En un fallo inédito, la tarde de este miércoles, la Superintendencia de Medio Ambiente revocó las Resoluciones de Calificación Ambiental de tres centros de engorda de salmones, propiedad de la cuestionada empresa Nova Austral.

Por Juan Contreras Jara

Entre 2015 y 2017, la empresa de capitales noruegos, Nova Austral. sobrepasó los niveles de producción máxima permitida en sus faenas, generando un grave daño medioambiental al Parque Nacional Alberto de Agostini. Por estos episodios, la SMA revocó la RCA de tres de sus centros de engorda, ubicados en la región de Magallanes.

La acción de la SMA tiene su génesis tras la denuncia presentada en 2017 por el Comité pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF) que, tras realizar distintas investigaciones en su filial de Aysén, concluyó que la actividad fuera de la norma de Nova Austral estaba generando condiciones anaeróbicas en zonas colindantes con el parque nacional.

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Desde CODEFF, su presidente Luciano Pérez Fuentealba, detalló que, «esto demuestra que todo lo que nosotros habíamos estado sustentando, en términos de demostrar el grave daño que se está produciendo a los ecosistemas, está afectando las inmediaciones, zonas de influencia y el rango de hogar de los seres vivos que ahí debieran tener todo un ecosistema protegido y no tener, a pocos metros de estas zonas valiosas, estos centros tan desastrosos».

La revocación de la RCA de tres de sus centros salmoneros se sustentó en el daño medioambiental causado por la empresa y la planificación de este, asumiendo la organización premeditada de las labores al interior de sus faenas. A esto hay que agregarle las millonarias ganancias obtenidas producto del ilícito y la existencia de sanciones previas contra Nova Austral.

En esta línea,  hay que sumarle a la revocación de la RCA de los centros salmoneros Cockburn 23, Cockburn 14 y Aracena 10, de Nova Austral, la SMA una multa que supera los 900 millones de pesos por alteraciones en los índices de mortalidad al interior de otro de sus centros de engorda, Aracena 14, en 2019.

Desde CODEFF hicieron hincapié en que este histórico fallo debe servir como jurisprudencia para enfrentar futuros desastres devenidos de la actividad salmonera, «que lo único que ha hecho es destruir los ecosistemas del sur de Chile", sentenció Pérez.