Andrés Figueroa Cornejo / resumen.cl

Hace 208 años se declaró la Independencia de Venezuela del colonialismo español. Para conmemorar el hecho en momentos de dificultades y urgencias de solidaridad internacional y nuestroamericana, la Unión Bicentenaria de los Pueblos, CBP, en cuyo seno participa el Congreso de los Pueblos de Colombia, Capítulo Chile, realizó un acto sencillo y contundente a los pies del monumento del Libertador Simón Bolívar, en Santiago de Chile. La actividad efectuada este 5 de julio, contó con la asistencia del Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez.

Más significativo resultó el acto libertario e independentista, toda vez que sólo este 4 de julio se reveló el informe sobre Derechos Humanos de la ONU en Venezuela, redactado precisamente por la expresidenta chilena Michelle Bachelet. Allí, la exmandataria imprimió un conjunto de observaciones abiertamente contrarias al proceso bolivariano de Venezuela, y que, de manera nada accidental, riman muy bien con los intereses pentagonistas en el país caribeño, y con la trama golpista urdida por las administraciones de ultraderecha del continente, en particular, con las de Iván Duque de Colombia, Jair Bolsonaro de Brasil, Mauricio Macri de Argentina y Sebastián Piñera de Chile.

Las agresiones contra Venezuela están enmarcadas en las denominadas «guerras híbridas», esto es, en formas multidimensionales de destrucción de gobiernos democráticos cuyos proyectos de sociedad contradicen los intereses de la Casa Blanca, haciendo uso de armas mediáticas, económicas, financieras, tercerización de la violencia y el sicariato, intentos de magnicidios, levantamientos artificiales de supuestos «liderazgos» opositores, financiamiento de grupos fascistas, amenazas permanentes de invasiones militares, etc. Para nadie es un secreto que, al igual que los ha resistido Cuba durante seis décadas, los ataques del Departamento de Estado estadounidenses en contra de Venezuela tienen fines asociados con el saqueo del petróleo y los recursos naturales de ese país, y alineamientos geopolíticos cuestionados por la realidad paulatinamente multipolar a través de la cual se está desenvolviendo el actual orden global.

El Embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, presente en el acto organizado por la solidaridad chilena, indicó que, «estamos celebrando una de las fechas gloriosas en Venezuela y su proceso independentista. Son doscientos años de lucha de la cual no abdicamos ni abdicaremos».

-¿Qué le han parecido los comentarios de la Alta Comisionado de DDHH de la ONU, Michelle Bachelet?

«Ya mi gobierno emitió un documento que pone en claro las fallas de ese informe».

La antiimperialista solidaridad chilena agrupada en la Unión Bicentenaria de los Pueblos, UBP, corresponde a un polo de organizaciones y personas que abrazan el ideario de la autodeterminación de los pueblos, la paz con justicia social, y la cooperación mutua entre las comunidades de América Latina. Bajo el monumento de Simón Bolívar, ornamentado por las banderas de Chile y Venezuela bolivariana, el vocero de la UBP, Juan Cuevas, respecto del informe ONU-Bachelet, señaló que, «es una pena. Nos parece apresurado, poco serio, poco objetivo. ¿Cómo es posible que Michelle Bachelet haya escrito semejante texto? Todos conocemos el feroz bloqueo económico del que es víctima el pueblo venezolano, así como las trampas antivenezolanas que ejecuta todos los días el imperialismo estadounidense y un conjunto de gobiernos, entre ellos, el del títere en Chile, Sebastián Piñera, parte del llamado grupo de Lima. Esa violencia concentrada que asume las más odiosas formas imaginables sobre la población venezolana, por supuesto que ha tenido efectos negativos. Pero se trata de los efectos de agresiones brutales, y en absoluto el gobierno bolivariano ha sido su causante. Asqueroso el informe de Bachelet. Ella vivió en carne propio lo que fue el golpe de Estado en Chile y nos extraña muchísimo su actitud. Sin embargo, comprendemos que detrás del informe está la mano del imperialismo estadounidense y que Bachelet es sólo un títere más de esta puesta en escena».