[resumen.cl] El documento contó con el apoyo de trabajadores académicos y no académicos, además de los Centros de Estudiantes de la Universidad del Bío Bío, ante la posibilidad de que se agilice el pago de las remuneraciones atrasadas a los trabajadores a honorarios que en algunos casos llega a los tres meses.

El atraso en los pagos en los funcionarios que no son de planta es un asunto común en la Universidad, por lo que el Sindicato de Trabajadores a Honorarios UBB, lo incluyó desde un comienzo dentro de sus reivindicaciones, las cuales fueron hechas saber a través de un petitorio entregado al rector apenas se conformaron a fines de 2016.

La respuesta les llegó en enero de 2017, y fue una total negativa a todos los puntos exigidos: reajuste salarial, el pago oportuno de sus remuneraciones, días administrativos, pre y post natal y el paso de la calidad contractual honorarios a contrata.

Pese a esto, el rector de la universidad estatal les invita a conformar una mesa de trabajo, la que tuvo cinco reuniones con el área económica y de docencia de la universidad, en donde, además de insistir en todos los puntos de su petitorio, se enfocaron en el traspaso a contrata de sus compañeros.

Lea también: Trabajadores a honorarios UBB constituyen mesa de trabajo para mejorar sus condiciones laborales

«Finalmente, como resultado de la mesa, los puntos fueron nuevamente negados, lo único que uno pudiera decir que se está enfrentando de forma positiva es que no se están contratando a más honorarios que cumplan funciones permanentes», comentó a Resumen Paola Saldías, parte de la directiva del sindicato.

Según la dirigente, lograron que se generaran algunos traspasos de trabajadores a contrata, pero no en las condiciones que pedían. «Es el trabajador el que está asumiendo el costo previsional, y tomando en cuenta que desde hace cinco años que no se nos reajusta el sueldo, también  es el trabajador el que paga, lo que te deja un sueldo aún más precario».

En cuanto al pago oportuno «ellos van a empezar a arreglar el flujo», les aseguraron, cuando «en la práctica son personas que están sin sueldo y que deben endeudarse para vivir con sus familias», denunció Paola.

Bajo la modalidad de trabajo a honorarios los funcionarios pierden los derechos adquiridos tras años de lucha sindical, aunque no quita la relación de subordinación y dependencia que es reconocida entre el Estado y sus trabajadores.

«Nos exigen como su fuéramos trabajadores contratados, tenemos un jefe, tenemos que responder a reuniones, tenemos un espacio físico donde trabajamos, todas las condiciones de un trabajador a contrata», concluye Wladimir Soto, también parte de la directiva.