[resumen.cl] La industria salmonera se encuentra en plena arremetida en la institucionalidad ambiental de la región del Biobío. En las últimas semanas, 15 Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) de proyectos de centros de cultivo de salmónidos han ingresado al Sistema de de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) por la empresa Cultivos Marinos Lago Yelcho con base en Puerto Montt. Todos estos proyectos presentan características muy similares: operarían con entre 16 y 18 balsas jaulas por cada concesión marítima de entre 16 y 20 hectáreas de superficie, su producción fluctúa en torno a las 4.200 y 4.900 toneladas por cada 18 meses y declararon una inversión de 2,8 millones de dólares cada uno. En total la inversión de Cultivos Marinos Lago Yelcho alcanzaría los 42 millones de dólares.
El pasado 24 de julio, habían ingresado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) 5 proyectos salmoneros: uno en Hualpén, otro en Coronel, y tres más en la isla Santa María.
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El pasado 31 de julio ingresaron 2 centros más, uno en la isla Santa María y otro en Hualpén. El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos Isla Santa María, Al Suroeste de Península Cadenas» busca operar sobre una superficie de 20,99 hectáreas con 16 balsas jaulas de 40 metros de diámetro y 20 metros de profundidad. La producción declarada es de 4.900 toneladas por ciclo productivo de 18 meses. Los accesos para carga y descarga al centro de cultivo se realizarían a través del puerto de Coronel.
El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos sur de Punta Cullinto» busca operar sobre una superficie de 19,99 hectáreas con 18 balsas jaulas de 40 metros de diámetros y 20 metros de profundidad. La producción declarada por la empresa es de 4.600 toneladas por ciclo productivo de 18 meses. El acceso a los centros de cultivo se realizaría a través del Puerto de San Vicente.
El pasado 1 de agosto, ingresaron 6 proyectos más. El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos Norte de Punta La Tortuga» busca operar sobre una superficie de 20 hectáreas mediante 18 balsas jaulas circulares de 40 metros de diámetros y 20 metros de profundidad, con una producción máxima de 4.900 toneladas por ciclo productivo de 18 meses. El acceso a este centro de cultivo para actividades de carga y descarga a través del puerto de San Vicente.
El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos Noreste de Ensenada Inglesa, Isla Santa María» pretende operar sobre una superficie de 21 hectáreas mediante 16 balsas jaulas circulares de 40 metros de diámetro y 20 metros de profundidad, alcanzando una producción de 4.700 toneladas por ciclo productivo de 18 meses. El acceso a este centro de cultivo para actividades de carga y descarga se realizaría a través del puerto de San Vicente.
El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos Golfo de Arauco, Al Noroeste de Punta Coronel» busca operar sobre una superficie de 18 hectáreas con 16 balsas jaulas de 40 metros de diámetro y 20 metros de profundidad con 4.900 toneladas por ciclo productivo de 18 meses.
El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos Golfo de Arauco, Al Sur del Río Biobío sector 4» pretende operar sobre una superficie de 18 hectáreas con 16 balsas jaulas circulares de 40 metros de diámetro y 20 metros de profundidad. La empresa señala que el acceso a los centros de cultivo sería por el Puerto de Coronel.
El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos Golfo de Arauco, al sur del río Biobío, Sector 2«pretende operar sobre una superficie de 18 hectáreas con una producción máxima de 4.600 toneladas por ciclo productivo de 18 meses. El acceso se realizaría por vía marítima desde el Puerto de San Vicente para actividades de carga y descarga.
El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos Golfo de Arauco, Al Sur del Río Biobío, Sector 3» busca operar sobre una superficie de 18 hectáreas incluyendo 16 balsas jaulas circulares de 40 metros de diámetros y 20 metros de profundidad. La producción declarada es de 4.200 toneladas por ciclo productivo de 18 meses. Los accesos se realizarían desde el Puerto de San Vicente.
Este jueves 9 de agosto, ingresaron a evaluación ambiental 2 centros más en la comuna de Tomé. El proyecto «Centro de engorda de salmonídeos Suroeste de Sector Los Morros» operaría sobre una concesión de 16 hectáreas y declaró un monto de inversión de 2,8 millones de dólares. El proyecto considera una producción de 4.600 toneladas y la instalación de 18 balsas jaulas circulares de 40 metros de diámetros y 20 metros de profundidad. La empresa señala que busca que los accesos a los centros de cultivo se realicen a través del puerto de Tomé.
El proyecto «Centro de Engorda de Salmonídeos, Noroeste de Morro Lobería» pretende operar sobre una superficie de concesión de 15,99 hectáreas donde instalaría 16 balsas jaulas circulares de 40 metros de diámetro y 20 metros de profundidad con una producción máxima de 4.900 toneladas por ciclo productivos de 18 meses.
En sus Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA), la empresa también promociona la utilización de balsas-jaulas circulares de polietileno de alta densidad o HDPE (por sus siglas en inglés), en conjunto con redes plásticas, las cuales aseguran podrían resistir las condiciones de mar gruesa, evitar deformación de las redes, ataques de depredadores y garantizar la ausencia de escape de peces. Estas denominadas "jaulas de Polarcirkel" serían desarrolladas por la multinacional de la acuicultura Akva Group con sede en Noruega.
La misma empresa también ha intentado instalar centro de cultivo de salmones en la región de los Ríos
9 proyectos salmoneros fueron rechazados por el Servicio de Evaluación Ambiental en diciembre de 2016. Al igual que ahora, todos presentaban muy similares características entre si, y pretendían instalarse frente a las costas de la provincia de Valdivia, desde Punta Huezhui hasta Punta Loncoyén, todos en pleno mar abierto.
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En enero de 2018, El Tribunal Ambiental de Valdivia desestimó las dos reclamaciones que habían sido presentadas por la empresa Lago Yelcho Spa en contra de las resoluciones de carácter desfavorable que el Servicio de Evaluación Ambiental de la Región de los Ríos había emitido para sus proyectos.
Riesgo ambiental para la costa del Biobío.
La acuicultura industrial, especialmente la industria salmonera y su modelo exportador, han sido denunciados por su alta demanda de recursos alimenticios, así como por explotación laboral, trastornos sociales e impactos ambientales en los territorios donde se se han desarrollado anteriormente. Más de 30 años de operación de la industria salmonera en la región de la Los Lagos, han generado trastornos sociales en Chiloé y otros territorios donde se ha emplazado. Las características de los escasos puestos de trabajo ofrecidos por la acuicultura industrial y la salmonicultura, implican una fuerte precarización laboral, bajos salarios, vulneraciones de derechos de todo tipo y muy poca extensión en el tiempo debido a la degradación ambiental que genera esta industria.
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Para producir salmones en Chile, las empresas e instituciones asociadas intentan imitar el escenario natural en el que estos se desarrollaron naturalmente en el hemisferio norte. Allí los individuos adultos viven en el mar pero nadan río arriba para reproducirse y poner huevos en fondos de grava de los tramos superiores. En estas zonas es donde los juveniles se crían, crecen por un tiempo en las aguas limpias y ricas en oxígeno y luego regresan río abajo, hacia el océano.
Los salmones juveniles son criados en centros de cultivos con suministro de agua dulce desde ríos, mientras que los peces de tamaño medio son cultivados en lagos y los adultos en centros de cultivo en agua marina, en zonas costeras. El desarrollo de esta industria salmonera en Chile ha generado impactos ambientales tanto en aguas continentales como en zonas costeras.
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La salmonicultura industrial en Chile, que requiere un enorme volumen de insumos alimentarios desde la agroindustria y la pesca industrial, ya generaba una fuerte presión sobre las poblaciones de peces y sobre los territorios que soportan cultivos agroindustriales en la zona centro-sur, los que terminan alimentando a estos peces cultivados en vez de las personas que habitan los territorios. En la región del Bio-Bio, esta presión ha generado una crisis en la economía de la pesca artesanal, cuyas especies que abastecían a miles de familias ahora se encuentran en colapso luego de décadas de depredación pesquera industrial y semi-industrial. Además de esto, la posible expansión de la industria salmonera hacia Arauco, Biobío e Itata podría generar perturbaciones directas en los ecosistemas locales: incremento de las cantidades de materia orgánica en el fondo marino, aumento de la carga de nutrientes en el ecosistema, liberación de desechos líquidos y sólidos, modificación de la estructura de las comunidades biológicas y facilitación para la dispersión de enfermedades propias del hacinamiento de estos peces cultivados, entre otras consecuencias.