desde las últimas décadas.
Junto a esto, en las zonas donde se instalan los cultivos de manera masiva, ingresan más nutrientes debido a la gran biomasa de salmones, con lo que se configura un factor de riesgo de eutroficación, un proceso que se caracteriza por el excesivo crecimiento vegetal y de algas, agotando el oxígeno.
Desde el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR) indicaron que el evento actual de floración algal nociva es «aparentemente debido a una microalga denominada Heterosigma akashiwo que ha afectado especialmente al fiordo Comau (ACS 17A) ha sido generado sin duda por el evento climático de sequía extrema que estamos viviendo, pero no podemos descartar el papel de los nutrientes adicionales en el ecosistema que alberga la salmonicultura. Además este es un barrio de alta concentración productiva, que en el modelo de riesgo equivale a una alta exposición».
Desde INCAR recalcaron que desde los centros de cultivo que operan con una mayor biomasa de salmones han ingresado más nutrientes al ecosistema «y este siempre es un factor de riesgo de eutroficación, facilitación o gatillante de florecimientos algales, reducción de oxígeno, etc.». La evaluación preliminar muestra algunos cuerpos de agua incluyendo Estuario y Seno Reloncavi, fiordo Comau en la X región, y fiordos Puyuhuapi, Cupquelan y Quitralco, en Aysén con niveles de riesgo de eutroficación más altos».
El centro además recomendó «incrementar esfuerzos hacia la evaluación de los ecosistemas que albergan la salmonicultura con un enfoque de riesgo y con medidas preventivas acorde a ello».
Mapas de la plataforma de altas climático de Chile del Ministerio de Medio Ambiente muestran los fiordos que se encuentran en riesgo de Floraciones Algales Nocivas (FAN). Estos análisis de riesgo consideran tanto al cambio climático y la producción industrial que vuelve al sistema más sensible a afectaciones.
"Factores asociados al cambio climático como el aumento de temperaturas son cosas que no podemos manejar, pero sí podemos manejar no incorporar una mayor cantidad de nutrientes y contaminación que hace que estos eventos se puedan desencadenar y puedan ser peores y más tóxicos", señaló a La Tercera la vocera de Greenpeace, Estefanía González
Por su parte, el gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón de SalmonChile, Esteban Ramírez señaló a RBB que las condiciones climáticas indicarían que el evento estaría en retirada.
La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ordenó medidas provisionales este 10 de abril pre procedimentales a la empresa Camanchaca S.A., titular del "Centro de Engorda de Salmónidos (CES) Porcelana", emplazado en Caleta Porcelana
Sernapesca indicó este lunes que habría retirado un 95% de la mortalidad, correspondiente unas 5.339 toneladas, precisando que «15 centros de cultivos mantienen activos los planes de acción ante mortalidades masivas, 6 corresponden a la región de Los Lagos y 9 a la región de Aysén. Destacando que en la región de Aysén 3 centros han dado por finalizada la contingencia (103593, 110154 y 110268) y 5 centros (102077, 103418, 110411, 110242 y 110129) disminuyeron su mortalidad a niveles bajos, pudiendo finalizar contingencia si las condiciones ambientales lo permiten».
A principios de este mes, la empresa Camanchaca había estimado en unos «US$ 2,3 millones, neta de indemnización estimada por seguros comprometidos, los que se encuentran activados".
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Según indicó Diario Acuícola, los barcos pesqueros de alta mar (PAM), Duqueco (Camanchaca) y Coral I (Landes) transportaron 578 y 451,59 toneladas a la región del Biobío, respectivamente. Estas tienen por objetivo ser reducidas a harina de pescado en plantas de la zona.
Voces desde el territorio
Álvaro Montaña, integrante de la agrupación Defendamos Chiloé indicó a RESUMEN la interpretación que realizan desde el territorio ante la problemática apuntando esencialmente a Sernapesca y al Superintendencia del Medio Ambiente como entes vinculados al desastre contra el ecosistemas debido a la falta de fiscalización y sanciones a las salmoneras.
En este sentido, Montaña reflexiona acerca de lo vivido el año 2016 con la crisis medioambiental vivida en Chiloé «que terminaron con salmones arrojados al océano, y donde la Contraloría y la Corte Suprema han detectado incumplimiento de las labores de estos servicios públicos en el debido cumplimiento de los reglamentos ambientales, sanitarios, de residuos de la salmonicultura, tampoco cumplen con las resoluciones de calificación ambiental respectiva y las evaluaciones ambientales ocupan el más bajo estándar legal».
Desde la organización señalan que una de las consecuencias que se podrían proyectar guarda relación con que la materia orgánica quede disuelta en un ecosistema con poca circulación de agua. Concretamente, «estamos hablando de fiordos y canales con baja oxigenación y baja circulación de corrientes; o bien, que no haya capacidad para llevar estos residuos a lugares autorizados y se terminen arrojando en vertederos ilegales o al mar, como pasó el 2016».
Consultadas por las responsabilidades que proyectan, Álvaro Montaña apuntó centralmente a organismos estatales y empresas afines al rubro salmonero, partiendo de la base de la declaración de «áreas aptas para la acuicultura sectores que por sus condiciones geográfico físicas y oceanográficas son muy proclives a la generación de florecimientos algales nocivos». Asimismo, respecto al empresariado relacionado, señala que se encontrarían «involucradas hasta ahora: Aquachile, Aguas claras, Granja marina tornagaleones, Trusal, Ventisqueros y Australis mar, de ellas Aquachile y Tornagaleones tuvieron mortalidades masivas el año 2016».
A pocas semanas de cumplirse un nuevo aniversario del llamado «Mayo Chilote», donde las protestas en distintos lugares del país solidarizaron con la activa movilización de las y los habitantes del archipiélago por el desastre socioambiental producto de la explotación de la industria salmonera, la población ha planteado una serie de propuestas para prever y enfrentar estas situaciones.
Desde Defendamos Chiloé señalan la importancia de «robustecer las fiscalizaciones y sanciones a las empresas, elevar el estándar de evaluación ambiental previa a la categoría de estudios de impacto ambiental, desafectar áreas de alto valor ecológico como fiordos como áreas aptas para cría de salmones, reubicar estas concesiones en tierra y sancionar quitando concesiones a empresas que tiene un prontuario de daño ambiental».
En este sentido, el apoyo del Estado en términos de financiamiento debiera ir dirigido a actividades económicas marinas sostenibles, abriendo oportunidades de diversificación y reconversión laboral basadas en policultivos de especies nativas a pequeña escala. De igual forma, apuntan al «repoblamiento de recursos marinos extintos, y en la agregación de valor a las exportaciones, debemos dejar de vender biomasa y empezar a vender productos marinos con valor agregado, basados en una producción descentralizada territorialmente en pequeñas industrias locales».
El desarrollo de la industria salmonera en Chile se da en un contexto de profundo cuestionamiento a este sector extractivista. Todas las etapas de su circuito de producción de mercancías en base al cultivo de salmones introducidos a los ecosistemas locales generan impactos ambientales como: alta demanda de harina de peces silvestres e insumos de la agroindustria; contaminación en ríos, lagos y zonas costeras con basura, residuos orgánicos, compuestos tóxicos (pesticidas) y antibióticos; contribución a la diseminación de organismos parásitos y a la propagación de microalgas, y también de los propios salmones mediantes escapes masivos, entre otras consecuencias. Además, múltiples denuncias indican que empresas suelen operar en el margen de la legalidad, sin problemas para traspasarla, amparados probablemente en la escasa capacidad de fiscalización estatal y la remota ubicación de sus centros de cultivo en los fiordos australes.
Imagen principal: Foto de Álvaro Vidal