Fue a eso de las 13:00 horas de ayer miércoles 22 de junio cuando representantes de diversas organizaciones socioambientales llegaron hasta la Seremi de Energía del Biobío ubicada en Concepción para solicitarle al Gobierno ponga fin a la concesión eléctrica aludiendo a que ya han vencido los plazos.

Por Alejandro Baeza

Organizaciones socioambientales de Quilaco y Santa Bárbara, junto al consejero regional Javier Sandoval, llegaron hasta la Seremi de Energía del Biobío en Concepción para presentar una solicitud administrativa al gobierno del presidente Boric a para hacer efectiva la caducidad de Rucalhue Energía Spa para la construcción de la central hidroeléctrica Rucalhue.

En conversación con RESUMEN, Janny Figueroa, directora ejecutivo de la ONG We Kimün, de Santa Bárbara, señaló que «Fundamentos nuestra solicitud en el incumplimiento de los plazos que establece la normativa ambiental y de energía, donde ellos tienen un plazo para la ejecución de las obras que ya se cumplió. El plazo de inicio de obras comenzó a correr el 11 de mayo de 2018, de ahí tenían 36 meses, los que ya se cumplieron con creces [mayo de 2021], por eso es que estamos pidiendo esta caducidad, ya han pasado 49 meses y no han hecho el trámite para extender ese plazo, por tanto la ley otorga esa posibilidad de que se pueda hacer esa solicitud en caso que ellos no hayan cumplido el inicio de obras».

Además de esta ONG, estaban representados el Movimiento Autoconvocado de Santa Bárbara y el Colectivo Viento Sur.

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La solicitud se realiza al Gobierno a través del ministerio que otorgó la concesión, en este caso, el de Energía.

«Nosotros estamos pidiéndole al ministerio que ponga término a la concesión por haber incumplido la construcción de la empresa hidroeléctrica Rucalhue según los términos establecidos en el decreto 20 y sus posteriores modificaciones, es decir, que proceda a dar caducidad al permiso otorgado», agregó Figueroa.

Además, señalaron que en marzo le entregaron una carta al presidente Boric en La Moneda para que revise estos antecedentes.

Este proyecto destruirá flora y fauna endémica, pero también afectará a comunidades que ya habían sido relocalizadas luego de la construcción de la central Ralco, afectando los compromisos firmados con estas familias.

Cabe recordar que el pasado lunes 20 de junio, finalmente Conaf se pronunció ante la solicitud de la empresa china que pretendía declarar al proyecto hidroeléctrico como interés nacional, lo que permitiría la tala de las especies Naranjillo y Guindo Santo. Desde el municipio de Santa Bárbara informaron que la empresa no podrá cortar ni alterar dichas especies, presentes en la cuenca del río Biobío.