Ante el silencio de todos los grandes medios de comunicación, el 18 de abril arribó a Chile la general del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson. La jefa militar para América Latina y el Caribe visitó el país en medio del debate en torno a la política nacional del Litio.

Por Nicolás Salazar Maleras

Las abundantes reservas de Litio en Chile han puesto a nuestro país en la mirada geopolítica mundial. Esto se puede evidenciar a través de la visita de Laura Richardson, conocida por su interés en el mineral, estratégico en el campo militar y tecnológico.

Durante este 2023, Richardson ha explicado en diversos medios de comunicación y ante el congreso de EE.UU. la necesidad de tener el control sobre los minerales estratégicos que se encuentran en los países del cono sur de América Latina, el denominado «Triángulo del Litio» constituido por Chile, Argentina y Bolivia.

Te puede interesar: Agrupación de científicas Halófilos: «No podemos seguir explotando el litio como si salares y comunidades humanas que dependen de ellos tuvieran una importancia menor»

A juicio de Richardson, la influencia de China en el «Triángulo del Litio» sería un tema de seguridad nacional para los EE.UU.

Las declaraciones de una general del Ejército norteamericano en temas relativos a la explotación de recursos naturales en Chile, constituye un ejemplo claro del neocolonialismo que sigue imperando en diversos países de América Latina y el mundo.

Si el colonialismo a secas utilizaba la fuerza militar como principal método de dominación sobre los países colonizados, en el neocolonialismo se integran además métodos económicos y culturales para mantener la explotación, así como la utilización de las elites locales para dominar al pueblo.

Por eso no extraña que Richardson hable casi como si se tratara de una economista, preocupándose del destino comercial del litio chileno. En el escenario geopolítico mundial, muchas de las batallas militares se dan primero que todo en el ámbito de la economía.

El interés de EEUU sobre el litio no debe dejarnos indiferentes. La memoria histórica, que cumple 50 años desde el inicio de la dictadura de Pinochet, nos recuerda que uno de los tantos motivos del apoyo de EEUU al golpe militar de 1973 en Chile fue su interés en el cobre, mineral que había sido nacionalizado por Allende.

El actual interés de EEUU en el Litio pone en la palestra los complejos juegos de poder involucrados en el control de un elemento trascendental en el escenario geopolítico mundial de las próximas décadas.

El litio en Chile es controlado prácticamente por dos empresas. Albemarle de capitales estadounidenses, y SQM de Julio Ponce Lerou, el yerno de Pinochet. Sin embargo, los capitales chinos cada vez adquieren más participación en la minería chilena y están apostando por quedarse con una parte importante de la torta en torno al mineral estratégico.