[resumen.cl] Tras cerca de dos semanas de protestas del pueblo colombiano en contra del gobierno y del sistema neoliberal, la respuesta del uribista Iván Duque sigue siendo la brutal represión, que deja decenas de asesinatos en manifestaciones, 28 víctimas de trauma ocular, cientos de personas desaparecidas, 1800 casos de abuso policial y 12 casos de abuso sexual.

Lo que partió como jornadas de protesta contra una reforma tributaria que castigaba a la mayoría de la población se ha transformado en un Estallido Social que exige cambios en Colombia de profundización democracia, anticorrupción y reforma de la estructura neoliberal del Estado. Las manifestaciones sociales, calificadas de «vandalismo» por el uribismo gobernante (corriente de ultraderecha), ha recibido como respuesta sólo brutal represión.

En este contexto, la Defensoría del Pueblo colombiano infirmó que el número de presuntos desaparecidos ha aumentado a 548, entre el 28 de abril y el 7 de mayo, de las cuales 189 personas ya fueron localizadas. En un informe adjunto, señalan que se han producido al menos 27 asesinatos en el marco de las protestas, perpetrados por agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y del Ejército Nacional.

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Sin embargo, el Instituto de Estudios para la Paz (Indepaz) y la ONG Temblores señalan que serían 47  las víctimas mortales producto de la represión. Asimismo, señalan que «se han presentado 963 detenciones arbitrarias y 12 casos de violencia sexual y 28 víctimas de trauma ocular.

Por su parte, Iván Duque ha llamado a un supuesto diálogo donde «hay que escuchar a todos los sectores del país, pero también el país tiene que escuchar al gobierno».

Sin embargo, dicho proceso no ha considerado a integrantes de las organizaciones populares desde donde se han desarrollado las intensas protestas, sino más bien gremios económicos y órganos estatales.

Así, mientras la violencia estatal continúa latente y la aprobación en las encuestas de Duque continúa bajando, la población ha mantenido el proceso de movilización que decanta en expresar el descontento contra el régimen.