[resumen.cl] Los trabajadores en negociación con la empresa Claro Vicuña Valenzuela, encargada de las obras de la remodelación de la cárcel El Manzano de Concepción, ya habían entregado las obras tomadas al MOP para reiniciar con los trabajos hace diez días, lapso en el cual se habían realizado los destrozos.

La noche del jueves tres de agosto, alrededor de 40 personas ingresaron a las instalaciones, desmantelaron oficinas y quemaron parte del avance en la obra. Hechos por los cuales la empresa responsabiliza a los trabajadores y ex funcionarios, anunciando una querella en contra de quienes resulten responsables por los daños, según se informó en Radio Biobío.

Según Alejandro Jara, secretario nacional de SINTRASAR-Chile, la totalidad de trabajadores desvinculados ya fueron finiquitados por lo que «como sindicato y trabajadores de la obra no nos podemos hacer responsables de estos hechos».

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Además, los trabajadores ya se reintegraron a sus labores pese a no avanzar en las demandas que propiciaron la toma de la faena, «no han respondido ni por las prácticas anti sindicales, ni por los despidos, ni por las deficiencias en seguridad», recalca Alejandro.

Los trabajadores de la construcción manejan contratos por obra o faena, una de las relaciones contractuales más precarias de la realidad laboral chilena. En esta modalidad de contratos, la mayoría de los trabajadores son despedidos al finalizar la faena y, si tienen suerte, recontratados, dependiendo de las etapas de avance de las construcciones, por lo que no logran tener estabilidad económica ni derechos fundamentales como vacaciones, pre y postnatal y el pago de sus cotizaciones de forma constante.

**Fotografía por soychile.cl