Sobre la última negociación del sector publico y la intervención de la CUT en el conflicto

Este año como nunca la movilización por el reajuste anual del sector publico tuvo tanta resonancia, sin duda motivados por el despertar de los trabajadores vivido este año, en ocasiones anteriores la ANEF llego a movilizarse en solitario para estas fechas, este año se sumaron una serie de otros gremios no adscritos a la ANEF y que en el pasado fueron parte del sector publico, hoy municipalizados o están en situación intermedia: Colegio de Profesores, Confederación de Funcionarios de la Salud Municipalizada [Confusam], Confederación de Trabajadores de la Salud [Confenats], Federación de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud [Fenpruss], universidades, Asociación de Trabajadores Junta Nacional de Jardines Infantiles [Ajunji] y el Colegio de Enfermeras, entre otros.

La movilización alcanzo ribetes muy superiores a otros años, manifestaciones multitudinarias como no se han visto en democracia, recorrieron las calles de importantes ciudades, lo que los trabajadores reclamaban era un reajuste de salarios igual a la suma de la inflación (calculada en ese momento en un 7%) mas un 5% que era el crecimiento de la economía durante el año, para que así además de la verborrea de los sueldos éticos se pasara a una medida simple y llana compartir la bonanza económica con los trabajadores.

Sin embargo esta gran mesa de organizaciones sindicales que son en definitiva las que componen casi la totalidad de la CUT, entrego a la dirigencia nacional de esta organización el poder para negociar frente al gobierno.

En los últimos meses el presidente de la CUT Arturo Martínez había tenido algunas intervenciones en los medios de comunicación en que se refería en muy duros términos al gobierno y el empresariado, sin embargo la verborrea de Martínez se vino por el suelo, con la oposición de la ANEF, negocio un reajuste anual del 6,9% cuando la inflación acumulada a octubre ya llegaba a 6,5%, a noviembre ya llega al 7,3% y lo mas probable es que supere el 8%.

Las señales de malestar y descontento en los trabajadores son claras, huelgas como la de Agrosuper, subcontratistas de Codelco, salmoneras en el sur, temporeros de la fruta, etc. Hablan de un agotamiento del modelo aquí en el paraíso neoliberal,  el poder ahora actua por intermedio de la burocracia sindical que patalea y grita pero en el fondo mantiene el actual orden de las cosas.

Todos sabemos que el sector público marca el rumbo con respecto al tema de los salarios para todos los trabajadores, que puede esperar ahora el trabajador de empresa privada que ni siquiera tiene un sindicato Martinez no tiene cara de seguir hablando de salarios eticos o redistribuir la riqueza cuando negocia reajustes salariales que en definitiva disminuyen el salario real de los trabajadores.