"¡Que se vayan todos!": A 20 años del Estallido argentino

[resumen.cl] Mucho más anunciado y predecible que el Estallido chileno de octubre de 2019, el Estallido argentino iniciado el 19 y 20 de diciembre de 2001 marcó un hito político para toda Sudamérica. Era la victoria de un levantamiento popular cuyo símil anterior, el caracazo del 27 de febrero de 1989 en Venezuela, fue ahogado en sangre.

Las imágenes de las multitudinarias marchas, las asambleas barriales, los grupos piqueteros cortando rutas, quedaron en la retinas de muchos, como quedaron en los oídos los masivos caceroleos y consignas como "que se vayan todos".

Las violentas políticas neoliberales, implementadas durante el Menemismo (1989-1999) continuadas por el presidente de la Rúa, llevaron a Argentina a un desastre económico y social sin precedentes en la historia de este país, del cual aún no logra salir y que destruyó la otrora rica nación sudamericana.

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A diferencia del estallido chileno, llegó a este a través de un proceso de lucha y de organización previo bien marcado, levantamientos territoriales en diversos sectores del país realizados en forma previa, organización de los trabajadores desocupados (cesantes) por las privatizaciones y la crisis económica.

Represión en Buenos Aires | Fotografía: TELAM

Estos Movimientos de Trabajadores Desocupados (MTD) fueron los que levantaron lo que en Argentina se conoció como "los piqueteros". La extensión de la crisis social llevó a un empobrecimiento de amplias capas medias en las grandes ciudades, desde donde surgieron las asambleas barriales, derivadas algunas en movimientos políticos como "Barrios de Pie", pero en conjunto a estos nuevos movimientos, el movimiento sindical en Argentina aún tenía peso y poder.

Gremios como el sector público (ATE), una versión más potente de nuestra ANEF, el gremio de los trabajadores de la educación (CTERA) y las propias centrales sindicales CGT y CTA, a pesar de lo corrompidas (especialmente la CGT), aún tenían líneas rojas de resistencia frente a la ofensiva neoliberal.

Aquel año 2001, específicamente el 2 de diciembre, el ministro de economía Domingo Cavallo, decretó el corralito bancario, que puso límites a los retiros de divisas desde los bancos. Esto agudizó y amplió la protestas mucho más allá de los sectores populares, los principales afectados por años de implementación de políticas neoliberales.

Fotógrafo de Página 12 y una Madre en Plaza de Mayo | Fotografía: p12

El 13 de diciembre las centrales obreras convocaron una huelga general, que tuvo acatamiento masivo por parte de la población, con estallidos en diversos poblados del interior del país, que implicaron saqueos a supermercados y camiones con alimentos principalmente, cortes de ruta y ataques a edificios públicos.

Los distintos levantamientos locales, continuaron extendiéndose, al igual que los cortes de las principales rutas del país, hasta llegar al Gran Buenos Aires, principalmente en el cono sur bonaerense y la zona oeste de la ciudad.

El día 19 de diciembre los disturbios estaban por todo Buenos Aires, pleno microcentro de la ciudad a pasos de la Rosada, casa de gobierno de Argentina. Esa noche Fernando de la Rúa, cual Piñera, decretó Estado de Sitio, las primeras imágenes de la represión a los manifestantes y jóvenes muertos en avenidas céntricas de Buenos Aires provocó la salida masiva de la población a las calles.

Las imágenes de las Madres de Plaza de Mayo, con Eve de Bonafini y Nora Cortiñas a la cabeza interponiéndose al avance de las fuerzas represivas en contra de los jóvenes, resultó otro aliciente más ´para multiplicar aún más las protestas.

A las 19:37 del 20 de diciembre del 2001 el presidente Fernando de la Rúa renunció a la presidencia del país y es sacado en helicóptero desde la Casa Rosada. Una imagen que dará vuelta al mundo y que estaba en el imaginario de muchos durante las jornadas de octubre y noviembre de 2019 en Chile.

39 fueron los fallecidos en estas protestas, algunos miembros de organismos de derechos humanos que vigilaban como Carlos 'Petete' Almirón (23 años), militante de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).

Las protestas continuarán más allá del derrocamiento del derrocamiento del gobierno de de la Rúa. Un intento de disciplinamiento social terminará el 26 de junio de 2002 con el asesinato de dos dirigentes piqueteros de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón: Maximiliano Kosteki (22 años) y Darío Santillán (21 años) en el puente Puigrredon, límite de Ciudad Autónoma de Buenos aires (CABA) y la Avellaneda. En aquella oportunidad, 37 manifestantes más resultaron heridos.

 

Fotografía principal: Diario Contexto

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