El pasado 26 de octubre, los ciudadanos de La Araucanía acudieron a las urnas para definir a sus autoridades locales, entre ellos, gobernadores, alcaldes y concejales. Sin embargo, en algunas regiones, incluida La Araucanía, la disputa por el cargo de gobernador no terminó en esa jornada, sino que se definirá en una segunda vuelta el próximo 24 de noviembre. En este contexto, los dos candidatos que lograron pasar a esta instancia son Luciano Rivas, actual gobernador de la región, y René Saffirio, exdiputado.
Por Catalina Epul Rojas
En una elección marcada por la polarización, René Saffirio se impuso con una gran diferencia, obteniendo el 36,77% de los votos válidos de los 618.547 emitidos en La Araucanía, mientras que Luciano Rivas alcanzó sólo 27,19%. Aunque Rivas fue el gobernador en funciones, su votación fue considerablemente menor, lo que refleja un descontento con su gestión en algunas zonas de la región.
Ambos candidatos han estado en el centro del debate público durante todo el período electoral, y sus propuestas para la región difieren claramente. Saffirio, con su experiencia como ex diputado y su cercanía a sectores de la oposición, ha centrado su discurso en la necesidad de una nueva mirada hacia el desarrollo regional, en contraposición a la gestión actual de Rivas, quien, a pesar de ser el gobernador, no logró consolidar un apoyo mayoritario en esta primera vuelta.
Los factores que marcarán esta segunda vuelta son diversos, entre ellos, la polarización política en la región, el impacto de los casos de corrupción que ha arrastrado Rivas y el posicionamiento de cada candidato frente a la problemática de la violencia rural y el conflicto mapuche, temas que siguen siendo de gran relevancia para los votantes.
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Saffirio se presentó a estas elecciones como un candidato independiente pese a que históricamente ha sido respaldado por la izquierda dentro de la región. Si bien no niega su postura, ha mencionado que busca ser el gobernador de la región, no de un sólo sector político, desligandose del apoyo de un partido o sector.
Por otro lado, su contendiente mantiene el fuerte apoyo de la derecha, el candidato de Chile Vamos al igual que en la elección pasada recibe el apoyo del pacto del que forma parte, diversas autoridades y candidatos electos han expresado su apoyo a Rivas para la segunda vuelta.
Si bien Saffirio expresó que los partidos que llamarían a votar por él se abstengan de hacerlo para darle la elección a la ciudadanía, su contendiente no hizo lo mismo.
Actualmente, distintos partidos y sectores han manifestado su apoyo a algún candidato, por un lado Evópoli, luego de entregar libertad de acción a sus militantes, finalmente se decidió por entregar su apoyo a Rivas de cara a la segunda vuelta, mientras que el partido republicano se distanció de Rivas
Luciano Rivas, nacido el 15 de mayo de 1982 en Pitrufquén, es un ingeniero acuícola graduado en la Universidad Católica de Temuco. Su carrera profesional lo ha vinculado principalmente al sector empresarial y gremial. Fue presidente de la Multigremial de La Araucanía desde 2010 hasta 2012, y reelecto en 2017, destacándose como un líder empresarial de la región. En el ámbito empresarial, se desempeñó como gerente de desarrollo en Empresas Gorbea (Empresa donde su padre es socio) entre 2012 y 2021. Su experiencia lo catapultó a la política, donde comenzó su incursión al postularse en 2020 para el cargo de Gobernador Regional de La Araucanía, logrando convertirse en el único gobernador de derecha electo en todo el país en 2021.
Rivas es cercano a Evópoli, el partido de centro-derecha. Durante su gestión como gobernador, ha promovido políticas de seguridad y desarrollo económico, aunque su figura ha sido también cuestionada por casos de corrupción, como el mencionado Caso Convenios. A pesar de las controversias, se presenta como un líder empresarial que apuesta por el fortalecimiento de la economía local, la modernización y la seguridad.
Por otro lado, René Saffirio, nacido el 9 de octubre de 1955 en Temuco, es un abogado formado en la Universidad de Chile, con una larga trayectoria política. Su carrera comenzó como dirigente estudiantil desde los quince años, siendo presidente de la Federación de Estudiantes Medios de la Provincia de Cautín. Saffirio se incorporó al Partido Demócrata Cristiano (PDC) en 1996, donde tuvo un rol destacado, siendo presidente de la juventud, presidente regional y provincial del partido y delegado de la junta nacional. Además, fue diputado por la región de La Araucanía durante tres períodos consecutivos entre 2010 y 2022, destacándose por su trabajo en las comisiones de Relaciones Exteriores, Trabajo y Patrimonio Histórico y Cultural.
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A lo largo de su carrera política, Saffirio se ha posicionado como un defensor de los derechos humanos y un crítico de las violaciones de derechos. De 1978 a 1989 se desempeñó como abogado de la Vicaría de la Solidaridad y a su vez fue vicepresidente del Colegio de Abogados. Presidió la Alianza Democrática durante la dictadura militar y entre 1990 y el 1992 fue designado por el entonces presidente Aylwin como secretario regional ministerial de Justicia de la Región de la Araucanía, posteriormente renunció al cargo para postularse a las elecciones municipales de Temuco, siendo elegido y más tarde salió reelecto en 1996 y 2000. Fue parte del comité parlamentario del PDC y se desmarcó del partido en 2016 tras la negativa del PDC de investigar los abusos en el SENAME.
Tras su salida del PDC, Saffirio ha continuado su carrera política como independiente, y el 4 de marzo de este año, anunció su candidatura para gobernador regional con un enfoque en las problemáticas sociales y de seguridad, y una visión de gobernanza inclusiva.
Luciano Rivas, actual gobernador de La Araucanía, mantiene un sólido respaldo de los sectores de derecha y Chile Vamos. A pesar de las controversias que han marcado su mandato, especialmente con los casos de corrupción que lo han afectado, Rivas sigue contando con el apoyo de diversas autoridades y candidatos electos dentro de su coalición. Entre los principales apoyos destacan figuras como el alcalde electo de Villarrica, Pablo Astete, el diputado de Renovación Nacional, Miguel Mellado, Gloria Hutt (del partido Evópoli), y otros militantes de Chile Vamos.
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Además, Evópoli ha decidido apoyar a Rivas tras haber otorgado previamente libertad de acción a sus militantes, una medida que terminó con la línea oficial de no respaldar al actual gobernador. Rodrigo Galilea, Guillermo Ramírez, y la concejala electa Micaela Becker, son otros de los actores clave que han manifestado su respaldo explícito a Rivas para la segunda vuelta. Esto fortalece la imagen de Rivas como el candidato de la derecha, lo que podría movilizar a los votantes del sector más conservador, además de consolidar una base de apoyo robusta para enfrentar el desafío de la reelección.
Sin embargo, el Partido Republicano decidió primero distanciarse de Rivas, una decisión tomada principalmente, para proteger la imagen del partido frente a las investigaciones del Caso Convenios que involucran a Rivas. Este distanciamiento refleja una tensión interna dentro de la derecha, pero no ha afectado significativamente el apoyo general hacia Rivas, quien sigue siendo el candidato preferido de la derecha institucional en la región.De hecho, finalmente, la tienda de Kast dió su apoyo a Rivas durante el fin de semana.
René Saffirio, por su parte, se presenta como un candidato independiente, aunque históricamente ha estado vinculado con sectores de la izquierda en la región. Durante su campaña, ha enfatizado que no busca ser el gobernador de un solo sector político, sino representar a toda la región, sin ataduras partidarias. Aunque ha recibido el apoyo de varios partidos de izquierda, Saffirio ha dejado claro que su principal interés es ser un gobernador independiente, sin alinearse exclusivamente con los partidos que lo apoyan.
Entre los apoyos más significativos, destacan el Partido Comunista, Partido Radical, Partido Socialista, y el bloque mapuche, además del respaldo de autoridades locales como el alcalde electo de Freire, José Colihuil, y el partido de los Regionalistas Verdes. Saffirio también ha mantenido reuniones con diferentes sectores sociales, como el Consejo de Lonkos de la región, para entender mejor los problemas y desafíos que enfrenta la población local.
A pesar de estos apoyos, Saffirio ha hecho un llamado a los partidos a que liberen la acción de sus militantes y les permitan votar de acuerdo con su conciencia, sin imposiciones partidarias. Ha señalado que los partidos no deben «poseer» los votos de los ciudadanos, y que la independencia de su campaña es uno de los mayores valores que lo define como candidato.
Saffirio se ha mostrado en sus redes sociales como un candidato autónomo, y en sus declaraciones ha sido enfático en rechazar la polarización entre izquierda y derecha, un tema que considera perjudicial para la región. En lugar de enfocarse en la división, su mensaje ha apelado a la necesidad de acuerdos transversales para superar los problemas económicos, sociales, y culturales de La Araucanía.
En este sentido, Saffirio ha advertido que la polarización promovida por algunos sectores, que dividen a la región en términos de izquierda y derecha, solo profundiza los problemas existentes como la pobreza, el desempleo, la violencia y la corrupción. Según él, el verdadero desafío es crear una gobernanza inclusiva, que no esté sujeta a intereses partidarios ni a ideologías excluyentes. Su enfoque ha buscado atraer a votantes de todas las tendencias políticas que buscan un gobernador que pueda aglutinar consensos y enfrentar los desafíos comunes de la región.
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Por otro lado, Rivas, al tener el apoyo explícito de los partidos de derecha y sectores más conservadores, ha contribuido a la polarización en la región. El respaldo de Chile Vamos y su distanciamiento de ciertos partidos, como el Partido Republicano, pueden influir en el tono y la percepción de su campaña, especialmente en un contexto donde la transparencia y la gobernanza ética están en juego debido al Caso Convenios.
Uno de los elementos más polémicos que ha marcado la campaña de Luciano Rivas en esta segunda vuelta a gobernadores en La Araucanía es su involucramiento en el Caso Convenios, que ha generado no solo un desgaste en su imagen, sino también una significativa pérdida de apoyo por parte de algunos sectores políticos y ciudadanos de la región.
En 2023, el escándalo relacionado con los convenios irregulares de diversas fundaciones estalló en el ámbito político nacional, y la región de La Araucanía no fue ajena a esta controversia. En el marco de este caso, se investigó el traspaso de grandes sumas de dinero de fondos públicos a fundaciones sin la debida fiscalización ni transparencia en el uso de esos recursos. En este contexto, Luciano Rivas, entonces gobernador de La Araucanía, se vio implicado por haber destinado cuantiosos recursos a la Fundación Local, una organización que, según los informes de la Contraloría y el Ministerio Público, recibió un total de 17 mil millones de pesos en fondos públicos.
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Aunque Rivas nunca ha sido formalizado ni declarado culpable en este caso, las implicaciones políticas y sociales han sido profundas. La acusación más grave radica en la responsabilidad de Rivas en la distribución de esos recursos, ya que las fundaciones involucradas en este escándalo fueron acusadas de no cumplir con los fines para los cuales recibieron el dinero público, lo que generó una gran alarma sobre la gestión de los recursos destinados a la región.
El impacto de esta situación no se limitó al ámbito judicial. A nivel político, el Partido Republicano, que originalmente respaldaba a Rivas, decidió distanciarse de él, especialmente a raíz de las investigaciones en curso de la Fiscalía. En una declaración pública, el partido explicó que, por «prudencia», había decidido mantenerse al margen de su apoyo a Rivas debido a la compleja situación que generaba el caso y la necesidad de evitar que los vínculos con el Gobierno Regional, en medio de las investigaciones judiciales, afectaran su reputación.
Este giro en el apoyo político fue crucial, ya que el Partido Republicano había sido una de las principales fuerzas que impulsó a Rivas durante su mandato, y su distanciamiento de la campaña reflejó una pérdida significativa de respaldo. En la misma línea, los sectores más críticos a la gestión de Rivas comenzaron a utilizar el caso de los convenios como un tema central en sus discursos, enfatizando las posibles irregularidades en la gestión pública de los recursos y la falta de transparencia.
Sin embargo, las últimas horas el Partido Republicano decidió apoyar a Rivas.
Ante la creciente presión y las preguntas sobre su implicación en el caso, Luciano Rivas ha optado por un enfoque de silencio. Al ser consultado por los medios sobre la investigación y si este escándalo podría afectar sus posibilidades en la segunda vuelta, Rivas prefirió no abordar directamente las acusaciones. Su respuesta fue clara: "No me voy a referir a esos casos. Yo creo que hoy lo que la gente espera de nosotros es venir a ejercer este derecho a voto y, como lo hemos dicho en otras ocasiones, la justicia tiene que avanzar, trabajar y hacer su labor". De este modo, evitó dar detalles sobre la investigación o entrar en polémicas que pudieran deteriorar aún más su imagen.
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Esta actitud ha sido interpretada por algunos como una estrategia para no ahondar en un tema que podría resultar perjudicial para su campaña, mientras que otros consideran que su falta de respuesta genera una sensación de desinterés por aclarar su situación frente a la ciudadanía.
Si bien Rivas no ha sido formalmente acusado ni enfrentado a la justicia, su implicación en un caso tan grave ha dejado una huella en la percepción pública de su gestión. En las redes sociales y en las conversaciones cotidianas de los ciudadanos de La Araucanía, es común ver que se recuerda el escándalo de los convenios, y muchos expresan su desconfianza en la figura del gobernador, incluso cuando éste insiste en que está «en el proceso de regularización y transparencia».
El distanciamiento de figuras clave del Partido Republicano y la creciente presión por parte de diversos sectores sociales y políticos han sumado dificultades a su camino hacia la reelección. Si bien la falta de formalización por parte de la justicia le permite mantener cierta inmunidad, la percepción de corrupción y la falta de respuestas claras frente a la investigación podrían seguir pesando en la intención de voto de una parte importante de la población.
El Caso Convenios sigue siendo una de las principales sombras sobre la campaña de Luciano Rivas en esta segunda vuelta. Si bien la situación judicial aún no ha tomado una dirección definitiva, el daño político y social ya está hecho. Rivas, como gobernador, tiene la responsabilidad de responder a las inquietudes de los ciudadanos sobre el manejo de los recursos públicos, y su evasión de este tema solo agrava la desconfianza que muchos tienen en su capacidad para liderar la región.
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Por otro lado, la oposición política y otros candidatos de la región seguirán utilizando el caso de los convenios como un argumento central para cuestionar la legitimidad de su reelección, lo que pone en evidencia la profunda polarización que genera este escándalo en la campaña electoral.
El futuro de Luciano Rivas en la política de La Araucanía dependerá, en gran medida, de su capacidad para manejar esta crisis, aclarar su posición y recuperar la confianza de los votantes, en un escenario donde la transparencia y la justicia son temas cada vez más importantes para la ciudadanía.
El financiamiento de las campañas de Luciano Rivas y René Saffirio presenta marcadas diferencias en cuanto a las fuentes y la magnitud de los aportes recibidos, lo que refleja el tipo de apoyo y las estrategias de cada candidato.
Luciano Rivas, actual gobernador de La Araucanía, ha recibido un total de $21.200.000 en aportes para su campaña de reelección. De este monto, destaca un aporte significativo de $20 millones provenientes de Renovación Nacional, uno de los principales partidos dentro de la coalición de Chile Vamos, que respalda a Rivas. Además, Rivas ha recibido $600.000 como aporte sin publicidad, es decir, sin revelar el nombre del donante, lo que genera cierta opacidad en la procedencia de esos fondos.
Uno de los aspectos que ha llamado la atención es que uno de los funcionarios de confianza de Rivas en el Gobierno Regional, un jefe de división, realizó un aporte de $600.000. Este aporte podría levantar suspicacias debido a la cercanía de este colaborador con la administración de Rivas, lo que puede generar dudas sobre la transparencia y la influencia de la administración pública en el financiamiento de campañas. En total, los $21.200.000 que ha recibido Rivas contrastan con los aportes privados que se esperan en campañas políticas, ya que solo un pequeño aporte proviene de un funcionario del propio Gobierno Regional.
Por su parte, René Saffirio ha tenido un financiamiento más austero y principalmente público. En total, ha recaudado $40.837.289 para su campaña. De este monto, $36.900.000 provienen de un crédito otorgado por BancoEstado, mientras que el resto, cerca de $4 millones, provienen de un aporte de financiamiento inicial del fisco, el cual está destinado a apoyar las campañas de candidatos en las elecciones regionales.
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Lo que llama la atención en el caso de Saffirio es que, hasta la fecha, no ha recibido aportes de privados, ni de fuentes externas a las instituciones públicas. Esto refleja su posición de independencia frente a los intereses privados, en contraposición a la tendencia de otros candidatos, como Rivas, que reciben financiamiento de partidos políticos y colaboradores cercanos. Saffirio ha optado por un enfoque más transparente y controlado en cuanto a los recursos destinados a su campaña, evitando la influencia de grandes donantes privados o partidos políticos que podrían comprometer su autonomía como candidato independiente
En últimas instancias ambos candidatos se han presentado en redes sociales haciendo llamados a apoyarlos en la segunda vuelta, ambos han mantenido sus estrategias para lograr conseguir el voto de los ciudadanos de la región.
Saffirio ha subido a Instagram diversos reels o post en conversaciones con distintas comunidades e la región, desde la comunidades mapuches que expresan su apoyo al candidato independiente hasta una instancia donde conversó con el alcalde electo de Villarrica para poder hablar de los desafíos de su comuna, pese a que el alcalde expresó públicamente su apoyo a Rivas, Saffirio no se cerró a la posibilidad de hablar con él para demostrar su punto de que no es el gobernador de un solo sector político, sino el gobernador de la región, sin distinguir por colores o partidos.
Por otro lado, Rivas ha subido a RRSS reels de sus simpatizantes políticos expresándole su apoyo, posts sobre su gestión como el actual gobernador, además de tener un video circulando en redes sobre por qué deberían votar por él y no por Saffirio, apostando a mostrarlo como si fuera un candidato del oficialismo, sabiendo que en la región de La Araucanía es constante el triunfo de la derecha. Mencionó como Saffirio votó por el actual presidente Gabriel Boric y en su momento votó Apruebo para la convención constitucional de 2021. Por otro lado también menciona que ambos tienen posturas contrarias respecto al estado de excepción.