[resumen.cl] Hace dos años, Carabineros de Chile asesinaba por la espalda al comunero mapuche Camilo Catrillanca: uno de los montajes más conocidos de la postdictadura y del cual aún no existen condenados.
El 14 de noviembre de 2018, funcionarios de Carabineros de Chile dispararon por la espalda a Camilo Catrillanca, dando muerte al joven comunero mapuche en Temucuicui.
Inmediatamente, se orquestó un montaje que buscaba justificar el actuar de los policías involucrados, el cual, pese a contar con el respaldo del Ejecutivo -enfáticamente de parte del ministro del Interior de la época, Andrés Chadwick- y la propia institución de Carabineros, mediante el Director General del momento, Hermes Soto Isla, se derrumbó ante la sociedad.
A partir de ese momento, se desarrollaron masivas e intensas movilizaciones a nivel nacional, acompañadas de enfrentamientos con Fuerzas Especiales de Carabineros, que exigían justicia para Catrillanca, junto al procesamiento judicial de los responsables del montaje y el asesinato del comunero.
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En esta línea, un día después de su muerte, el 15 de noviembre de 2018, una intervención lumínica en la actual Plaza de la Dignidad (ex Plaza Italia) hacía referencia al caso. Versos de un poema difundido por el poeta Raúl Zurita eran proyectados por Delight Lab.
Un año después, la misma imagen sería proyectada en el primer aniversario del asesinato de Camilo Catrillanca, en pleno Estallido Social, en el edificio del Congreso.
Hoy, en su segundo aniversario, múltiples convocatorias en diferentes lugares del país marcan la jornada, junto a una impunidad arrastrada en uno de los casos más controversiales de la postdictadura referidos a la violencia policial: un montaje orquestado por el Estado chileno que mantiene procesados a siete excarabineros y un abogado.
Mientras tanto, calles, muros y memoria(s) no olvidan su asesinato: su rostro cubrió más allá del horizonte.