[resumen.cl] Luego de la bullada quiebra de la penquista Isapre Más Vida, este 2 de mayo se anunció la creación del nuevo giro legal y comercial de la empresa, ahora llamada Isapre Nueva Más Vida. Luego, a un grupo de más de 100 trabajadores, entre ellos 60 vendedores a nivel nacional y 14 de ellos en Concepción, fueron informados de que sus condiciones contractuales cambiarían.

De firmar los nuevos contratos, los salarios bajarían a un tercio de lo que perciben, dañando dramáticamente el poder adquisitivo de estos trabajadores. Ellos han denunciado estos hechos a la Dirección del Trabajo, la cual ha fiscalizado a la empresa, constatando que, a pesar de tener contratos de trabajo vigentes, fueron dejados sin libro de asistencia desde el 5 de mayo en adelante, retirándole los cupones de colación y su sueldo de fin de mes, hechos por los cuales la empresa fue multada. Aún así, siguen cumpliendo horario pero firmando en la Dirección.

Hay que resaltar que entre los trabajadores afectados en Concepción hay quienes tienen hasta 27 años en sus funciones y quien menos antigüedad posee tiene 11 años en el ejercicio de su puesto de trabajo.

Al no firmar la nueva situación contractual las y los trabajadores «quedaríamos a la deriva o, como dicen ellos, bajo el antiguo empleador [Isapre Más Vida] lo que no es correcto pues es el mismo empleador; y como tal empleador anterior va a finalizar su RUT en 60 días más, nadie nos pagaría las indemnizaciones. Entones existe este pinponeo en el que Isapre Nueva Más Vida dice que nos tiene que pagar Isapre Más Vida y viceversa»,denuncia Ana María Poblete, afectada de Concepción. Y agrega, «hemos golpeado todas las puertas, nos juntamos con personeros de la Cámara de Diputados, con la Ministra del Trabajo, realizado denuncias en la Inspección del Trabajo y nos estamos asesorando con un abogado laboralista que nos confirma que tenemos continuidad laboral y que lo que están haciendo es ilegal».

Este caso es un ejemplo más de cómo actúan los grandes grupos económicos, siempre parasitando la fuerza de trabajo de los trabajadores, tal cual denuncia Ana María, pues «todos los gerentes fueron despedidos con sus finiquitos millonarios sin ningún problema y somos nosotros, quienes pertenecen al último eslabón de la cadena, los que salimos perjudicados».