
Gracias a la recomendación del testigo, el Tribunal instó a Canadá a promulgar una ley sobre el deber de vigilancia de las empresas en materia de medio ambiente y derechos humanos y una legislación sobre diligencia debida similares a las de Francia y Alemania para rendir cuentas por los abusos contra los derechos humanos.
Por su parte, Zenaida Yasacama, vicepresidenta de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), presentó siete casos críticos del XV Tribunal Local de Derechos de la Naturaleza de Ecuador: Las Naves, Kimsacocha-Loma Larga, Warintza, Nabón, Fierro Urco, Espíndola, y Palo Quemado - Las Pampas, presentándolos a los jueces junto con el mandato oficial del Tribunal local. "Estos casos representan las realidades vividas y las experiencias de las comunidades que resisten al extractivismo en todo Ecuador. Estamos aquí hoy no sólo para denunciar, sino para exigir que se actúe", declaró Yasacama, y advirtió de la criminalización sistemática de los defensores indígenas de la tierra. Más de 200 personas han sido criminalizadas en diferentes territorios de Ecuador: "Somos perseguidos, amenazados y tratados como delincuentes por defender el agua y la vida".
Viviana Herrera, de Mining Watch, destacó los peligros del Tratado de Libre Comercio entre Ecuador y Canadá firmado en febrero, que otorga a las empresas el poder de demandar a los gobiernos que rechacen proyectos mineros. Canadá lo presenta como un acuerdo comercial "inclusivo", pero las comunidades de primera línea han sido sistemáticamente excluidas de las negociaciones. Esto no es más que una expansión del colonialismo corporativo". El contenido de este acuerdo se ha negociado a puerta cerrada, y existe una reserva ministerial sobre su contenido que las comunidades instan a que se haga pública.