Recientemente, la compañía La Gaviota Podcast, montó en Artistas del Acero y Teatro Biobío, su último trabajo: Yo duelo. Una obra teatral que reflexiona en torno a los significados que puede tener desde hoy el crimen conocido como la Matanza de Laja y San Rosendo.
Aniceto Hevia
Yo duelo está dicha así, en primera persona, por quien es la nieta de uno de los trabajadores asesinados. Sus planteamientos están marcados por condiciones que determinan nuestro presente: neoliberalismo, pobreza devenida del modelo primario exportador, contubernio de autoridades políticas ante el abuso empresarial, conservando así la impunidad.
En Yo duelo hay una caracterización de Wilson Muñoz Rodríguez, como abuelo, obrero asesinado, como el trabajador que, sin prever tanta crueldad, jugó una broma a esbirros embebidos de soberbia y odio. Resulta relevante, también, la denuncia de la complicidad civil de los dueños y empleados de la papelera CMPC, así como de burócratas judiciales.
Los hechos, la impunidad
En el crimen conocido como la Matanza de Laja – San Rosendo fueron asesinados 19 trabajadores detenidos luego del Golpe de Estado de 1973. De acuerdo a los antecedentes recopilados por sus familias, la nómina con los nombres de cada uno de ellos, con la cual se guiaron los carabineros que les detuvieron, fue provista por la propia Papelera que aún opera en Laja y sigue siendo de propiedad de la familia Matte. Aún más, acusan que la empresa habría dispuesto el vehículo y el chofer para el traslado de los detenidos hasta el lugar en que fueron fusilados, además de ofrecer el alcohol bebido por los efectivos policiales antes y después del crimen. El hallazgo temprano de los cuerpos obligó a los criminales cambiarlos de lugar, conduciéndolos hasta el cementerio de Yumbel, donde fueron encontrados en 1979.
En agosto de 2021, la Corte de Apelaciones de Concepción emitió un fallo condenatorio para Pedro Jarpa Forester, exempleado de la papelera CMPC, como cómplice de los delitos de homicidio calificado, además de un aumento de penas para carabineros como autores materiales de los asesinatos. No obstante, en octubre los condenados recurrieron a la Corte Suprema, así como también lo hicieron las familias de los obreros ejecutados para que se estableciera la responsabilidad penal de otros civiles en los hechos, hasta ahora exentos de ella.
Ha transcurrido más de dos años y el máximo tribunal del país, aún no emite su resolución, mientras los condenados en tales instancias permanecen en libertad. De acuerdo a Emilio Araneda, hijo de uno de los trabajadores fusilados y vocero de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de Laja y San Rosendo, la causa ahora está en tabla en espera de su resolución antes que finalice este año.
Llama la atención que en uno de los lienzos de la Agrupación se aluda a la exministra de la Corte Suprema, Rosa Egnem Saldías. En Yo duelo, también hay una escena que se puede interpretar como representativa de su función. Si bien esta jurista se retiró del Poder Judicial al cumplir el máximo de edad legal para permanecer en el cargo, en sucesivas ocasiones se ha denunciado que mientras fungía como secretaria del Juzgado de Letras de Yumbel, en 1973, encubrió a los autores de Matanza de Laja y San Rosendo a través de la omisión y manipulación de registros judiciales del crimen. De acuerdo a la periodista Mónica González, estos actos fueron reconocidos por Rosa Egnem Saldías sin recibir sanción alguna.
Teatro y memoria
Este crimen ha sido visibilizado en diversas obras de teatro. En 1986, en el auditorio del Colegio Médico de Concepción, Isidora Aguirre estrenó El Retablo de Yumbel. Ahí, representando los preparativos de una obra en torno a San Sebastián y su condena de ser asaeteado por soldados romanos, actrices y actores dialogan acerca del terrorismo de Estado perpetrado por dictaduras en América Latina y lo sucedido en la Matanza de Laja y San Rosendo. Esta pieza será montada próximamente por Teatro El Rostro el 28, 29 y 30 de septiembre en Teatro Biobío.
En 2021, se estrenó Aproximaciones al olvido, Nora Fuentealba Rivas, su dramaturga, entonces explicó a Resumen:
«Primero hice una investigación documental, recopilé datos, vi reportajes, leí e hice todo lo que se puede hacer desde la lejanía, pero eso no fue suficiente. Me dirigí entonces a hablar con Gustavo Sáez y Ximena Ramírez, dos de los fundadores de la compañía El Rostro, quienes llevaron a escena Retablo de Yumbel. Ellos me contaron del proceso de investigación de Isidora Aguirre para escribir la obra. Me sorprendí por la obstinación de Ximena, quien le insistió a la Nené [Isidora] para que escribiera sobre lo que había pasado, así también con la profundidad de la investigación de la dramaturga, pues la Vicaría le facilitó expedientes que hablaban del caso para que pudiera escribir la pieza. Ahí fue cuando dije: ¡yo quiero hacer eso! ¡quiero investigar y hacer una obra! ¡No quiero montar el Retablo, quiero hablar de Retablo, de cómo esta pieza icónica del teatro chileno hecha durante la dictadura cívico militar ha sido prácticamente omitida de los repertorios actuales. Quiero hablar del trabajo del Teatro El Rostro, de su valentía al montar la obra en plena dictadura…»
Yo duelo se incorpora a estos trabajos. Desde la perspectiva de Emilio Araneda, junto al ejercicio periodístico, han sido fundamentales en el ejercicio de memoria respecto a estos hechos, mostrando a la sociedad lo ocurrido. Todo ello, mientras no se establece verdad jurídica al respecto.
Yo duelo
La Gaviota Podcast es una compañía que inició su trabajo en pandemia, inicialmente creando y montando piezas de teatro sonoro. Si bien ahora los recursos utilizados incorporan los propios de la visualidad, existe en sus recientes montajes una gran preocupación por el diseño aural. Sus integrantes, Patricia Cabrera, "scar Oviedo y Loreto Urrutia, respondieron las consultas de Resumen respecto a la obra.
– ¿Cómo se aproximaron lo ocurrido en la Matanza de Laja – San Rosendo, a la conversación con familiares de los asesinados?
Patricia: Yo crecí con recuerdos medios borrados de la historia de la papelera, de la masacre, de Laja y de San Rosendo, era algo que en general se hablaba pero nunca se profundizaba en esa conversación. Algunos familiares de repente lanzaban algún comentario muy doloroso de lo pasó, y a veces con opiniones contradictorias. Recuerdo cuando chica ir a jugar al parque de la papelera, a los columpios que estaban dentro del sector donde vivían los trabajadores de la empresa, lo recuerdo como un lugar medio inventado que se alejaba de la laguna, y de Laja y sus calles particulares. Y su olor horrible, eso también lo recuerdo. Después, cuando fui entendiendo lo que pasó y ya desde una mirada mas critica, mas política y mas social, sentí la necesidad de alzar la voz y obviamente de utilizar el teatro como un puente, un lazo, un pretexto.
Creé un lazo fuerte con la historia, era algo que siempre me generó mucha rabia, mucho cuestionamiento, y mucho dolor. Así empecé a reunir más información, a conversar con mi tío, con mi mamá, a leer, etc. Recopilamos junto a Oscar testimonios de mis familiares. Creo que es una historia muy íntima, muy particular, lo que sucedió súper adentro de una casita pequeña en Laja y súper adentro del corazón de mi abuela, en un espacio que cuidó y protegió con miedo latente y con mucho dolor.
Wilson asistió a trabajar aun cuando tenía licencia médica. ¿Por qué? Porque había que hacer unidad me imagino, porque era consecuente con lo que creía, incluso no pensó que al hacer una broma a los carabineros, estos se lo llevarían para no volver jamás. Tampoco pensó que sus propios compañeros de trabajo lo traicionarían, que la propia papelera seria cómplice y participante activa en su muerte.
Y bueno también empecé a conectar con la historia de mi abuelo a través de un dolor físico crónico que comencé a tener y que me acompañó por mucho tiempo. Los resultados de mis resonancias magnéticas nombraban las mismas partes del cuerpo mencionadas en el acta de muerte de mi abuelo. Empecé a conectar el todo. Y le sumé la ficción del fuego, del bosque de monocultivos que se quema y que la papelera nos sigue regalando.
– Sería muy interesante que pudieran comentarnos cómo fue el proceso para caracterizar al personaje de Wilson Muñoz Rodríguez. ¿Qué se propusieron relevar?
Patricia: La creación del personaje tiene directa relación con la propuesta dramatúrgica a partir de la realidad investigada y por supuesto también a la ficción, por eso ese aire medio mañoso a veces, bajando el dramatismo y diciendo "no soy un héroe" "nadie está olvidado" o "cabra cargante".
Del Wilson sabemos muy poco, eso también me llamaba mucho la atención. Mi familia me comentaba de su personalidad amable, gentil, un buen hombre. Pero que se peleó con su núcleo familiar porque se casó con mi abuela y dejó de estudiar. Entonces su familia se redujo a mi abuela, mi madre, mis tíos y la hija que tuvieron con mi abuela. Cuando lo mataron mi, abuela se llenó de miedo y no quiso hablar mas de él.
Sentía que es alguien que estaba solo aun en su muerte, que era necesario abrazar el recuerdo y darle un espacio en este presente. Honrarlo a él y a mi tía que tenía dos años en ese entonces y que falleció luego de que Wilson no apareciera. Y también a mi abuela y a mi familia, testigo de todo ese dolor.
– Yo duelo se suma a trabajos dramatúrgicos como El Retablo de Yumbel (1986) de Isidora Aguirre y Aproximaciones al olvido (2021) de Nora Fuentealba Rivas, que tienen a la Matanza de Laja – San Rosendo en su eje narrativo. ¿Cómo dialoga esta obra con las precedentes? ¿Qué significa para ustedes abordar desde lo escénico este crimen, del cual autores y cómplices gozan de impunidad?
Patricia: Creo que nos toca porque es muy territorial, es algo que sucedió en nuestra región y estamos, de alguna u otra manera, ligadas a esta historia. Lamentablemente no he tenido la posibilidad de ver Aproximaciones al olvido. En Yo duelo hacemos mención a El Retablo de Yumbel (que admiro mucho desde su valentía para hablar de este tema en medio de la dictadura) aparece como un antecedente para decir que de Wilson no hay foto, porque cuando se presenta la obra de El Retablo de Yumbel afuera exponen los nombres y las fotos de las 19 víctimas y al lado de Wilson no hay ninguna foto. Y obviamente la impunidad y la no justicia es un tema tan doloroso, creo que eso hace que la rabia nunca que acabe. También la obra defiende la libertad de doler, la decisión de entrar en la herida para buscar un consuelo, una verdad, un encuentro... lo que ha pasado es horroroso y la injusticia y la impunidad es igual de horrible. 50 años y aún no se sabe ¿dónde están?
– Vemos que hay un trabajo sonoro y un diseño lumínico muy notorio, háblennos de este proceso creativo, de qué buscaron con él.
Oscar: El trabajo sonoro comenzó desde la investigación de música de la zona, inmediatamente aparece la guitarra de palo como referente de instrumento musical, como en nuestro lenguaje tiene muy presente la tecnología quisimos agarrarnos de lo que teníamos y no pretender. Entonces inventamos una guitarra de palo colgada con micrófonos de contacto y micrófonos dinámicos, las cuerdas terminaron siendo el portal que se sitúa en medio de la escena y también parte importante de la escenografía. Utilizamos nuevamente la técnica evidenciada como propuesta escenográfica, como lo veníamos trabajando desde nuestra primera obra ISABEL, esa idea (la guitarra gigante) dio vida a la parte primitiva del diseño, que se complementó con el diseño lumínico, la paleta de colores y las texturas de los vestuarios y la confección misma de algunas prendas, realizado por Loreto Urrutia.
Loreto: El proceso de diseño se fue desarrollando en paralelo con la dramaturgia y dirección. Desde esta metodología interdisciplinar, podríamos decir que la técnica es un intérprete más dentro de la puesta en escena. Todo esto de la mano con el sello de la compañía de hacer teatro sonoro. Nos preguntamos de qué forma invitar al espectador a sumergirse en este relato, desde la ficción pero invitando a despertar su propia memoria a través de los estímulos sonoros y lumínicos.
Háblennos de las próximas presentaciones o cómo saber de ellas.
Oscar: Estamos gestionando una presentación en San Rosendo, y que tiene un significado importante por ser una localidad vinculada directamente con la historia de Yo duelo. La información la vamos actualizando a través de nuestras redes sociales.
Ficha Artística
Compañía: La Gaviota Podcast
Dramaturgia: Patricia Cabrera
Dirección: La Gaviota Podcast - Patricia Cabrera y "scar Oviedo
Diseño sonoro: "scar Oviedo
Diseño integral: Loreto Urrutia
Elenco: Patricia Cabrera, "scar Oviedo y Loreto Urrutia
Producción: Caro Reyes C.