[resumen.cl] La ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, señaló que existe cerca de un 80% de intencionalidad en los incendios que han azotado a la Región de la Araucanía durante esta temporada. La vocera del Ministerio Público salió a desmentirla.

Daniela San Martín, vocera de la Fiscalía de Chile señaló a La Tercera "todas las investigaciones dirigidas por los fiscales SACFI se encuentran en estado vigente y con diligencias en desarrollo, orientadas a determinar la causa de origen del fuego e identificar a los responsables, por lo que en esta etapa, al no existir resultados concluyentes de las investigaciones, no es posible referirse a la intencionalidad de los incendios forestales que han afectado a la región, desde la perspectiva abordada por la Fiscalía".

Las declaraciones de San Martín se dan el marco de las afirmaciones de la ministra Undurraga que indicó que hasta la fecha hay 4.500 incendios a nivel nacional, que suman unas 62 mil hectáreas afectadas. De estas, 35 mil corresponden a siniestros de la Región de la Araucanía, los cuales presentarían un 80% de intencionalidad.

La opinión de la ministra concuerda con lo señalado por las grandes empresas forestales agrupadas en la CORMA, que ha impuesto en la opinión pública -y al parecer, también en el gobierno- la idea de que habría una suerte de enemigo poderoso que incendia gran parte de las plantaciones forestales, dejando de lado que dichas afirmaciones deben ser demostradas.

Y es en este contexto donde la opinión de la Fiscalía es contundente: dicha afirmación no está demostrada.

Cabe recordar, también, que gran parte de la zona afectada por voraces incendios son terrenos plantados con pinos y eucaliptus, especies de árboles que plantados bajo el sistema de monocultivo pueden transformarse en grandes propagadores de fuego.

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Estudios previos han constatado los impactos de la industria de plantaciones forestales o monocultivos forestales de pino y eucalipto para pulpa de celulosa o productos derivados de la madera. La reducción drástica de la biodiversidad vegetal y acuática con el desmonte histórico y quema de bosque nativo, en conjunto con su impacto en ciclo del agua, han transformado radicalmente el paisaje, empobreciendo a las comunidades.

Investigadores han advertido que en el futuro, la coincidencia de condiciones cálidas y secas en un contexto de cambio climático, en conjunto con paisajes dominados por densas plantaciones inflamables y ricas en combustible podrían incidir en la propagación de incendios forestales cada vez más devastadores.

Ninguno de estos estuidos parece haber llegado a las manos de la ministra o sus asesores.