[resumen.cl] La actividad del aserradero Foraction en Curanilahue es cuestionada por vecinos y vecinas del sector. Afectación a cursos de agua, tránsito constante de camiones de alto tonelaje, material particulado, ruido y percepción de inseguridad sanitaria. La empresa no reconoce impacto alguno y asegura tener todos sus permisos de operación. Pero en términos generales, el negocio de las plantaciones forestales en la provincia de Arauco ha trastornado el modo de vida de comunidades mapuche y campesinas, ha disminuido drásticamente la biodiversidad, alterado ciclos de nutrientes y afectado el suministro de agua en grandes y pequeñas cuencas hidrográficas, entre otros impactos.
El martes 13 de octubre, vecinos del sector Paso Hondo de la comuna de Curanilahue, protestaron impidiendo el acceso al aserradero Foraction Chili S.A. El aserradero está ubicado en el mismo sector rural de Paso Hondo, cercano a la localidad de Los Ríos, km 94 de la ruta 160. En el lugar habitan al menos 15 familias, la mayoría muy próximas a la empresa y que han visto afectada sistemáticamente la calidad de vida y sus derechos desde la instalación de dicho aserradero en 1999.
El aserradero es una empresa creada con capitales canadienses y que exporta subproductos derivados de la madera principalmente hacia Estados Unidos Alemania y Asia, alcanzando exportaciones que en los últimos 5 años superan los 83 millones de dólares, según indica el sitio veritradecorp
Durante estos años vecinos y vecinas del sector denuncian que debido lidiar con el constante transitar de maquinaria de alto tonelaje, elevados niveles de ruido y malas condiciones de aire producto de material particulado emanado por las actividades de operación y transporte de la empresa. Además denuncian afectación de napas subterráneas de agua y rellenos de tierra con áridos.
La vocera de la comunidad del sector de Paso Hondo, explicó que el motivo por el cual impidieron el acceso a la empresa se debió a que como comunidad se han visto afectados tanto social como ambientalmente. Indican que sus derechos como ciudadanos y propietarios han sido sistemáticamente ignorados por parte del aserradero. La vocera relata que la empresa está afectando la salud de sus animales de crianza y también su propia salud producto del alto nivel de ruido proveniente de las distintas maquinarias y procesos del aserradero, generando estrés y problemas de insomnio. También que el material particulado generado por el paso de camiones y del proceso de aserrado de madera, estaría ocasionando problemas respiratorios en la población y sus animales.
Sumado a esto, culpan a la empresa de cometer acciones presuntamente ilegales al provocar cambios importantes en sus predios, tales como la elevación de la cota natural del nivel del terreno mediante un relleno realizado con áridos y restos de madera proveniente de sus procesos forestales, afectando caminos de servidumbre e incluso flora nativa.
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En el sector, los procesos de sucesivas rotaciones de plantaciones y el agua de la lluvia que escurre por los suelos, estarían generado una intensa erosión, favoreciendo el deslizamiento de áridos hacia sectores con bosque nativo y cursos de agua. En este mismo sentido, los vecinos acusan al aserradero de estar contribuyendo a la desecación de la napa subterránea de agua de la cual las familias locales se abastecen, indicando que en reiteradas ocasiones han pedido a la empresa que detenga sus bombas de succión para poder llenar sus estaques.
Sumado a todo esto, los vecinos acusan que el aserradero dejó de realizar el mantenimiento del camino, por lo que el desplazamiento normal de los residentes tanto en invierno como en verano se ha visto considerablemente afectado debido a las malas condiciones del mismo y debido al flujo regular de camiones de alto tonelaje que circulan desde la ruta 160 hacia dicho aserradero.
Además, la vocera denuncia que habrían irregularidades con respecto al sistema de suministro eléctrico, puesto que la colocación de postes instalada por la empresa Frontel (grupo SAESA), en los predios particulares de los vecinos estaría diseñada para tensiones bajas con un máximo de 1.000 V. Sin embargo esta transportaría una alta tensión de 23 Kv (23.000 V), para satisfacer la demanda energética del aserradero, ante lo cual los vecinos exigen que sea retirada de sus predios e instalada a un costado del acceso y así contar con alumbrado público.
En conversación con Resumen, Héctor Fierro, gerente de relaciones públicas de Foraction Chili S.A. no reconoció problema alguno con vecinos, incluso declaró que «ojalá nunca tengamos un reclamo como esos»
Al ser consultado por los impactos del negocio forestal en la zona no quiso referirse al tema, asegurando que «nosotros contenemos nuestros áridos» y que «tenemos permisos para sacar agua de varios lugares»
COVID-19 y precario trabajo forestal
En el contexto de la actual crisis sanitaria, habitantes locales están preocupados por la alta movilidad de transportistas y trabajadores que concurren desde Curanilahue, una de las comunas que durante semanas ha liderado los contagios en la región.
Desde los inicios de la pandemia diversos actores y medios locales han visto con preocupación el desarrollo de la actividad forestal como un potencial riesgo en la propagación de la COVID-19 en la provincia de Arauco, y en particular, la construcción del proyecto MAPA, que diariamente moviliza trabajadores desde distintos puntos de la provincia y región hacia la comuna de Arauco. Ya en los primeros meses de la Pandemia, se realizaron diversas movilizaciones y reclamos de parte de trabajadores, autoridades y organizaciones locales, se ha denunciado la precarias e irresponsables condiciones sanitarias frente a la crisis sanitaria.
Frente a esto, las fiscalizaciones y paralizaciones parciales de las faenas del proyecto han sido insuficientes, y los trabajadores, autoridades y gremios de salud continuaron denunciando el riesgo sanitario latente que el proyecto MAPA, y sus sostenidas malas prácticas laborales, significan para la provincia. Exigiendo también, en algunos caso, la paralización de las faenas en vista de la crítica situación sanitaria que atraviesa toda la región del Biobío.
Pero no sólo la ampliación industrial de empresas Arauco ha influido en el aumento de los casos, sino también desde la actividad silvícola desarrollada en los campamentos forestales y otras actividades industriales, como aserraderos entre los que se incluye Foraction, han emergido brotes de COVID-19 que se han propagado en la comuna de Curanilahue.
Nuevos antecedentes de impactos socioambientales del negocio forestal
En años recientes, varios estudios demostraron:
Que los cambios de uso de suelo y expansión de plantaciones forestales alteraron el ciclo del nitrógeno en la Cordillera de la Costa
Que las plantaciones de pino y eucalipto afectan el suministro de agua en grandes cuencas hidrográficas, ya que para pequeñas cuencas hidrográficas, se tenía claro
Que los monocultivos junto a cursos de agua tienen una influencia negativa y efectos nocivos para la biodiversidad de insectos en ríos y esteros
Que hay un peligro creciente de megaincendios a causa de la estructura masiva de las plantaciones forestales y el cambio climático
Y que no cualquier tipo de reforestación ayuda a mitigar el cambio climático ya que se requieren bosques naturales y no plantaciones forestales
Un estudio de 2018 reportó una pérdida de bosque nativo del 33% en los últimos 25 años en la Cordillera de Nahuelbuta. Esta pérdida de bosques está asociada principalmente a la sustitución por monocultivos forestales de pino y eucalipto.
Esta profunda transformación del paisaje y fragmentación avanzada de los bosques nativos mantiene bajo amenaza a diversas especies endémicas de la zona y que presentan también un alto riesgo de extinción.
El estudio advierte que la forestación con plantaciones se mantiene constante en torno a 4,2% al año, y que el paisaje se volverá aún más uniforme en base al pino y eucalipto, las dos especies de interés comercial.
Esto podría dejar a Nahuelbuta como un paisaje severamente deforestado, con pequeños parches de bosque nativo altamente modificados, aislados y sin conectividad entre si, rodeados de usos de suelo altamente contrastantes.