[resumen.cl] Una marcha de la colectividad árabe palestina y vecinos de Concepción, se realizó este sábado al mediodía en la capital regional. La movilización, que reclama el fin de los bombardeos indiscriminados sobre la población civil palestina por parte del ejército israelí.

La marcha partió en el Parque Ecuador, frente a la Galería de la Historia de la ciudad, prosiguiendo posteriormente por calle Caupolicán, para terminar en las escalinatas de la catedral penquista.

Un centenar de personas con banderas y pañoletas palestinas (Kufiya) acompañó el recorrido en esta nueva manifestación para denunciar, lo que organismos internacionales de derechos humanos han definido como crímenes de guerra por parte del estado de Israel en contra de la población palestina, que incluye el bombardeo indiscriminado de Hospitales, ambulancias, escuelas, iglesias de diversas creencias religiosas, así como cementerios, personal de la prensa y hasta incluso instalaciones de las propias Naciones Unidas.

Al llegar a la catedral se realizó un acto, en el cual hizo uso de la palabra un representante de la colectividad palestina de Concepción, quien dejó claro en sus palabras que este no es un conflicto que partió ahora "la decisión israelí de sembrar muerte y destrucción en Gaza, utilizar armas letales contra la población civil, no es más que la fase final de décadas de campaña de limpieza étnica de los palestinos" agregando una reflexión profundamente humanista "el privilegio del poder, especialmente el militar, es un narcótico peligroso. La violencia destruye no solo la fuerza de quienes la sufren, sino también a quienes intentan utilizarla para convertirse en dioses".

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En su discurso dejó muy claro que lo de Gaza no es una guerra, no es un enfrentamiento proporcional, que Israel es uno de los ejércitos más poderosos del mundo y en cambio los palestinos solo resisten con milicias.

Un punto muy importante del discurso fue en el que se interpeló a los líderes mundiales y a los grandes medios de comunicación para que "se pronuncien en defensa del estado de derecho y de los derechos humanos fundamentales" frente al silencio o complicidad que muchas potencias occidentales han tenido con respecto a la masacre que hoy se desarrolla en la Franja de Gaza a la que definió "como una defensa ciega a la brutalidad israelí" la que en sus palabras "constituye una traición a todos los asesinados en otros genocidios".

Además agregó que "la lección del holocausto no es que los judíos sean especiales. No es que los judíos sean únicos. No es que los judíos sean víctimas eternas, la lección del holocausto es que cuando tienes la capacidad de detener el genocidio y no lo detienes, eres culpable".

En una frase muy conmovedora el representante palestino en Concepción señaló "Los palestinos en Gaza, ya hicieron las pases con Dios y con la muerte, lo sabemos por los testimonios que nos llegan y también por la decisión de las familias de permanecer en un mismo lugar, cosa que cuando llegue el momento puedan partir juntas".

En una frase que resume el profundo dolor de la colectividad palestina, el orador señaló que "Los palestinos de Gaza, ya le mostraron al mundo la deshumanización más cruenta y se dieron cuenta que ninguna madre destrozada, ni un padre que perdió a todos sus hijos, ni miles de cuerpos de niños, fueron suficientes para que la comunidad internacional detuviera el genocidio".

Concluyendo con un llamado esperanzador y de lucha. "Es primera vez que Israel no ha podido controlar la narrativa de conflicto a pesar de la censura". Además recalcó que se deben mantener las movilizaciones para visibilizar la catástrofe que sufre el pueblo palestino, haciendo un llamado a unirse al movimiento internacional de boicot a Israel y sus productos (BDS) para presionar al régimen israelí a cumplir con las leyes internacionales, terminar con el apartheid y la violación de los derechos humanos.

Entre las consignas coreadas se podía escuchar «América Latina, está con Palestina», haciendo alusión a la determinación de varios gobiernos latinoamericanos en condenar el genocidio del pueblo palestino. En este sentido han sido muy contundentes las posiciones de gobiernos como Cuba, Honduras, Belice, Venezuela, Colombia, Bolivia y Brasil.

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En el caso de Bolivia, es parte del grupo de naciones que denunció al Estado de Israel a la Corte Penal Internacional, junto a estados como Sudáfrica. En el caso de Brasil, el presidente Lula ha denunciando públicamente que Israel ha desatado una guerra contra los niños y niñas, y que nunca una guerra reciente había tenido una proporción tan alta de infantes asesinados.

Por su parte el presidente de Colombia Gustavo Petro no se ha ahorrado adjetivos para denunciar lo que ocurre en Gaza y Cisjordania, hablando no solo de "genocidio", sino abiertamente de exterminio y holocausto.

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Chile es un país donde la colectividad palestina y sus descendientes llegan a las 500 mil personas, con más de 10 mil solamente en la ciudad de Concepción. Lo que representa una de las colectividades más numerosas fuera de Medio Oriente.

Por lo tanto, desde la perspectiva de los manifestantes, se esperaría que el gobierno de Chile tomara medidas muchos más drásticas con respecto a Israel que las que se han tomado hasta hoy, las que no pasan del llamado a consulta del embajador de Chile en Tel Aviv.